“Esta hermosa señora es la reina del Pacífico”, dice Absalón Sinisterra acerca de su marimba de chonta, mientras la saca de su estuche. Se queda pensativo cuando le preguntan cómo llegó a su vida. Prefiere pensar cómo llegó su vida a ella, que es la verdadera protagonista de la historia.
Junto con su banda Afro Pacífico, el músico oriundo de Timbiquí, Cauca, participará en la edición 21 del Petronio Álvarez, el ya clásico festival de música del Pacífico que tiene lugar cada año en Cali, y que se celebra por estos días hasta el 21 de agosto. Representarán a Bogotá en la categoría libre, aunque solo el trompetista de la banda es de la capital.
Aunque toda su vida había hecho música, no fue hasta que llegó a la marimba que encontró algo que le hacía falta en su carrera.
“Estaba buscando armonía para mi canto. Eso es la marimba: representa una historia, la tierra, el viento, el aire. Y, obviamente, mi Pacífico”, cuenta el artista mientras acaba de armar a su reina.
Al comenzar a calentar en el instrumento, Absalón Sinisterra muestra las diferencias entre un bunde, o una rumba a seis y una rumba a cuatro.
Cambia de tacos (con los que se toca la marimba) para generar distintas tonalidades. Sus favoritos tienen más capas de caucho, lo que produce un sonido más grave, que le gusta. Admite que uno más agudo es útil cuando hay poca amplificación.
Cuando muestra cómo suena un currulao, también revela su voz. Cierra los ojos, alza la cabeza y exclama: “En una mañana gris/ yo le cantaba a mi amorcito/ ay amorcito mío/ por qué no me llevás/ río abajo pa’ navegar”.
La influencia del Pacífico fue significativa para llegar a la marimba. Antes tocaba guitarra, y le gustaba, pero no se sentía identificado completamente con ella.
La marimba, en cambio, sitúa a Sinisterra en su oriundo Timbiquí y en la tradición sonora afrocolombiana.
“Ahora me siento más identificado –afirma–, al tocar la marimba se siente uno en otro ambiente, porque te da ese vaivén de melodías que la vida necesita, o que uno necesita para estar un poco más en el ambiente cultural”, añade. Así, la elección tuvo tanto de gusto como de necesidad.
Para este músico, la importancia de ir al Petronio con Afro Pacífico se resume en un concepto: visualizar. “Visualizamos más la propuesta del proyecto. Cada región se ha preparado durante meses para este momento único. Nos esperan cientos de personas para compartir con nosotros, y es el único momento que tenemos en el año para hacerlo tan visual”, explica.
Asimismo, reconoce la importancia que tiene el Petronio para toda la región: “Es mucha, porque se ve toda la riqueza cultural que tiene el Pacífico. El canto, la comida, el modelaje, la artesanía, y más. Todo eso hace parte de nuestra diversidad y riqueza”.
Sin embargo, Sinisterra sabe que los tratan distinto por representar a Bogotá, pero no deja que esto le impida poner al público a gozar. “No me había fijado antes, pero en el último (Petronio) que estuve sí sentí que miran mal a los que representan a la capital”.
También es consciente de la oportunidad que implica actuar en el Petronio: “Creo que todas las propuestas vamos con el ánimo de trascender. Es una ventana para seguir, para avanzar en el camino. Y todos vamos preparados para poner a gozar al público, allá todo se lo gozan”.
La visualización se hace tan intensa que las palabras se le enredan y se le nota el esfuerzo por enfocarse en esta entrevista. “Nos hemos preparado mucho para ese gran momento”.
Al final, reconoce que ninguna frase que articule le va a hacer justicia a lo que está imaginando. “¡Es que eso se siente allá!”, confiesa. “Uno lo puede describir de mil formas, pero cuando está ahí es otra cosa”.
SANTIAGO CEMBRANO
Cultura y Entretenimiento
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