Lenny Kravitz comió frutas, ensayó con disciplina y en muchas de esas dinámicas de tocar y afinar la voz, hizo pausas para mirar a la gris Bogotá por la ventana del hotel y del estudio, donde pasó casi toda la semana previa al recital de este sábado 23 de abril en el Movistar Arena, a las 9 p.m.
No era para menos, pues se trataba de una rutina para el primer concierto que realiza en el país y la primera parada de una gira por Latinoamérica, un hecho que lo tiene particularmente emocionado.
Este roquero, de 54 años que navega sin marearse en el soul, el pop y el rhythm and blues –y que se gana el suspiro de las mujeres y la envidia de la buena entre los hombres–, es en realidad un hombre tranquilo, un poco tímido que parece mantener un equilibrio entre su vida personal y su trabajo, en contraste con ese mundo de reglas, giras, condiciones y estrés que se mueve alrededor de su alma de artista.
“Tengo muchas expectativas también del concierto en Colombia. Es el encuentro de dos entidades. Yo hago giras para poder experimentar la música con la gente que hace posible que yo la pueda hacer (...) Todo esto es un lugar de encuentro, un lugar para compartir, porque la música no solo me pertenece a mí, sino a la gente (...) Estar aquí, por primera vez, es muy emocionante (…) Vamos a sentirnos... y creo que hay mucha belleza en eso”, comentó Kravitz en una entrevista con EL TIEMPO.
El artista también tiene claro que ha escapado a los moldes y los lugares comunes de la industria musical, de ahí que tenga un gran poder de convocatoria entre diferentes generaciones.
No ha sido una tarea fácil, como él mismo asegura, en este medio muchos artistas suben y desaparecen todo el tiempo en un ejercicio acelerado de consumo en el que el disfrute de la música responde a pequeños momentos y no está exenta de ser olvidada o cambiada rápidamente.

Kravitz dijo tener muchas expectativas por su concierto en Bogotá y prometió un viaje por sus clásicos y por sus nuevas canciones del álbum 'Raise Vibration'.
EFE
Pero ese no es el caso de Kravitz para quien el trabajo duro, se mezcla con la sensibilidad, la integridad y la libertad, que tiene mucho que ver con su relevancia y el poder que lo rodea.
También reconoce que en sus últimas giras y en esas experiencias de interacción con sus fanáticos ha encontrado a gente muy joven que lo sigue y que ha hecho –en muchos casos– un descubrimiento tardío de sus canciones.
“Hay algo romántico en la dinámica de llegar fuera de tiempo a un artista y eso mismo es lo que está pasando, como algunas veces sucedió con Jimi Hendrix o John Coltrane”, expresa, refiriéndose a dos de sus músicos favoritos.
Hay un interés especial de él por este aspecto, ya que uno de sus requerimientos especiales para su recital en Colombia, fue que estuvieran niños de 12 años en su presentación.
“La idea es que sientan la música, sientan el amor, vean grandes músicos interpretando una música muy orgánica”, explicó.
Pero, reflexionando más acerca de esa libertad e integridad de la que goza como artista, Kravitz es un poco más reflexivo.
“Quiero ser yo mismo, no quiero ser otra persona. Quiero vivir la vida que se supone que debo vivir. Me vi a mi mismo tomando la decisión de hacer lo que sentía que era auténtico. Tener la libertad de escoger es un gran regalo y aprecio el hecho de que puedo hacer lo queme gusta con amor, con el ideal de vivir y disfrutar”, explicó. “Cada generación puede identificar algo falso más rápido”, agregó.
“La gente consume mi música y la conexión que se da es muy fuerte, pues tiene mucha energía y amor, y ellos (la audiencia) tienen mucho para dar, quieren más y le quieres dar más y de ahí se gesta un efecto de bola de nieve”, recalca el artífice de grandes éxitos como Fly Away, Let Love Rule, Are you Gonna go my Way y Believe.
A su vez, tendrá la oportunidad de presentar parte del material de su más reciente producción discográfica, que se titula Raise Vibration y que lanzó el año pasado, una apuesta que retoma el sonido del funk y el rock, con unas composiciones más profundas, emocionales y con un mensaje de reivindicación al poder del amor.
“Todo Raise Vibration tiene una gran música para tocar en vivo”, dice. “Pero nunca voy a dejar de interpretar mis canciones más viejas, porque fueron hechas para la gente y siempre he apreciado eso del público que me ha dado la plataforma para hacerlo, para tocar”.
“Esta gira es como mi introducción a algunos lugares de Latinoamérica, en los que nunca había estado y es también la oportunidad para mostrar parte de los clásicos y la nueva música”, recalcó sobre su más reciente producción que ha sido considerada por la crítica como uno de los mejores álbumes de su carrera, en la que cuenta con 11 trabajos discográficos.
Sin complicarse la vida, ha logrado lidiar con la otra cara de su negocio, esa de ser un estrella, hombre famoso y, a la vez, un modelo de sensualidad, algo que es inherente a su música y a su imagen.
“Es una combinación de cosas: la sensualidad, la sexualidad, es una mezcla, la música es algo mágico que puede llevarte a muchos lugares, pero hay belleza en esa sensualidad y un elemento muy importante que es el amor: a veces puede ser espiritual, sensual o el amor de Dios. De lejos, el amor es el centro de todo”, concluye.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
@AndresHoy1
CULTURA
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