Se llama He Yaia Keti Oka y es el “conocimiento-palabra curativo de los sabedores jaguares de Yurupari para el manejo de los grupos indígenas del río Pirá Paraná (Vaupés y Amazonas)”.
Desde el 2011 hace parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Se manifiesta, dice su plan de salvaguardia, “por medio de rituales, danzas y oratorias, manejo de lugares sagrados, elementos y plantas sagradas. Este sistema orgánico de conocimientos contiene la sabiduría para el manejo del territorio y de la vida; se utiliza en beneficio de la naturaleza y del ser humano...”.
Es uno de los 17 apartados colombianos que hacen parte de la lista patrimonial de la Unesco, designaciones que empezaron desde la antigua Colcultura. Y aunque para muchos suenen muy lejanos, son reflejos de lo que somos porque están en todo el país.
Ese ha sido uno de los trabajos del Ministerio de Cultura: tratar de que todas las culturas de Colombia, tan diversas y ricas, se puedan valorar desde su individualidad.
Ese ha sido uno de los trabajos del Ministerio de Cultura: tratar de que todas las culturas de Colombia, tan diversas y ricas, se puedan valorar desde su individualidad, y por eso este martes, en la celebración de los 20 años de esta cartera (nació el 7 de agosto de 1997), se reunieron para hablar del tema el expresidente Ernesto Samper, en cuyo gobierno se creó, y el presidente Juan Manuel Santos, en el Teatro Colón. El 25 de agosto estarán en Barranquilla.
El nacimiento del ministerio, cuenta Ramiro Osorio, primer ministro de Cultura, “tuvo su origen en la Ley General de Cultura (Ley 397)”, que había empezado a nacer cuando Osorio era director de Colcultura (entidad que antecedió al ministerio).
“Hubo oposición –dice– y uno de esos oponentes fue el fallecido Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien argumentaba que el ministerio iba a ser un fortín y una cartera de gobierno para la cultura”.
Agrega que para el Nobel lo mejor era una entidad similar al desaparecido Conaculta de México (hoy Secretaría de Cultura).
“El ministerio es el resultado de una ley que cambia las obligaciones del Estado con la cultura, que solo se podían cumplir a través de una cartera”, sigue.
Porque no era que Colcultura no sirviera. De hecho, como entidad fue muy eficiente, pero, como dice Eugenia Serpa, que trabaja en el Ministerio desde hace 20 años y quien empezó en Colcultura, “si uno mira lo que hace hoy la entidad, a dónde llega, la cantidad de labores y programas que tiene desde las artes y el patrimonio, hay un gran avance”.
El Ministerio de Cultura ha tenido nueve ministros, tres de ellos hombres (además de Osorio, Alberto Casas y Juan Luis Mejía). El resto son mujeres, las de mayor tiempo en el cargo: María Consuelo Araújo (2002-2006), Paula Moreno (2007-2010) y Mariana Garcés (desde el 2010). También estuvieron Consuelo Araújonoguera, Araceli Morales y Elvira Cuervo.
En el 2007 su presupuesto fue de 127.906 millones de pesos y el de este año 346.854 millones de pesos.
En el 2007 su presupuesto fue de 127.906 millones de pesos y el de este año 346.854 millones de pesos. De la disminución de recursos que tuvo el Estado, Mincultura no estuvo exento: en el 2018 recibirá 352.000 millones de pesos, un 13,7 por ciento menos.
Para Gonzalo Castellanos, asesor de políticas y proyectos culturales, escritor y columnista de EL TIEMPO, entre otros, “es lamentable que si la cultura es la apuesta en un escenario de ilusiones de paz se afecte a la cabeza del sistema. Esperábamos que bajara el presupuesto de la guerra y se incrementara el del diálogo cultural”.
La exministra Paula Moreno, también se mostró preocupada. “Es una tristeza, pues sistemáticamente se había logrado avanzar. Creo que tenemos que sacar a la cultura de la marginalidad y generar apuestas más sostenibles”.
Aun así, hay unos lineamientos específicos para el último año del gobierno, entre ellos el fomento a la lectura y la entrega de infraestructuras que ya están en proceso de construcción o rehabilitación o que ya tienen vigencias futuras.
Igualmente, se seguirá apoyando a los municipios para que implementen la Ley de espectáculos públicos, el desarrollo de la APP (Alianza Público Privada) para la recuperación del Galeón San José, y en cine, se ampliarán los estímulos.
Esta última ley es una de las más importante aprobada. Vigente desde el 2003, ha tenido picos como el año pasado, cuando se estrenaron 42 largometrajes. Además, se logró, en el 2016, una nominación al Óscar en la categoría de Mejor película extranjera con 'El abrazo de la serpiente'.
Otras dos importantes leyes que ha logrado el Ministerio de Cultura son las de Espectáculos públicos (2012) y Patrimonio sumergido (2013).
Esta última, “regula la exploración, rescate y explotación de los objetos hallados en los naufragios en mares colombianos”.
Tuvo rechazos de parte de académicos y arqueólogos que la consideraron permisiva con los cazatesoros, pero pasó. Además, el 16 de noviembre del 2015 el gobierno anunció el hallazgo del galeón San José, hundido en 1708 con unos 10 millones de objetos, entre oro, plata, cerámica, vidrio y madera, cerca a Cartagena.
Ahora, el trabajo del Ministerio en este final de periodo tiene que ver con el posconflicto.
Ahora, el trabajo del Ministerio en este final de periodo tiene que ver con el posconflicto. Y para eso, dice Castellanos, es muy importante “profundizar en las relaciones de la cultura con la educación, la memoria, la ciencia y la tecnología. Hay que reconocer las brechas en materia de acceso cultural”, dice.
En el posconflicto, el Ministerio le ha dado paso a proyectos como la Expedición sensorial, que empezó en 33 corregimientos de los Montes de María, para “revitalizar los saberes, procesos y manifestaciones de estas comunidades y lograr la reconstrucción del tejido social y la sostenibilidad económica y social”, dice Mariana Garcés, actual ministra de Cultura.
Adicionalmente, el Ministerio cuenta con 1.444 bibliotecas distribuidas en el 99 por ciento del territorio y al finalizar este periodo, el 85 por ciento de ellas tendrán conectividad.
Otro aspecto importante es la transferencia de recursos de la telefonía celular para la conservación del patrimonio, que ha generado recursos este año por 27.194 millones de pesos, aunque falte más compromiso de las autoridades de los sitios donde está el patrimonio.
Con grandes desafíos, el ministerio debe, como dice la exministra Moreno, “generar apuestas más sostenibles que permitan que el país entienda lo crucial de este sector para nutrir el alma y sanar las heridas”.
Eugenia Serpa estudió en la Escuela de Restauración de Colcultura y como funcionaria del Ministerio ha recorrido el país trabajando el tema del patrimonio y la restauración.
En su labor ha tenido muchos momentos que le han llenado el alma.
Uno fue cuando, estando en Colcultura, llegó una imagen milagrosa de Caloto (Cauca) para ser restaurada. “Y los caloteños que vivían en Bogotá no solo pasaban a ver cómo iba el trabajo, a darnos luces para su restauración, sino a rezarle a su imagen”, dice.
El otro fue el año pasado, con un retablo de la población de Soatá, que se había quemado “hace 20 años y estaba en un garaje. Cuando lo devolvimos restaurado, la iglesia estaba llena y la gente feliz”.
Otro hecho importante fue la restauración del órgano de la Catedral Primada, el año pasado. “Ahora, a los conciertos llega mucha gente y hemos tenido que cerrar las puertas porque se llena la Catedral”.
La abogada caleña Mariana Garcés es, desde el 2010, la ministra de Cultura y quien más tiempo ha estado en el cargo. EL TIEMPO habló con ella.
¿Cuál es el municipio más lejano al que ha ido?
Puedo decir que hemos estado en lugares donde no llega nadie. Por ejemplo, en Puerto Leguízamo nos tocó quedarnos en una base militar porque la disponibilidad de hoteles es reducida y ahí entregamos una biblioteca. También fuimos a Armenia Mantequilla, en Antioquia, casi a 5 horas por carretera desde Medellín. Estábamos en pleno invierno, con una carretera destapada, y tuvimos muchas dificultades.
Fuimos a Andagoya, en Chocó, donde las condiciones para pernoctar eran complejas y sus habitantes dispusieron de un espacio para que yo durmiera. Los operativos siempre son como los mismos: un carro que pueda andar por territorios o carreteras complicadas y un esquema de seguridad mínimo, porque para el ministro de Cultura es fácil moverse.
¿Cómo ve nuestra cultura?
Colombia es un país pluriétnico, y eso hace que cada región tenga rasgos que la identifican. Uno no puede decir que una u otra manifestación sea más importante. El conjunto de los rasgos inmateriales que nos identifican nos hace ese país diverso y maravilloso. Entonces, pues tenemos carnavales, una cocina tradicional excepcional, edificios emblemáticos, danza, música, teatro, plástica y literatura que nos señala como un país de artistas y enormemente creativo.
¿Cómo se maneja el presupuesto?
Este es un ministerio de bajo presupuesto, pero que lo ha incrementado considerablemente. Adicionalmente, nos dedicamos a crear una legislación que nos permite obtener recursos de fuentes diversas al presupuesto nacional. También, el equipo que me acompaña es serio, sabe priorizar; licitamos casi todos nuestros proyectos y hacemos un seguimiento eficiente a las inversiones.
¿Cuál es su mayor logro?
Los logros son de todo el equipo que me acompaña, entre ellos la apuesta del Plan Nacional de Lectura ‘Leer es mi cuento’; hemos construido 200 nuevas bibliotecas que han sido dotadas con libros y tecnología y conectividad eficiente, y hemos desarrollado una política pública sólida en esta y varias materias.
Olga Lucía Martínez Ante
Cultura y Entretenimiento
Comentar