Roldán y Ruzzo estaban descansando en sus casas hace unos meses cuando Yotuel los llamó. “Oye, ¡qué bolá! ¿Estamos listos para comernos el mundo nuevo?”, les preguntó. 15 días después los tres miembros de Orishas estaban en Cuba. Después de siete años, Orishas estaba de vuelta.
El grupo cubano que mezcla el rap con el son y los sonidos de la isla, y que ha sido unos de los principales exponentes del género urbano en América Latina, había empezado su trayectoria con ‘A lo cubano’, en 1999. Después de tres discos más, Orishas se separó en 2009.
Siete años después, mientras buscaba talentos cubanos para su sello Chancleta Récords, Yotuel se dio cuenta que lo que estaba buscando era Orishas. Tras su reunión presentaron la canción ‘Cuba Isla Bella’, y están trabajando en un nuevo disco, que verá la luz a principios de 2017.
Orishas estuvo en Bogotá para presentarse en el festival Almax. El Tiempo habló con ellos sobre su nuevo disco y lo que aprendieron durante el tiempo que estuvieron separados.
Empezaron el siglo pasado y se separaron en 2009. Ahora están juntos de nuevo ¿Qué aprendieron en ese intermedio?
Yotuel: Aprendimos a no separarnos más. A valorar la energía que logramos en estudio y en tarima, la cantidad de fans que tenemos, la gente a la que nuestra música le sirvió de bastón para soportar el frío en Europa, no solo a cubanos, sino colombianos y latinos.
Teníamos un peso en las espaldas del rap cubano, nosotros lo empezamos. Cuando terminó Orishas, nosotros pensábamos que alguien iba a seguir, pero nadie lo hizo. Dicen que las segundas partes no son buenas, pero lo único que puedo decir es que volvemos con tremendas ganas, con mucha más madurez y con muchas ganas de seguir enamorando a nuestro público.
Ahora que hablan de rap cubano, ¿Qué opinan de los artistas que han surgido después de ustedes como Rxnde Acozta, los Aldeanos o Silvito el libre?
Roldán: Son tendencias. Lo bueno que tiene la música es cada quien se expresa a su manera, escoge el estilo que más le guste. Todo esto le da color a todo el ámbito musical de América Latina y en Europa. Por ejemplo, Jacob Forever está sonando duro en Francia. Nos estamos expandiendo y adaptándonos. Hay que seguir adelante y no perder la fe.
Viviendo afuera, ¿Cómo hacen para seguir conectados con Cuba y haciendo música cubana?
Ruzzo: Roldán vive en París, Yotuel en Miami y yo en Pamplona. Siempre vamos a la isla a recargar las baterías para investigar, adquirimos colores, nuevas vivencias cotidianas. Experimentamos musical y socialmente, para ver qué hace vibrar a la isla.
Yotuel: Ahora hay mucha más facilidad para entrar y salir de Cuba. Estar en Cuba es reconectarte con tus raíces y tu gente. Acabamos de grabar ‘Cuba isla bella’ allá, con músicos cubanos, es un producto cubano, de la isla. Para nosotros es una satisfacción poder grabar en Cuba, como el disco que estamos haciendo. Todos nuestros discos anteriores se habían grabado en París. Entonces grabar en Cuba es un sueño hecho realidad: estoy en mi casa, con mi gente, con los músicos que yo quiero.
En ‘Cuba isla bella’ grabamos con Pancho Amat, una gloria de la música cubana. Vamos a grabar con Chucho Valdés, con los Van Van. Antes no se podía, el terreno no estaba preparado: ahora sí está sembrado.
Yotuel, tú fuiste a Cuba buscando artistas nuevos para tu sello pero nada te convenció y pensaste en Orishas ¿Cómo fue eso?
Yo estuve en Miami trabajando, produciendo y componiendo para artistas. Sony me dijo que sentían que podía abrir mi sello con los artistas que yo quisiera, y me fui a Cuba buscando el son y me di cuenta que lo que estaba buscando era Orishas. Entonces volví a Miami y llamé a Roldán y a Ruzzo y les dije “Oye, ¡qué bolá! ¿Estamos listos para comernos el mundo nuevo?”. Y estamos acá con tremendas ganas. A la americana. Si tú ves allá lo que está haciendo el sello de Drake, o Cash Money, que firma a Lil’ Wayne y luego a Nicki Minaj. Estamos enfocados a firmar nuevos artistas que están en nuestra corriente, música seria y de calidad. ¡Chancleta Récords, papá!
¿No habían hablado en todo ese tiempo que estuvieron separados?
Yotuel: No habíamos hablado en siete años. Fue muy lindo hablar con Roldán y con Ruzzo y sentir que hace dos horas habías hablado con ellos. Es la música, era inevitable. Yo hice mis shows independientes, pero subía a la tarima y sentía que en cualquier momento iba a salir Roldán o Ruzzo. La vida dijo ‘ahora es cuando’, ¡Hey! Y por algo será.
Mencionaste que te ha influenciado el rap de Estados Unidos, ¿Quién te gusta de los que están sonando ahorita?
Yotuel: Compadre, me gusta mucho Kendrick Lamar. También Drake. 2Chainz trajo un sonido fresco, y Future tiene un estilo que se está comiendo el rap ahorita. Queremos colaborar con ese calibre de artistas hip hop.
A mí todo lo que sea evolución me parece bien. El rap viene de la calle, y si la calle respira otro tipo de verbo, de hablar, de fonética, el rapero tiene que estar en la calle todo el día escuchando como habla, porque si no te vuelves vieja escuela.
¿Qué traen en este nuevo disco?
Roldán: Como en la ciencia, en la música se sigue investigando, innovando y buscando nuevas vertientes. Sin separarnos de nuestra esencia, rap con sonidos cubanos y latinos. Tenemos un temita con tendencia de vallenato, otro más pop. Caribe, reggae.
¿Qué han aprendido desde su último trabajo?
Ruzzo: A nivel musical hay una evolución lógica. Hoy estamos en batallas de sonidos. No se puede descuidar nuestro flow y nuestra lírica. Queremos darle continuidad pero actualizar nuestra propuesta. No puedes quedarte estancado, si no cómo evolucionas.
Yotuel: La evolución también ha llegado a nosotros, en sonidos y a la hora de componer canciones, la métrica y la lírica. Queremos hacerlo en este disco, de manera coherente y bonita, que estemos a gusto.
Aunque intentemos incluir nuevos ritmos, tenemos dificultad para separarnos de lo que somos. Si hacemos un tema de Mariah Carey, al final escuchamos y vemos que sigue siendo Orishas. Es nuestro sonido.
SANTIAGO CEMBRANO
Para EL TIEMPO