El Critérium du Dauphiné dejó varias cosas claras; la más importante, que a 19 días del comienzo del Tour de Francia, los grandes favoritos al título que disputaron la prueba no están tan fuertes a estas alturas de la temporada y tendrán que forzar su marcha con miras a llegar finos al gran objetivo.
Aún queda tiempo, eso es cierto, pero en los años anteriores los llamados a pelear el Tour llegaban al Dauphiné para confirmar su favoritismo, y en esta ocasión el resultado deja grandes incógnitas entre ellos.
Es claro que los ojos del ciclismo en el mundo miran hacia el británico Chris Froome, quien defendía el título del Dauphiné y hará lo mismo en el Tour.
En su sexta participación en esta carrera, el líder del Sky llegó a hacer lo mismo que hizo en 2013, 2015 y 2016: ganar el Dauphiné y el Tour, lo que ya no se puede dar porque en esta ocasión perdió en el Critérium al quedar de cuarto, a un minuto 33 segundos del sorpresivo campeón, Jakob Fuglsang.
Pero lo interesante es que no se vio a un Froome fuerte como en los años anteriores. Aunque estuvo ofensivo en la montaña, sobre todo ayer, en la etapa corta de 115 km con cuatro pasos montañosos, el último de ellos de fuera de categoría en la meta, no hizo diferencia, perdió tiempo.

Chris Froome, ciclista británico.
AFP
Y en la contrarreloj, de 23 km, la misma distancia con la que se encontrará en el Tour, perdió, quedó de octavo, a 37 segundos de Richie Porte, su antiguo compañero en el Sky, que lo puso contra las cuerdas.
Ese día cedió dos segundos ante Alberto Contador y 13 ante Alejandro Valverde. Y en la general final, el británico quedó de cuarto, perdió 1 min 23 s con Porte y 1 min 33 s con Fuglsang, quien aprovechó la rivalidad entre los grandes y ganó el Dauphiné.
Froome superó al italiano Fabio Aru por 4 segundos, al francés Romain Bardet por 31 segundos; a Valverde lo batió por 2 min 35 s y a Contador le tomó 3 min 47 s. Se vio solo, su equipo no estuvo tan dominador y sus fuerzas flaquearon, no se vio tan dominante.
“En Romandía estaba lejos del ritmo. Hoy digo que he estado mejor, que me dirijo en una dirección correcta al Tour”, señaló Froome.
Richie Porte salió mejor librado. Perdió la carrera por 10 segundos, la bonificación de la última etapa, que ganó Fuglsang, pero superó a Froome, fue mejor que Bardet, y eliminó a Valverde y a Contador.
Este domingo lo atacaron todos, se batió solo, sin compañeros y se defendió, mostró regularidad; con lo que se le vio, es un claro candidato a ganar el Tour. “Demostré que estoy bien con miras al Tour. Es una buena señal”, dijo Porte.

Richie Porte, ciclista australiano.
AFP
Aru fue atacante en la montaña, de lejos fue el más combativo, pero el reloj es u enemigo. Bardet, en lo suyo, tratando de ser protagonista, pero no terminó en el podio.
Valverde y Contador fueron los que quedaron con peores sensaciones de cara al comienzo del Tour, el primero de julio.
“Normalmente hay que ganar Dauphiné y luego el Tour, pero ese plan últimamente no ha funcionado”, declaró Contador. Valverde irá a ayudarle al colombiano Nairo Quintana, y Contador no se ve bien.
Esteban Chaves pagó la para desde febrero y tampoco se verá fuerte en el Tour, por lo que la Vuelta a España lo debe esperar mucho mejor de forma para pelear el título.
Los resultados del Dauphiné indican que Porte se ve bien y que los demás deben mejorar. Sin duda lo harán.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel