El tema de los derechos sexuales debería ser tratado por el común de la gente con más sensatez y decoro. La homosexualidad es un tema que existe desde siempre y que esta semana hemos abordado en las calles desde la más cruenta ramplonería.
Pero aquí hablamos de música y en ella la temática no ha sido lejana. Los de mi generación vivimos el auge de la llamada música disco, género que nació a comienzos de los años 70 bajo una fuerte influencia de las comunidades gay que frecuentaban discotecas especialmente en Nueva York. Artistas reconocidos por su homosexualidad como los integrantes de Village People ó Sylvester (primer músico famoso en morir de Sida) eran un verdadero suceso. Y ni decir de Donna Summer, la reina de las discotecas, pero también, sin que ella lo quisiera, la reina de tales comunidades.
En los 80 no fue menos. Estuvimos expuestos a artistas muy populares y confesos homosexuales como Boy George (Culture Club), Marc Almod (Soft Cell), Andy Bell (Erasure), Holly Johnson (Frankie GoesTo Hollywood), Jimmy Somersville (Bronski Beat) y Neil Tennant (Pet Shop Boys). Los seguidores del metal debieron revaluar el intrínseco machismo del género cuando Rob Halford, líder de Judas Priest, hizo públicas sus tendencias sexuales, como lo hizo, sin ser menos noticioso, el gran Elton John.
Historias son tantas. Freddie Mercury develó sus comportamientos sexuales que ya eran muy evidentes y comentados, como aconteció con George Michael, quien decidió confesarse públicamente cuando se le sorprendió en turbios actos sexuales en un baño público en Londres. Y qué decir del ídolo latino Ricky Martin, que en una declaración decepcionante para sus millones de seguidoras dejó al descubierto su inclinación.
No conozco el primero de tantos amigos con los que en la vida compartimos tanta música, que alguno de estos artistas hubiera causado en alguno siquiera una inquietud que alterara su condición heterosexual. No hago paralelos con la actual polémica. Sólo creo que nuestros comportamientos siempre estarán guiados por nuestros núcleos sociales primarios (familia) y en donde el respeto prima por encima de todo.
DANIEL CASAS
Periodista musical
