A Gabriela Contreras Borja solo le bastaron seis minutos para vivir una de las experiencias más bonitas de su vida.
La joven fue una de las de las seleccionadas en el grupo de niños y jóvenes del colectivo Movtómico, del programa Crea de la Alcaldía de Bogotá (que trabaja creando espacios para la danza y teatro con niños y jóvenes de los estratos 1, 2 y 3), para compartir un momento en el concierto de Roger Waters en Bogotá y que se llevó a cabo el 21 de noviembre en el estadio El Campín.
“Fue algo muy lindo, estuve muy contenta y eufórica”, comenta en una entrevista con EL TIEMPO Gabriela. Aunque esa vivencia ya hace parte de un recuerdo reciente. La niña reconoce que fue uno de los capítulos de la vida que nunca va a olvidar. No era para menos, pues estuvo junto a otros 12 niños en uno de los conciertos que ya ostenta el título de ser uno de los mejores del 2018.

Rober Waters, durante el show que dio en Bogotá, el 21 de noviembre de 2018.
Juan Diego Buitrao / EL TIEMPO
Ella bailó e hizo una coreografía muy emotiva a pocos pasos una de una leyenda de la historia del rock contemporáneo y un hombre con una sólida visión del mundo, de la política y de los contrastes sociales que siempre ha convertido en canciones e himnos inolvidables, tanto en su historia con la banda Pink Floyd, como en su carrera en solitario.
Eso pasó durante la interpretación de 'Another Brick in the Wall', canción que critica a los esquemas de educación obtusos y que apela por una transformación social para los estudiantes. “Ya la había escuchado en una de mis presentaciones con el grupo (Movtómico), pero cuando me dijeron que iba estar junto a él (Waters) en el escenario dije: ¡Guauuu!”, recordó emocionada.
Durante un mes ella y sus compañeros ensayaron unos movimientos sencillos, pero de fuerte presencia escénica.
“No fue fácil, pero nos preparamos mucho”, dijo. Cuando llegó la hora de la verdad, ella se concentró y siguió uno de los consejos más importantes de su maestra y formadora Laura Zambrano: Mirar a un punto específico y concentrarse en eso, para no sentir nervios o perder la concentración. “Luego, cuando nos sintiéramos más tranquilos nos dejáramos invadir de la emoción del público”, explicó.

El colectivo Movtómico del Programa Crea de la Alcaldía de Bogotá, integrado por 20 niños y jóvenes de estratos 1, 2 y 3, entre los 9 y 23 años, l
Idartes
Claro, fueron más de 30 mil almas quienes aplaudieron sin parar a los chicos. Tras bailar, sonreír y mostrar en su camiseta un mensaje que decía Resiste (Resist) los chicos salieron del escenario y esperaron a reencontrarse con un Waters sonriente y orgulloso.
“Habíamos dicho que al terminar ese momento íbamos a llorar, pero como dos minutos después de la presentación él apareció (…) Nos abrazamos, nos tomamos fotos, hablamos un momento y luego se despidió”, recordó Gabriela, a quien se le sigue poniendo la piel de gallina cuando vuelve a ver los videos de ese momento.
“Me va a tocar enmarcar el autógrafo (….) esto fue muy emocionante”, recalca Gabriela con alegría. Al final ella no cumplió con la promesa, no lloró luego de vivir esa experiencia.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
Twitter: @AndresHoy1
CULTURA EL TIEMPO
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