"Un juglar de mi país". Es como se veía a sí mismo Germán Castro Caycedo, como se lo dijo a EL TIEMPO en una de sus últimas entrevistas. Así lo ratifica su prolífica obra editorial, que lo definen como un maestro de la reportería y la investigación periodística.
Germán Castro Caycedo, el cronista de trayectoria más extensa, profunda y coherente que tal vez ha tenido el país, se silenció este jueves, a sus 81 años, en la capital, rodeado de sus seres más queridos, quienes confirmaron la noticia.
Germán Castro Caycedo dejó más de quince libros de investigación, que se convirtieron en fenómenos en ventas, en especial durante la tradicional Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo). Las filas de sus fervientes lectores, de varias horas, para que firmaran sus libros en el puesto de Planeta, su editorial por más de 30 años, llegaron a captar incluso la atención de los titulares de los noticieros.
Su olfato le permitió siempre sorprender con las temáticas más diversas: la guerrilla, la selva, los migrantes colombianos, el contrabando de armas, el narcotráfico...
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Este elegante periodista, que era fácil de reconocer desde la distancia por su perfecta cabellera blanca y su bigote, había llegado a este mundo el 3 de marzo de 1940, en la población de Zipaquirá, en Cundinamarca.
Germán Castro Caycedo se vinculó a este diario, EL TIEMPO, en 1967 y desde los primeros días su pluma narrativa lo llevó a convertirse en el cronista general, durante una década, llevándolo a los rincones más remotos de este país y del mundo. Luego continúo colaborando con varias revistas. Su labor periodística le valió el reconocimiento del Premio Nacional de Periodismo y el Premio Mergenthaler.
En la década de los 70, Germán Castro Caycedo saltó a la televisión, cuando se vinculó a la productora RTI Televisión, en donde comandó el emblemático programa ‘Enviado Especial’, por cerca de dos décadas.
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En su momento, el formato de este programa periodístico fue revolucionario, al salir de los estudios con la cámara, para hacer periodismo de denuncia. Germán Castro Caycedo alcanzó a hacer más de mil programas, que le permitieron cosechar una veintena de galardones en el país y en el extranjero.
Castro Caycedo ganó el premio Gran Periodismo en los Simón Bolívar de 2015.
Diego Vega. EFE
Son millones los colombianos que lo lucen con alegría en las bibliotecas de sus casas y disfrutaron las horas de lecturas de títulos inolvidables nacidos de la pluma de este zipaquireño.
Castro Caycedo abrió camino en el periodismo narrativo del país. Después de sus diez años como cronista en EL TIEMPO, se concentró en la escritura de sus libros y con títulos como El hueco, La bruja o El Karina, marcó una época en el oficio. Son obras en las que no solo demostró su capacidad para la investigación, sino el gran talento para recoger las voces de la gente.
Todo su trabajo periodístico tiene un clarísimo peso testimonial. Castro Caycedo era de los reporteros que caminaba el país, que se metía a buscar a los personajes más clandestinos posibles -basta recordar la historia de su libro La bruja- y sabía luego plasmarlo en el papel con el suspenso necesario para capturar lectores. “Soy un oído humano”, dijo en una ocasión la premio nobel Svetlana Alexievich sobre su labor de reportera. Algo así podría decirse del trabajo que hizo Castro Caycedo durante tantos años en sus obras.
Cuando se repasa el listado de obras de Germán Castro Caycedo no se puede menos que sentir nostalgia:
- Perdido en el Amazonas (1978)
- Mi alma se la dejó al diablo (1982)
- El Karina (1985)
- El Hueco (1988)
- El Cachalandrán Amarillo (1989)
- El Huracán (1992)
- La Bruja (1994)
- El Alcaraván (1996)
- Operación Pablo Escobar (2012)
- La Tormenta (2013)
- Nuestra Guerra Ajena (2014)
- Una Verdad Oscura (2017)
- Huellas (2019).
En 1999 por su obra El Karina (traducido a nueve idiomas) recibió el premio Rodolfo Walsh, el cual es concedido a la mejor obra no-ficción publicada durante ese año en España. Sin embargo, el libro había salido en Colombia en 1985.
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