Con los referentes musicales de Fruko se arma la mejor de las orquestas, aunque haya varios fallecidos.
“Tito Puente, que es el mejor percusionista de todos los tiempos; Héctor Lavoe, que ha sido el mejor cantante; Willie Colón, el mejor trombonista; Richie Ray, el mejor pianista, académico y elaborado; Chick Corea es el mejor pianista de jazz y Sergio George es el mejor productor de la salsa, un hombre que dice que aprendió de mí”.
Y aún falta por nombrar a Eddie Palmieri, que estuvo entre los pioneros de la salsa, y su hermano, el fallecido Charlie, y al pianista y multiinstrumentista de jazz Papo Lucca.
Fruko los ha conocido a todos. Cuenta que con Chick Corea tiene una cercanía especial, “pues es mi compañero de estudio de cienciología en Los Ángeles, California”.
Y Los Tesos es esa escuela salsera que ha tenido a Fruko como su director.
El músico, compositor, arreglista y productor Julio Ernesto Estrada, nacido en Medellín el 7 de julio de 1951, celebrará sus 50 años de vida artística mañana, con un concierto en el teatro Jorge Eliécer Gaitán.
En esta presentación lo acompañarán músicos de las orquestas que Fruko ayudó a fundar y hacer crecer, como Latin Brothers, La Sonora Dinamita y Afrosound, y el cantante Wilson Manyoma, conocido como Saoko.
Gracias a Fruko, hay canciones que ya son parte del cancionero rumbero, como El preso, Los sabanales, Hace un mes, La yerbita, Tú sufrirás, Lupita, Manyoma y El cocinero mayor.
Su música y su forma de tocarla le dieron a la salsa colombiana un primer golpe representativo, que se gestó, según cuenta el músico, “gracias a mi participación en Los Corraleros de Majagual, la primera orquesta a la que pertenecí, porque alterné con los mejores de la época”.
En sus viajes al exterior fue formando su orquesta, “y en Nueva York hice mis pinitos con Fruko y sus Tesos, alternando con Héctor Lavoe, Johnny Pacheco, Charanga 73 y la Orquesta Broadway”. Agrega que también acompañó al gran bolerista puertorriqueño Vitín Avilés, quien falleció en el 2004.
Es ingeniero de sonido desde 1965, y son fascinantes sus historias de las extensas jornadas de grabación en Discos Fuentes, donde empezó a trabajar desde niño.
“He ayudado a evolucionar la música desde sus efectos primarios hasta los más elaborados sonidos”, dice Fruko, y tiene razón. Porque cuando no está con Los Tesos, está promoviendo nuevas figuras o enseñándoles a ser mejores artistas.
“Yo soy estadísticas acompañadas de mi disciplina, buena conducta, buen manejo integral como músico y persona respetuosa de los géneros musicales”, afirma.
Antes de despedirse, agrega más músicos a su lista ‘triple A’ de creadores de sonidos: “Mozart, Beethoven, Chopin y Stravinsky. Y de los colombianos, Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Edmundo Arias, Francisco Zumaqué, Juancho Vargas, Pablo Grajales y Diego Galé”.
Sobre la salsa, dice que “necesita evolución, innovación”. Y poniéndose, sin saberlo, un poco de acuerdo con Henry Fiol, quien afirmó la semana pasada en este diario que “en Colombia la salsa es la música del pueblo”, para Fruko, “si no es por Colombia y su gran movimiento salsero, este género estaría muerto”.
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