Peregrino Rivera Arce fue un militar artista. O un artista militar. Para el caso de la exposición ‘Entre dos orillas: puentes, progreso, país’, que se inauguró este lunes en el Museo Nacional de Colombia, puede ser más lo segundo.
Forma parte de esta muestra una libreta de dibujos que Rivera Arce hizo durante la guerra de los Mil Días, un ejercicio que la maestra Beatriz González definió en un texto como “su testimonio durante la guerra, que es diferente del arte de la guerra”.
En esa libreta aparece el puente de Peralonso, donde se libró una de las más sangrientas batallas de esta guerra, entre el 15 y el 17 de diciembre de 1899.
Además, se encuentran 86 piezas más que buscan, como cuenta la curadora de la exposición, Verónica Uribe, “mostrar que el puente es una gran metáfora. Efectivamente, sirve para hablar de infraestructura y de ingeniería, pero también para entender la relación que hemos tenido con la representación del paisaje desde la Colonia”.
Agrega que “el puente plantea las dificultades del progreso en el país durante el siglo XIX, el desarrollo mercantil, la llegada de la modernidad, entre otros temas, pero al mismo tiempo sirve para pensar en unas tradiciones y en una cultura material que está implícita en la forma de construir, por ejemplo, puentes tejidos o tarabitas” (estos últimos de cuerdas de cuero de buey).
La muestra está dividida en tres secciones: Puentes, Progreso y País. En la primera hay dibujos a lápiz y sanguina, acuarelas y pinturas al óleo que hicieron viajeros y paisajistas entre los que se destacan Auguste Le Moyne, Ricardo Borrero Álvarez y José Espinosa.
Las obras (de la colección del museo, así como del Banco de la República, la Biblioteca Nacional, el Museo del 20 de Julio y de colecciones privadas) muestran aspectos como el comercio en las regiones y también los paisajes.
“La naturaleza entra en diálogo con la civilización, y aquí aparecen obras de artistas contemporáneos como Óscar Muñoz y Luis Roldán, quienes abordan el puente como metáfora de vínculos en el espacio y el tiempo”, agrega Uribe.
El segundo módulo se llama Progreso y tiene láminas, grabados, pinturas y fotografías de la industrialización del país, que contrastan con puentes naturales y de cuerdas.
Aquí es importante, cuenta la curadora, ver cómo estos puentes ayudaron a la industrialización, lo que se puede ver en obras como Puente sobre el río Cali, de Fernando Carrizosa Valenzuela, y Vista interior del puente sobre el río Magdalena, de Ricardo Moros.
El pensamiento ilustrado del siglo XIX incluye en esta parte de la muestra obras de carácter científico, como Puente natural de Icononzo, que fue hecho a partir del boceto de Alexander von Humboldt.
La exposición se cierra con País, y tiene una piedra que perteneció a un antiguo puente del río San Francisco. Igualmente, muestra cómo un puente icónico, como el de Boyacá, se siguió representando mucho tiempo después de la conocida batalla.
Para Uribe, esta muestra “puede recordarles a los visitantes qué es cruzar un puente, qué es viajar, qué es tratar de llegar de un lugar a otro, o suscitar un recuerdo, un deseo dentro de la idea de paisaje, de territorio, de país, de progreso”.
La idea, sigue Uribe, nació de un libro que recibió Daniel Castro, director del museo, con historias de puentes.
Y como tal, este es un trabajo que enlaza a dos países, en el año Colombia- Francia.
‘Entre dos orillas: puentes, progreso, país’. Hasta el 12 de marzo. Museo Nacional de Colombia. Carrera 7 con calle 28, Bogotá. Informes: 381-6470 y www.museonacional.gov.co. De martes a sábado, de 10 a. m. a 6 p. m. Domingo, de 10 a. m. a 5 p. m. Entrada gratis.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
Comentar