El intérprete y compositor francés Richard Galliano adaptó la música jazz al acordeón, un gesto que en su momento (finales de los años 60) desafió los parámetros establecidos, poniendo en la escena un instrumento tan inusual como subestimado en el género, despertando críticas entre los llamados puristas.
Sin embargo, siguió adelante. Su curiosidad se convirtió en el motor de ese deseo que lo ha posicionado como uno de los mejores intérpretes y compositores populares de su época.
Nacido en Cannes en 1950, desde pequeño incursionó en el acordeón, influenciado por su papá, el italiano Lucien Galliano, quien diariamente dedicó varias horas para explicarle la técnica y la importancia de este instrumento en la historia musical europea.
“Mi inspiración siempre ha sido mi padre. Él, que ya es un hombre mayor, no solo me enseñó cómo interpretar el acordeón, sino que también me proporcionó un amplio panorama sobre el mundo de los sonidos populares. Mi deseo ha sido construir algo similar a lo que se hizo con el tango”, le dijo Galliano a EL TIEMPO.
Su otra gran influencia fue el músico y jazzista norteamericano Art Van Damme. “Una tarde me senté a escuchar su música y mágicamente tuve una revelación. Sabía que eso era lo que yo quería hacer. Sus melodías estaban hechas a base de acordeón, vibráfono y guitarra, y eran realmente majestuosas”, añadió el artista, uno de los invitados a la undécima edición del Cartagena Festival Internacional de Música y que cerrará este encuentro el próximo lunes, con un concierto en Barranquilla.
‘La Mussette’
Para entender la importancia que Galliano ha tenido en la música, es necesario viajar al París de 1900, cuando comenzó a florecer ‘La Musette’, un estilo de música popular francesa en el que la danza y el acordeón fueron los principales protagonistas.
Aunque Galliano ha estado siempre muy interesado en el sonido de esta época, el detonante que lo llevó a adentrarse en las raíces musicales de su tierra fue haber conocido al maestro argentino Astor Piazzolla, considerado el renovador del tango.
“Fue en 1983, luego de un concierto en el Teatro Olympia de París. Piazzolla ha sido siempre un gran ejemplo para mí. Su trabajo con el tango está muy cercano a lo que yo busco hacer con la música tradicional francesa y algunos elementos de la música moderna”, sostuvo Galliano.
Así, inyectándole a la tradición algunas sonoridades que encontró en distintos géneros, entre ellos el jazz y el tango, el acordeonista se convirtió en pionero de lo que hoy se llama Nueva Musette.
El pasado 10 de enero en Cartagena Galliano presentó, junto al clarinetista Gabriele Mirabassi, un selecto repertorio dedicado a la música popular francesa de principios de 1900, en el que incluyó también incluyó dos obras de Piazzolla.
Ahora, el último concierto que dará en el festival será el próximo lunes 16 de enero en Barranquilla, no sin antes plantear una curiosa sugerencia: “Aprovechando que estamos en esta región de su país, donde se escucha tanto vallenato, me habría gustado venir con mi cuarteto e interpretar algunas de estas canciones. Y sería interesante que hubiera un espacio para explorar la música clásica, pero influenciada por ritmos populares como la cumbia”.
Esta presentación será a las 6:30 p. m., en el parque Sagrado Corazón de Barranquilla (carreras 42E y 42F con calle 79) y la asistencia es gratuita.
Daniel Torres
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
*Por invitación del Cartagena Festival Internacional de Música.
*Por invitación del Cartagena Festival Internacional de Música.