"Ser la reina no se trata solo de cantar y ser diva (...). Tiene que ver más con el servicio a las personas” era una de las frases recurrentes de Aretha Franklin, la cantante más grande y respetada del soul en todo el mundo.
El escenario siempre parecía pequeño para el talento de esta mujer que redefinió la historia musical en Estados Unidos y se encargó de amplificar las notas de un género poderosamente social y espiritual que inspiró a millones, quienes hoy siguen de luto tras la noticia de su fallecimiento, ocurrido ayer en Detroit a los 76 años de edad. Siempre estuvo vigente, a pesar de los cambios en una industria musical que se dejaba dominar por tendencias de destellos de poco peso específico.
“En uno de los momentos más sombríos de nuestras vidas no somos capaces de hallar las palabras adecuadas para expresar la pena que destroza nuestros corazones”, dijeron sus familiares en un texto transmitido por la publicista de la cantante, Gwendolyn Quinn.
“Perdimos a la matriarca y a la roca de nuestra familia. El amor que tenía por sus hijos, sus nietos, sus sobrinos y primos era ilimitado”, añadieron.
La diva falleció de cáncer de páncreas luego de años de batalla contra la enfermedad. Durante la última semana había recibido cuidados paliativos en su hogar de Detroit, y murió rodeada de familiares y amigos.
Siempre fue la ‘reina del soul’, y tanto los grandes como las estrellas emergentes le prodigaron una devoción especial en vida. Aretha Louise Franklin creció cantando góspel en la iglesia bautista de New Bethel en Detroit, liderada por su padre, Clarence LeVaughn Franklin, que fue quien la crió y el primero que descubrió ese talento natural para la música.
Desde pequeña se dedicó a tocar piano, pero, eso sí, con sus propias reglas, mientras afianzaba su presencia en el circuito musical de la música góspel, y tuvo a su lado a artistas de la talla de Ella Fitzgerald.
‘Prodigio’ fue la palabra que repitieron una y otra vez en los pasillos de algunos estudios de grabación quienes la escucharon mientras se abría un camino en la industria musical. Eso sucedió realmente en 1967, cuando grabó la canción Respect, con la que consiguió el reconocimiento como la ‘reina del soul’.
Ella fue capaz de darle una nueva vida a una canción escrita y grabada para Otis Redding, pero la versión de Franklin adquirió un sentido revolucionario de reclamo feminista.
Mientras que Redding planteó el tema desde la óptica de un hombre que trabaja todo el día, trae el dinero a casa y a cuya llegada al hogar le reclama “respeto” a su esposa, Aretha la convirtió en un himno feminista y un referente por los efervescentes movimientos en pro de los derechos civiles, que en ese momento reclamaban un mayor protagonismo en la sociedad estadounidense.
Su voz empujó a generar conciencia, pero su trabajo se enfocó principalmente en cantar, en crear algo hermoso y duradero.
‘Prodigio’ fue la palabra que repitieron una y otra vez en los pasillos de algunos estudios de grabación quienes la escucharon mientras se abría un camino en la industria musical
Como muchos de los grandes de la música, nunca tuvo miedo de reinventarse, de explorar. Además de su música original, también fueron famosas sus versiones de temas rock, pop y soul.
Rindió homenaje a los Beatles con su reinterpretación de Let It Be y Eleanor Rigby, e interpretó una preciosa versión de Bridge Over Troubled Water, original del dúo Simon and Garfunkel. Su carrera fue vasta, apabullante: grabó 54 álbumes y recibió 18 premios Grammy y 25 discos de oro.
En cada década dejó su impronta, pero muchos recuerdan los 80 como la época en la que les dio un huracán de aire fresco a su carrera y a la música en general. En 1985 grabó Who’s Zoomin’ Who?, trabajo del cual salió el éxito Sisters Are Doin’ It for Themselves, junto con el grupo Eurythmics.
Estrellas de la talla de Elton John, Whitney Houston y Luther Vandross también trabajaron con ella. Era imposible no dejarse llevar por el embrujo de una de las cien mejores cantantes de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone.
Franklin tenía medida su relevancia y poder dentro de la industria musical, pero, más allá de sus canciones, siempre reconoció que estaba muy orgullosa de ser ante todo una buena madre y una mujer trabajadora y fuerte que alcanzó la cima y no paró nunca en ese objetivo.
“Tomemos todos un momento para dar las gracias por la hermosa vida de Aretha Franklin, la Reina de nuestras almas, que nos inspiró a todos durante muchos, muchos años”, escribió el exbeatle Paul McCartney en Twitter.
Por su parte, Diana Ross, otra de las artistas afroamericanas más importantes de Estados Unidos, aseguró que está rezando por “el maravilloso y dorado espíritu” de la ‘reina del soul’.
A estos lamentos también se unió Elton John, para quien “el mundo entero la echará de menos, pero siempre se regocijará en su extraordinario legado. La Reina ha muerto. Larga vida a la Reina”.
Más allá de sus canciones, siempre reconoció que estaba muy orgullosa de ser ante todo una buena madre y una mujer trabajadora y fuerte que alcanzó la cima y no paró nunca en ese objetivo
El cantante, compositor y actor John Legend aseguró que Franklin es la vocalista “más grande” que él ha conocido. “Los grandes artistas nunca mueren. La música es inmortal”, agregó el artista acerca de una estrella que alcanzó un brillo cósmico como el que dejaron Elvis Presley, Chuck Berry o Michael Jackson.
CULTURA
Con información de EFE y AFP
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