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Así fue como EE. UU. decantó la Primera Guerra Mundial

Foto:AFP

No obstante estar armados hasta los dientes, ni los aliados ni las potencias salieron victoriosos.

EL TIEMPO
Tras la expansión colonial que tuvo lugar entre 1870 y 1900, el siglo XX se inició, igualmente, en una atmósfera convulsa en la que el nuevo káiser alemán, Guillermo II, ponía todo su esfuerzo en hacer de su territorio la gran potencia que entonces era Inglaterra.
Pero el jerarca ario no estuvo solo, ya que el Imperio austrohúngaro se unió a su avanzada en contra de las potencias del otro extremo del continente, Gran Bretaña, Francia y Rusia, delimitando, desde la primera década del nuevo siglo, la escisión entre los dos grandes bloques europeos que, en 1914, desataron la Primera Guerra Mundial.
Y es que los ánimos venían caldeándose debido a la carrera armamentista que habían estado realizando los frentes. Por un lado, el músculo naval hizo zarpar a los ingleses con todo su poderío y, conscientes de ello, los alemanes levaron anclas hacia la consolidación de una robusta armada, a lo que respondió Inglaterra aliándose con Francia en 1904, pues ambos países marchaban sobre el común denominador del recelo hacia las ambiciones del káiser.
Esta unión de fuerzas sedujo al Imperio ruso –aliado eterno de Francia– y, en 1907, la llamada Entente Cordiale se convirtió en la Triple Entente, que igualmente tenía otros tres contendores: Alemania, Austria-Hungría e Italia, que desde 1882 ya habían formado su Triple Alianza.
Colección Grandes Temas de la Historia de EL TIEMPO

Colección Grandes Temas de la Historia de EL TIEMPO

Foto:Archivo particular

Con los bandos establecidos, solo hacía falta el detonante. Y este fue el asesinato del heredero al trono del Imperio austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando de Austria, quien estaba de visita en la capital de Bosnia, Sarajevo –ubicada en la región balcánica, donde los conflictos por evitar el colonialismo nunca cesaron–, en aras de reforzar los lazos adquiridos por las dos naciones tras la unión (en 1908) de Bosnia al imperio de los Habsburgo.
“El 28 de julio de 1914, el Imperio austrohúngaro declaró la guerra a Serbia, un conflicto que rápidamente fue aumentando de contendientes gracias a la puesta en marcha de las distintas alianzas. El 1.º de agosto Alemania declaró la guerra a Rusia, y el día 3 a Francia, a la vez que sus ejércitos atravesaban las fronteras de la neutral Bélgica, lo que supuso un buen pretexto para que Gran Bretaña también interviniese ya el día siguiente, 4 de agosto”, se lee en La Primera Guerra Mundial, tomo número once de la colección Grandes Temas de la Historia, que reconstruye el estallido del primer conflicto bélico mundial del siglo XX.
En cuestión de días, el Imperio otomano y Bulgaria se confabularon con las Potencias Centrales, mientras que Japón, Italia, Rumania, Portugal, Estados Unidos y Grecia, con los Aliados. Precisamente, el involucramiento de la nación más poderosa del continente del otro lado del Atlántico, en 1917, no solo reforzó el carácter mundial de esta guerra, sino que, además, sacó a las tropas que llevaban tres años prácticamente inmóviles en un complejo sistema de trincheras, definiendo el conflicto a favor de los Aliados y ubicándose en la cima como nueva potencia mundial.
Si bien el fin de la contienda marcó el inicio de una serie de negociaciones para firmar acuerdos de paz, para conformar nuevos Estados (como Polonia, Yugoslavia y Checoslovaquia en los territorios de las Potencias Centrales), recuperar tierras previamente perdidas (por ejemplo, Francia recuperó a Lorena y Alsacia) y ampliar geografías (Italia incorporó a su suelo patrio las poblaciones de habla italiana del antiguo Imperio austrohúngaro), todo ello en aras de la reconstrucción continental, la gran mortalidad durante la guerra redujo drásticamente la población activa, obstaculizando el resurgir europeo.
“Con todo, lo peor aún estaba por llegar; el crac bursátil de 1919 y el inicio de la Gran Depresión hundirían aún más las esperanzas de un renacer económico”, añade La Primera Guerra Mundial, entrega número once de la colección Grandes Temas de la Historia, que llegará este jueves con EL TIEMPO y tendrá un precio de $ 24.900.
La colección completa de 12 tomos tiene un costo de $ 214.900 para suscriptores del Club Vivamos y de $269.000 para los no suscriptores. Podrá adquirirla llamando al 426 6000, opción 3, en Bogotá o al 01 8000 110 990 a nivel nacional, o a través de la tienda virtual tienda.eltiempo.com/historia.

Otros tomos de la colección:

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