Pocas producciones audiovisuales abordan el encuentro de culturas y lenguas del mundo como The Eddy.
En esta serie de Netflix, que se desarrolla en París, se pasa del francés al inglés, al árabe y al polaco a medida que cada protagonista se expresa en su idioma nativo, tal como ocurre en la vida real.
El epicentro de la historia es un club de jazz dirigido por el pianista estadounidense Elliot Udo y por Farid, un trompetista francés de origen argelino. Allí se presenta noche a noche un sexteto de maravilla que protagoniza la historia turbia y compleja de los inmigrantes en París.
A diferencia de la típica banda sonora que suena de fondo en el cine, la música de esta serie, escrita por Glenn Ballard y Randy Kerber, narra en voz alta todo el drama que rodea a los personajes de esta trama inverosímil.
La cantante polaca del grupo tiene un tortuoso romance con el dueño del local y una madre que se acuesta con sus novios y se los quita. El bajista lucha por salir de la adicción y de la depresión que le dejó el abandono de su pareja. Elliot es un padre atribulado al que cada día le cae un problema peor que el anterior.
Farid es asesinado en el primer capítulo por un mafioso al que le debe dinero. La estupenda baterista Katarina tiene que atender a su padre en estado de coma mientras cumple con los compromisos de la banda y, además, le esconde un dinero falsificado a Farid.
Con perfiles así, el guionista logra una narración hábilmente amarrada al instrumento que cada uno de ellos toca.
Los desgarradores alaridos de free jazz que el saxofonista toca en la escena de un entierro describen al milímetro el dolor de todo el grupo por la muerte de uno de sus miembros.
Hay una secuencia de Katarina tocando la parte de batería que había preparado para una grabación (y que no pudo grabar porque la expulsaron de la banda) donde se palpa su rabia en la manera como golpea los tambores.
No salgo de mi asombro viendo cómo el libreto se va construyendo con precisión sobre el ritmo y el tono de cada canción, haciendo que sobren las palabras.
Hacía mucho no veía una serie que lograra integrar tan orgánicamente el lenguaje audiovisual con música de verdad, buenas canciones sin maquillajes innecesarios.
En Spotify encontrarán la banda sonora de The Eddy, que por sí sola es un verdadero placer.
Óscar Acevedo Músico y crítico musical acevemus@yahoo.com
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