Las hojas que escribe Duina del Mar las convierte en “gemas”. Una muestra de ello son aquellas en las que compuso toda la música original de la exitosa producción original de Netflix, Ritmo salvaje. Pero también las canciones que siembra como una semilla, ve crecer, las alimenta para que luego florezcan frente a un público que queda sorprendido por la energía que destila esta cantante caleña.
En este momento de la vida, Duina, que está rodeada de magia, según ella misma lo muestra en su casa, solo hace la música que le gusta, que con orgullo les mostraría a sus padres, a sus amigos. Que los llamaría y les diría: “mire esto que hice tan bacano”. Y eso es Somos poema, una canción al amor y su primer sencillo del 2022.
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Para mí el escenario es un placer enorme, aunque siempre tengo mis dualidades. No sé, muchas veces tocan circunstancias distintas donde no es nuestro sonido, donde no es tu gente, donde no conoces la acústica de los espacios… Uno siempre quiere que todo salga brutal. Pero, sin duda, es un momento hermosísimo. Yo disfruto mucho todos los procesos de la música. Desde la escritura hasta la producción y el escenario. Aunque ahora mismo, la producción me apasiona demasiado. Es sembrar esa semillita, verla crecer, verla brotar y que salga para la gente.
¿Cómo es el momento de escribir las letras?Siempre son momentos distintos porque a veces es algo que acabo de vivir y que está en mi corazón. Cojo la guitarra y empieza a fluir ese sentir. Trato de no estar pensando más allá, sino en ese momento presente. A veces llego al estudio y hay una sensación latente de querer cantarle a la vida. Muchas veces no lo pienso al momento del envío, normalmente son sensaciones muy presentes de algo que definitivamente quiero expresar, algo que estoy viviendo en ese momento. O voy de camino al estudio, se me viene una melodía a la cabeza, la empiezo a tararear, la grabo en una nota de voz y luego en el estudio siento como si esa melodía me estuviera llevando. Trato de ser bastante fiel a lo que estoy viviendo en ese instante presente.
La mayoría de veces escribe sobre el amor…Le quisiera hablar a muchísimas más otras cosas, pero no sé por qué siempre llego a ese lugar y siempre ese es el lugar donde más fluyen mis palabras y donde mi corazón se emociona, me encanta hablarle a la vida, a vivir el presente, a caminar, siendo fiel a lo que uno es desde la intuición. También hablo mucho de la libertad del ser humano, de ser genuino, de empoderarse, de magia.
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A mí me gusta vivir la vida sintiendo que es mágica y misteriosa y más tridimensional de lo que vemos. No me gusta entender tan literal la vida
La intuición es un sentir que se debe pulir un montón. Cuando hablo de la intuición me refiero a lo más animal y lo más natural que me pueda salir, sin echarle tanto pensamiento, ¿me entiende? A veces hago tracks así con un beat y de una, sin pensar, empiezo con lo que se me ocurra, lo que nazca. Es dejar que el cuerpo hable, dejar que fluyan las melodías sin echarle tanto pensamiento ni estrategia. Muchas veces esta industria es muy estratégica, y está la presión de hacer un hit. Para mí la cosa es al revés, hacer algo que sienta una chimba.
Mencionó la magia, y el título de su próximo LP es Hechichera…Mira esta reina (gira la cámara del celular y muestra el patio de su casa donde en medio hay una roca enorme). Esa es la reina de la casa. A mí me gusta vivir la vida sintiendo que es mágica y misteriosa y más tridimensional de lo que vemos. No me gusta entender tan literal la vida. Creo que debe haber magia en cada momento de nuestras vidas. Cuando uno habla de magia o habla de la luna o la naturaleza, la gente tiende a verlo raro. Lo que pasa es que hemos perdido esa relación profunda y poderosa que hay con las cosas que nos rodean, con el ambiente, con la naturaleza, con nuestro mismo cuerpo, con lo que es del arte. El EP, que se llama La hechicera, habla de la magia presente en la vida. Aún está a la espera de una canción para salir. Hechicera nace de mi vida, además de resignificar también el tema de la magia. Las hechiceras quedaron en un lugar un poco triste.
¿Tiene algo que ver con su nombre?Duina es una palabra guaraní, que significa el momento en que se encuentra el sol con el agua y aparece el arco iris. Mis padres fueron caminantes mucho tiempo, viajaron por muchos países y vivían con muchas comunidades distintas. Cada hijo tiene el nombre proveniente de una comunidad indígena distinta. Un día me puse a indagar con el tema de Duina. Y me encontré que es el nombre de una diosa celta druida que es la diosa negra del amor que trae las luces, las tinieblas y que tiene tanto de maga como de bruja. Me parece una cosa increíble que se repitiera ese fonema en las comunidades guaraní y en los celtas.
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Pues yo creo que siguiendo esas mismas enseñanzas de mis padres, de tratar de ser lo más genuina posible y creo que eso es lo más disruptivo que uno puede hacer hoy en día. Ser realmente genuino, sin tratar de seguir esquemas ni moldes. No es fácil, pero es intentarlo. Creo que es hacer música con el corazón, que hable de cosas de verdad, que uno cuando esté en escena vote toda la energía. Tampoco me puedo poner de pretenciosa con lo que creo que soy disruptiva. Lo que trato es dar todos los días pasión. Algo que me gusta hacer es rescribirme todo el tiempo y darme cuenta de los errores y corregirlos y echar pa’ lante porque mi música ha sido un proceso de evolución permanente. Si yo te soy honesta, hay música de hace años que yo no puedo ni oír (risas). Quiero sacar música que me encante, que pueda poner en mi casa y mostrársela a la gente que quiero.
Como la última canción que lanzó –Somos poemas–, ¿cuál es la historia detrás?Mira que últimamente he tenido muchos libros en mi vida y he leído un montón de poesía, entonces empecé a inspirarme y a aprender de los grandes maestros. También por mi pareja –que es literato antropólogo–; entonces, nos sentamos muchísimas horas a escuchar poesía. La poesía lo puede a uno llevar a estados maravillosos, te abstrae, así como a veces te muestra realidades complejas. Y eso era un poco lo que yo decía en esta canción. Yo quiero que este amor haga la versión más hermosa de nosotros, que seamos un poema y que llevemos esto al lugar más mágico y poderoso. Es una declaración de amor y de vida. Además, nace de un momento muy bacano, porque yo todo el año pasado me le dediqué a otro proyecto. Por primera vez en mi vida trabajé en otra cosa que no fuera para mi proyecto musical. Me dediqué a hacer toda la composición, producción musical y arreglos de la serie de Netflix Ritmo salvaje.
Toda la música original de la serie fue suya…Fue una aventura; además, como te decía, me encanta la producción, creo que en este momento está en la cúspide de lo que me gusta. Me encanta ir al estudio y crear un universo sonoro. Fue una cosa deliciosa. Y trabajar de la mano de lo audiovisual fue muy bacano porque no tienes que seguir las estructuras de una canción, del verso, el precoro, el coro; sino que es un mar profundo infinito, que sube, que baja. Me di muchas libertades creativas. Una vez terminé este proceso, al día siguiente nació Somos poemas.
SIMÓN GRANJA MATIAS
REDACCIÓN DOMINGO