Cerrar
Cerrar
Canaletti: ‘Crímenes en serie se dan por errores garrafales de la autoridad’
Ricardo Canaletti

Canaletti conduce desde 2014 el programa televisivo Cámara del crimen, del canal argentino TN.

Foto:

Captura del programa Cámara del crimen (TN)

Canaletti: ‘Crímenes en serie se dan por errores garrafales de la autoridad’

Canaletti conduce desde 2014 el programa televisivo Cámara del crimen, del canal argentino TN.

El cronista judicial argentino habla de su libro Crímenes sorprendentes de asesinos en serie.

“Cuando apareció en el recinto vestido con un espléndido traje gris claro, hubo una exclamación de asombro y admiración. Llamaba la atención gratamente el contraste entre su contundente calva y la tupida y larga barba (...). Henri Désiré Landru, de 50 años, alias Barba Azul, había enamorado a 293 mujeres, viudas o solteronas. A todas las había amado como ningún hombre lo había hecho antes, a todas las había estafado y a nueve de ellas, comprobadamente, además, las había estrangulado mirándolas dulcemente a los ojos y las había descuartizado y quemado en una pequeña estufa”.

(Le puede interesar: Feria de libros independientes en el barrio Teusaquillo de Bogotá)

Con esta narración, el argentino Ricardo Canaletti, editor durante 17 años de la sección judicial en el diario Clarín, de Buenos Aires, y autor de una decena de libros sobre delitos y asuntos policiales, da inicio a uno de los 16 capítulos de su reciente publicación Crímenes sorprendentes de asesinos en serie, que hace poco llegó a las librerías de Colombia de la mano de la editorial Penguin Random House y recopila la historia de algunos de los homicidas más reconocidos de la historia mundial.

En conversación con EL TIEMPO, habla de su vida dedicada al periodismo policial y su posterior salto a la literatura.

El periodista y escritor nacido en Buenos Aires comenzó a trabajar en la sección de Policiales del diario Clarín en 1986.

Foto:

Alejandra López

Usted ha mencionado que empezó a escribir crónicas de criminales en reemplazo del periodista de Clarín que cubría esos temas, y que por su forma de escribir continuó en la sección de Policiales. ¿Llegó a eso por accidente o lo había buscado?

No lo busqué. Se dio de esa manera. Puede ser una casualidad, es verdad, pero me dio la oportunidad de no escribir como los cronistas policiales de aquel entonces, por lo menos en Argentina. O sea, salir del cliché: “Extrajo de entre sus ropas un arma de grueso calibre, el occiso quedó en decúbito dorsal”... Eliminar todo eso y hablar en español.

Es bien conocida la influencia de Rodolfo Walsh en el periodismo y la literatura judicial y policial de Argentina, así como lo es Truman Capote en un ámbito más global. ¿Se ha basado en sus obras para definir su estilo o quiénes han sido sus referentes?

Yo pretendo basarme en la literatura universal, se podría decir. Leía a Edgar Allan Poe, a Nathaniel Hawthorne, a Herman Melville, y había giros que eran realmente muy interesantes y que reconocí como cercanos a mi ideal para transmitir un hecho de esta naturaleza. No descarto la influencia de Walsh ni de Capote, como tampoco descarto la influencia de Ambrose Bierce. Lo que me guio siempre, como a ellos, fue contar los hechos lo más concretamente posible sin pasarme de la cuestión morbosa. Sabemos que debemos tocar el morbo, pero no nos queremos detener en eso.

En el libro usted relata casos que datan hasta del siglo XIX. Si para la actualidad es difícil conseguir los pormenores de un crimen, ¿cómo se documentó usted para narrar con tanto detalle estas historias?

A mí no me importa la época del caso, lo que me interesa es que la historia sea atractiva para mí, y si lo es para mí supongo que también lo será para un grupo de lectores. A veces es más fácil documentarse para reconstruir casos viejos, porque la inmediatez y las reglamentaciones que tienen que ver con casos criminales aquí y ahora son tan estrictas que uno se entera de lo que realmente pasó mucho después.

En cambio, con el tiempo la gente habla más que en el momento. Si tras 30 o 40 años de un caso hay testigos vivos, es más fácil conseguir más elementos de lo que pasó que en el mismo momento. Ahora, ¿qué pasa con un caso del siglo XIX? Hay mucha documentación, con los años se desclasifican las actas y los testimonios, así que se tiene más información del caso, aunque no haya testigos.

Lo que me guio siempre fue contar los hechos lo más concretamente posible. Sabemos que debemos tocar el morbo, pero no nos queremos
detener en eso

¿Cuál fue el criterio de selección de las historias en todo el mundo y por qué no incluyó, por ejemplo, ninguna de Colombia, que lastimosamente tiene a Luis Alfredo Garavito, uno de los mayores asesinos seriales de la historia?

Crímenes sorprendentes de asesinos en serie no es necesariamente un solo libro. Yo no hago aquí un ensayo clínico sobre lo que tiene en la cabeza este tipo de criminales. Lo sorprendente va en todo sentido.

Hay tal vez un detalle que valga toda una historia. En verdad también dejé por fuera a Jeffrey Damer o a Pogo, el payaso asesino, pero se ha escrito mucho sobre ellos. El tema es cuáles de estas historias a mí me hacían subir la fiebre para escribir algo desde un lugar distinto. ¿Por qué esta temática y por qué estos casos? Es la tarea del editor periodístico elegir qué se va a informar y cómo se hará. Que faltan, sí. Que hay otros que son también asombrosos, por supuesto. Pero, como he dicho alguna vez, hay que darle tiempo.

(Lea también: El de la selfi, uno de los 743 museos que tiene Colombia)

Crímenes sorprendentes de asesinos en serie Editorial Penguin Random House
448 páginas
Precio: $ 62.000

Foto:

EL TIEMPO

¿Eso quiere decir que hay en proyecto un Crímenes sorprendentes de asesinos en serie 2? ¿Toda esta familia de los libros de Crímenes sorprendentes va a seguir creciendo?

No está descartado. Hay un libro nuevo que ya salió en Argentina, Crímenes sorprendentes de gangsters, que habla de la mafia. Los crímenes sorprendentes van a seguir, pero van a terminar. Van a seguir si la editorial y el público lo consideran. Esa es una veta que depende de mí, pero no solo de mí. No puedo descartar que se termine la serie, pero se abre otra posibilidad, que aún no tiene título y que no tendrá ese componente morboso. A falta de un par de puntadas finales, va a tender a que sean historias atractivas, pero de otra cascada.

¿Cómo definiría un crimen sorprendente diferenciado de uno ordinario?

Es algo que se salga de lo común. Me voy a explicar con un ejemplo. Yo no sabía que 80 años antes de los crímenes de Jack el Destripador hubo un tipo que había matado a siete personas en el lapso de una semana, que es la historia de los crímenes de Ratcliffe Highway. Y tampoco sabía que así ocurriera 80 años después no lo iban a agarrar, porque no tenían la más remota pista que seguir. Me sorprendió saber que la Policía de Londres se creó casi 20 años después de ocurridos estos crímenes. Todo eso me asombró. Y dije: “Yo tengo que escribir de esto y tengo que meterme en Londres a principios del siglo XIX”. No te daría una definición objetiva, porque está en el diccionario. Te daría una subjetiva de sorprendente en cada caso que elegí.

Uno de los capítulos de Crímenes sorprendentes de asesinos en serie trata sobre Charles Manson, quien en 1971 fue condenado a muerte, que se conmutó por cadena perpetua.

Foto:

Archivo EL TIEMPO

La canción Too Much Blood, de los Rolling Stones, cuenta la historia de Issei Sagawa, el caníbal japonés, uno de los casos que usted incluyó en el libro. ¿Llegó a la historia por la canción o cómo se enteró de esta?

No tenía idea. De la canción me enteré mucho después. En este sentido no soy muy hábil. Llegué a Sagawa por un libro que se llama Diccionario del crimen, del inglés Oliver Cyriax, que lo menciona apenas, y me llama la atención por la manera particular en que el hombre logró que todo le saliera bien, más que por lo que hizo, porque el asunto no es quedarse con el morbo. Lo tenía que contar, obvio. Sagawa no es conocido por ser un premio Nobel de Literatura ni mucho menos, Sagawa es una bestia peluda. Entonces llegué de esa manera, por un libro, así como en otros casos he llegado gracias a conocidos, como el de Landru, que lo conocí porque en Clarín había un ilustrador gráfico apodado así, y cuando le pregunté por su sobrenombre me explicó que era un asesino en serie francés que mataba solteronas. Tienen que ver con una pequeña particularidad de la persona o del contexto.

Too Much Blood - Rolling Stones (1983)Too Much Blood, The Rolling Stones (1983)

Too Much Blood, The Rolling Stones (1983)

Foto:

Muchas personas pueden catalogar el morbo como negativo y criticar este tipo de narraciones por el carácter grotesco que puede adquirir. ¿Cómo lograr condensar esta información tan delicada de una manera prudente y que no genere rechazo?

El lenguaje y las figuras literarias ayudan mucho. Yo recurro a eso para no ser agresivo. Me he cuidado mucho de ver dónde voy a poner la situación morbosa o repugnante, qué tanto volumen le voy a dar, para combinarla con el misterio que tienen las historias. Y saber cuándo salir de ese morbo. También tiene que ver, en algunos casos, cuánto de ese hecho morboso sirvió para resolver el caso.

En Argentina hay una Ley de Medios que regula la actividad periodística, dice que no se debe usar el morbo salvo que surja de la causa judicial como elemento importante para su resolución. Es decir, si la cuestión acerca de un personaje que resultó asesinado depende del ángulo en que le cortaron el cuello o la cantidad de sangre que perdió, de eso voy a tener que hablar, porque aunque sean cosas muy desagradables de eso va a depender la resolución del caso.

¿Cuál es el factor más frecuente que nota en ellos?

Como denominador común veo las gruesas fallas de la investigación. No me animaría a decir que muchos casos se hubiesen evitado porque estaría faltando al respeto a las víctimas. Pero por errores garrafales de la autoridad oficial se ha permitido que existan las series. Vos me podés decir: “Pero todos ellos fueron atrapados salvo el asesino de la Ratcliffe Highway”. Sí, es cierto, pero ¿a cuántos debieron matar?

De todas estas historias que usted recopila en este libro, ¿cuál es la que más lo perturba? ¿Qué admira o qué lo atrae de estas?

Con algunas tuve más repugnancia o más impresión que con otras, pero todas tienen algo. Hay algunos que no tenían talento para nada más que lo que hicieron, como en el caso de Charles Manson, un atorrante que se aprovechó de sus seguidores (que lo consideraban el hijo de Dios) para asesinar y conspirar el asesinato de una decena de personas.

Me parece que lo atractivo está en que estas personas existieron en un momento determinado. De la locura, de la inferioridad y de la insatisfacción existencial que demuestran no me atrapa absolutamente nada. De este tipo de personas yo no puedo admirar nada, pero sí contar lo que hicieron.

(Además: Primera versión del 'Quijote' en sánscrito fue rescatada)

Si usted tuviera que definir su libro en una sola palabra, ¿cuál sería?

Si la cuestión acerca de un personaje que resultó asesinado depende del ángulo en que le cortaron el cuello, de eso voy a tener que hablar, porque de eso va a depender la resolución del caso

Es un libro contundente. No deja lugar a dudas sobre nada.

¿Qué tipo de libros nunca escribiría?

Novelas románticas. Prefiero el misterio, aunque no haya muertes. En este libro hay mucho amor, como el de Leonarda Cianciulli hacia sus hijos; enfermizo, no romántico, pero amor. En un momento hay amor en Ed Kemper III, después se convierte en otra cosa. Yo no escribiría este tipo de libros porque no sabría cómo hacerlo. Me es más fácil escribir de política que de novelas románticas, ¡porque hay muchos más crímenes en la política!

(No deje de leer: Si alguna vez se preguntó dónde merca el Dane, esta crónica es para usted)

SANTIAGO ZAPATA ZAPATA
Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO
Twitter: @santiagozz1103

Mis Portales

Llegaste al límite de contenidos del mes

Disfruta al máximo el contenido de EL TIEMPO DIGITAL de forma ilimitada. ¡Suscríbete ya!

Si ya eres suscriptor del impreso

actívate

* COP $900 / mes durante los dos primeros meses

Sabemos que te gusta estar siempre informado.

Crea una cuenta y podrás disfrutar de:

  • Acceso a boletines con las mejores noticias de actualidad.
  • Comentar las noticias que te interesan.
  • Guardar tus artículos favoritos.

Crea una cuenta y podrás disfrutar nuestro contenido desde cualquier dispositivo.