Hoy, 90 de cada 10 mil habitantes del departamento del Amazonas están diagnosticados con Covid-19, según se desprende de los datos más recientes publicados este lunes por el Instituto Nacional de Salud (INS).
Es la tasa más alta del país, al superar incluso a Bogotá, donde 5,5 de cada 10 mil habitantes ha sido confirmado con el diagnóstico. El segundo lugar con mayor tasa de contagios por población es el departamento del Meta, con 8,7 de cada 10 mil pobladores diagnosticados. El incremento obedece, en parte, a la situación en la Cárcel de Villavicencio.
Pero en Leticia, la capital de Amazonas, la situación es crítica. El primer caso detectado allí se conoció el pasado 17 de abril. Y hoy, menos de un mes después, hay 718 casos.
Pero además, Leticia, la capital del departamento, es la cuarta ciudad con el mayor número de muertes en el país, con un total de 25, es decir, el 5,2% del total en el país.
El gobierno, el pasado jueves, aclaró en su informe de casos que el aumento obedecía a que se estaba haciendo en el departamento un “clúster con vigilancia epidemiológica intensificada. Hay varias comunidades indígenas (Yoi, Arara y Zaragoza). Se tomaron varias muestras comunitarias y en el hospital”.
Pero la situación allí ya podría catalogarse como crítica. Porque los insumos y la capacidad para la atención son precarios. Según los datos del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud, REPS, actualmente hay 167 camas instaladas en todo el departamento. De ellas, ni una sola es de Cuidados Intensivos y solo 8 están reportadas como de cuidados intermedios.
La situación, si se tienen en cuenta esos datos oficiales no ha mejorado en absoluto, pues el pasado 28 de marzo, la Unidad de Datos del EL TIEMPO informó que en departamentos “como Vaupés, Vichada, Guainía, Amazonas y Guaviare, no tienen ni siquiera una UCI para atender casos críticos”.
Este mismo diario informó el pasado cuatro de mayo, cuando los casos habían llegado a 136, que las autoridades de salud de la región reconocían estar desbordadas con la situación pese al toque de queda impuesto por el alcalde de Leticia, Jorge Mendoza y un cierre más estricto y m
“El gran reto es que los pacientes se complican e intubamos y necesitan cosas, no tenemos una UCI. Entonces necesitamos que nos apoyen con la remisión de pacientes”, dijo en ese momento el médico Javier Gutiérrez, gerente la Fundación Clínica Leticia.
En Leticia, la única forma de remitir pacientes a Bogotá es a través de un vuelo y el proceso de aprobación por parte de las EPS, autorizar la ambulancia aérea y conseguir la UCI en Bogotá, puede tomar hasta tres días, demasiado tiempo para un paciente en estado crítico.
UNIDAD DE DATOS EL TIEMPO