Rafael ‘Wicho’ Sánchez (1935-2017) se había quedado con dos botellas de cerveza en la mano. Una mujer que conoció en fiestas del precarnaval que se celebraba en Valledupar, en los 60, le había dicho que le trajera una cerveza, pero ella escapó mientras volvía.
Sánchez la buscó y cuando perdió la esperanza se dejó llevar por la música de una fiesta. Allí se encontró al conjunto de los Hermanos Piña, que no conseguían empezar a dar una serenata.
“Lo que pasa es que la banda está borracha”, dijo Wicho. De ahí surgió la canción que le dio la vuelta al mundo en nombre de este compositor y cantante vallenato, fallecido este domingo en una clínica de Valledupar.
El origen de ‘La banda borracha’ fue la historia que más relató a lo largo de una vida en la que su habilidad para contar anécdotas lo convirtió en una figura infaltable en el contexto de las parrandas. Algunos lo veían como un humorista del folclor. Otros, como Beto Murgas, dicen que era de los “últimos relatores de historias del viejo Valledupar”.
No en vano decía que quería ser recordado como “buen amigo y buen parrandero”.
De su legado, Sánchez mismo resaltaba que con Los Playoneros del César –grupo con el que grabó canciones suyas como ‘Campesina ibaguereña’ y ‘La bogotana’– abrió camino para los que vinieron después, incluidos los Hermanos Zuleta.
En Los Playoneros alternaba su voz con Miguel Yaneth y los acompañaba con su acordeón Ovidio Granados. También estaban Cirino Castilla y Alfredo Calderón. Otro de sus clásicos fue ‘Penas negras’.
Comentar