Hay libros que al descubrirlos de manera sorpresiva en una biblioteca, cuando se es niño o joven, pueden ofrecer un momento de lectura inolvidable. Y uno de ellos es un clásico de clásicos: 'El Principito'. Uno de los más vendidos en el mundo.
Eso le ocurrió a la escritora bogotana Irene Vasco, experta en literatura infantil, quien cuando niña se encontró en su colegio, el Liceo Francés, el libro de Antoine de Saint-Exupéry. “Estaba en la biblioteca, cayó en mis manos y lo leí sin toda esa carga escolar que tiene ahora, que ojalá desapareciera, para que se vuelva a leer con el gran placer como se debe leer”, dice.
Este, además de toda la obra del desaparecido aviador francés, es tal vez uno de los libros que más ha releído Vasco en su vida. Luego de ir descubriendo y reuniendo claves secretas tanto del libro como de la vida de su creador, la escritora publica 'Expedición El Principito'. Que, además, lleva esa impronta singular de sus libros infantiles, y que se convierte en un recomendado de la Feria del Libro de Bogotá, que ya se acerca.
La propuesta gráfica del libro es una afortunada mezcla estética que nació en un pequeño cuaderno que Vasco, con el entusiasmo de una niña, hizo de su puño y letra, con recortes y bolígrafos de colores. De hecho, así lo hace con todos sus libros, para sentir su estructura.

Irene Vasco es una destacada escritora y formadora de lectores, en especial en el ámbito infantil y juvenil.
Claudia Rubio/EL TIEMPO
Además de ser una especie de bitácora de viaje llena de fotografías, mapas, ilustraciones y color, 'Expedición El Principito' va más allá.
“No hablo solamente del libro sino de la historia de Europa a principios del siglo XX, de la historia de la aviación y de los inventos. Los niños contemporáneos tienen toda la tecnología a la mano, pero no saben cómo nació nada. Y quiero invitarlos no solo a leer sino a investigar, a entrar al mundo científico y conocer la obra de Saint-Exupéry”, explica Vasco.
De esta manera, los menores se familiarizarán con hechos históricos importantes como la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, de una manera lúdica.
“A mí me apasionaba todo eso que él contaba de los vuelos, en esos aviones que eran palillos con servilletas. Me parecía increíble. Saint-Exupéry nació tres años antes que el primer vuelo de los hermanos Wright (1903). Vivió todo el desarrollo de la aviación y en sus libros para adultos él cuenta esa experiencia de volar en esas noches oscuras y atravesar el océano desde Europa hasta Argentina”, anota la autora.
En ese sentido, Vasco tenía clara la importancia de hablar de la geografía, que es un conocimiento primordial para un aviador.
Los niños contemporáneos tienen toda la tecnología a la mano, pero no saben cómo nació nada. Y quiero invitarlos no solo a leer sino a investigar

El libro está lleno de ilustraciones y fotos.
Archivo particular
“Todas esas aventuras fueron las que le dieron vida al 'El Principito'. En últimas, el protagonista era el mismo Saint-Exupéry con sus infinitas ganas de volar, cayéndose cada rato”, dice Vasco.
La autora cuenta que los aviones generaban en el autor francés tal magnetismo, que lo llevó a escaparse de la casa para ir a la escuela de aviación siendo un menor de edad. “Allí se las ingenió para que lo dejaran volar y ahí tuvo su primer accidente”.
Y, claro, toda esa imaginación del aviador tenía que tener un motor creativo que la autora también les descubre a los niños.
“En algún lugar menciono a Julio Verne. Y yo, al ponerme en los zapatos de Saint-Exupéry, me imagino qué leía él de niño. Estoy segura de que leía a Verne, que era el gran autor que volaba hasta la luna, cuando ni siquiera existía el primer avión en la visión de la humanidad. Esa es una interpretación personal, pero las lecturas nos forman”, dice la autora, al resaltar la presencia de una gran biblioteca en la niñez del escritor.
Otro de los mensajes que subyacen en 'El Principito' es la metáfora de volar, como una idea de nunca dejar de soñar. Y unido a este concepto está presente también el inolvidable planeta B612, tan significativo a lo largo de todo el relato, que Vasco define de manera tan especial.
“Yo pienso que es el terruño al que uno siempre quiere regresar, pero del que tiene que salir y volar, para volver siendo más maduro. Como en los cuentos de hadas, que el personaje tiene que salir de su lugar de seguridad, enfrentarse, vivir, crecer y regresar más grande”, concluye la escritora.

Expedición El Principito
Archivo particular
CARLOS RESTREPO
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO@Restrebooks