A principios de este siglo, la filosofía del Ballet Nacional de Corea tuvo un cambio fundamental: empezó a introducir clásicos de la danza universal en su repertorio, que hasta entonces se alimentaba de corrientes tradicionales.
Así fue como el grupo, que nació en 1962 y mañana se presentará en el Teatro Mayor de Bogotá, comenzó a presentar piezas como El lago de los cisnes, El cascanueces y Espartaco, por mencionar algunas.
Esa apuesta de renovación subió un escalón más en el 2014, cuando se nombró como directora a la bailarina Kang Sue-jin.
“Lo más importante es que los bailarines y los trabajadores puedan estar en un buen equipo... Lo que he tratado de hacer es presentar producciones contemporáneas con diferentes estilos y que los bailarines puedan evolucionar en ellos”, señala Sue-Jin.
La artista, quien antes de llegar a la jefatura de la agrupación era la primera bailarina del Stuttgart Ballet (donde trabajó durante 30 años), dijo en su presentación que su objetivo era que el Ballet Nacional de Corea se transformara en una gema reluciente.
En estos tres años, la compañía ha estrenado piezas de figuras del ballet dramático y la danza contemporánea y neoclásica como el ruso George Balanchine, el alemán Uwe Scholz y la brasileña Marcia Haydée.
En Bogotá, el Ballet presentará el espectáculo Heo Nan Seol Heon, compuesto por cinco piezas de diferentes coreógrafos. La que le da nombre a la obra, y clausurará el programa, es un tributo a la poeta del mismo nombre que vivió en el siglo XVI.
La pieza toma entonces dos poemas de Seol Heon, Gamu y Mongyu-Gwangsangsan, para recordar el trabajo de una artista que no fue reconocida en su época, mediados de la dinastía Joseon, y además tuvo una trágica vida (sus dos hijos murieron durante su infancia).
Siguiendo esa búsqueda del equilibro entre la tradición y la renovación, la producción comenzará con dos de los movimientos más populares del repertorio universal: el grand pas de deux de El corsario y el grand pas de deux de Don Quijote, ambos con coreografía de Marius Petipa.
El programa se complementa con la Suite Holberg, de John Cranko, y con Tango, quizás la pieza más llamativa.Esta última toma como punto de partida La primavera porteña, del célebre compositor argentino Ástor Piazzolla, y entrelaza movimientos tradicionales del tango con técnicas del ballet. “Quería que el director adjunto de la compañía (Sin Mu-seop) coreografiara esta pieza. Es un muy buen trabajo, y estoy segura de que le encantará al público”, afirma Sue-Jin.
Este sábado, 8 p. m. Teatro Mayor. Calle 170 n.° 67-51, Bogotá. Informes: 404-2463. Boletas desde 40.000 hasta 120.000 pesos.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO