¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Música y Libros

Matik-Matik, diez años respirando música

El grupo Tristán Alumbra actuó en uno de los conciertos del décimo aniversario del sitio.

El grupo Tristán Alumbra actuó en uno de los conciertos del décimo aniversario del sitio.

Foto:Valeria Murcia

El bar celebra el poder de la música de vanguardia con 83 conciertos durante seis semanas.

Para muchos de sus visitantes habituales, Matik-Matik es una especie de santuario musical. Un espacio en donde el poder sobrecogedor de las notas puede más que el ruido, la audiencia escucha con respeto y no existe, bajo ninguna circunstancia, la noción de que lo que suena entre esas paredes sea ‘música de fondo’. Allí, ella es la protagonista, y la audiencia lo sabe.
La fama de este bar lo precede porque lleva diez años dándoles vueltas a propuestas que abarcan toda clase de géneros y artistas, desde los improvisadores más arriesgados del jazz bogotano hasta los punqueros, los guitarristas clásicos, los experimentales y los vanguardistas. Por eso, la idea de asistir a uno de sus conciertos es siempre una propuesta inquietante: nunca se sabe qué nueva fusión de sonidos se encontrará.
En su interior, la luz de un montón de bombillos que cuelgan entre marañas de cables negros en el techo –en un desorden que le resulta natural– parece simbolizar los más de 1.800 conciertos que se han celebrado en la pequeña guarida musical: cada artista, su propuesta y su valor para la escena de la música en vivo de la ciudad han contribuido para que el repertorio de Matik-Matik brille por su originalidad y calidad.
Como celebración de su décimo aniversario, en el sitio decidieron reunir a tan solo algunos de los artistas que se han presentado en su escenario, y los invitó a participar en una fiesta con aire de maratón: en seis semanas ofrecerá 83 conciertos diferentes.

Una de las 83 noches

Al dar los primeros pasos hacia el interior de Matik-Matik, en la séptima noche de conciertos por su aniversario, suena como preludio 15 Step, del álbum In Rainbows, de Radiohead.
Entre tanto, el contrabajista Santiago Botero prueba el sonido. Fragmentos aleatorios de sus obras cruzan el espacio. Pese al volumen, una perra bulldog llamada Chata duerme plácidamente frente a un tríptico de Mao Se Tung que desde el 2008 adorna las paredes de esta casa, en el barrio Quinta Camacho.
Una insignia de letras multicolor que cuelga de la barra promociona ‘rones arreglados’, bebidas cuya tradición se remonta a la cultura francesa colonial. En palabras simples, son tragos de ron con sabores frutales o también con varios grados de picante.
“Los esclavos de las plantaciones de caña se lo inventaron, y la tradición llegó hasta Francia. Allá es algo muy común”, cuenta Benjamin Calais, quien trajo esa costumbre de su país a Colombia cuando asumió la administración de Matik-Matik, hace diez años.
Mientras los asistentes van llegando, Calais –quien por su pinta parece sacado de un toque de rock de los años 90– atraviesa el sitio de un lado a otro. Ayuda con el sonido y se disculpa por la demora, de apenas unos minutos.
El administrador llegó a Colombia en el 2008, luego de recibir una propuesta de su hermano Julien y su cuñada, Diana Gómez. Durante años, la pareja había soñado con abrir un laboratorio creativo de música que mostrara talento valioso y poco comercial.
Llegaron de Bucarest a Bogotá y abrieron Matik-Matik por primera vez la noche del 6 de marzo del 2008. Los compositores experimentales Roberto García y Juan Reyes inauguraron el modesto escenario de conciertos ese día, y esta noche, diez años después, volverán a tocar allí.
Julien Calais y Gómez tomaron la decisión de irse del país dos meses después de la apertura para perseguir otros sueños. Mientras tanto, Benjamin, apasionado por la música, estaba desencantado con el futuro que le mostraba su vida profesional como administrador de empresas en París.
A ratos era mesero o buscaba otros trabajos que le permitieran empezar su propio camino como músico. Por eso, cuando recibió la propuesta de su hermano mayor para trasladarse a Colombia y administrar Matik-Matik, no lo dudó dos veces.
Al principio no pensaba quedarse mucho tiempo, pero se amañó con facilidad. Empezó a conocer la movida musical bogotana y a programar conciertos semana tras semana. En un comienzo solo buscaba agendar bandas experimentales, pero, sin darse cuenta, la música misma lo fue envolviendo y ampliando su panorama.
“Si un artista me trae cinco personas al concierto, lo asumimos y todo bien. Si el concepto ha sido bueno, no me importa que no hayamos ganado dinero. Me parece más válido que haya buena música sonando que ganar plata”, asegura Calais, a quien es usual verlo anonadado escuchando a un pianista como Holmann Álvarez o tirándose en el piso y mezclándose entre la gente para oír a una banda como Tristán Alumbra, que define su sonido como “rock inversau”.

Más allá de conciertos

Otra gestión que Matik-Matik ha hecho a lo largo del tiempo es involucrarse en la producción musical. Ante la escasez de recursos, Benjamin Calais y Los Toscos, un grupo de artistas amigos, decidieron medírsele a grabar y producir música para crear un sello propio.
Hasta el momento han producido siete álbumes y participado en la coproducción de otros 20 más. Han invitado a artistas internacionales como el saxofonista Tony Malaby, pero aseguran que hay que alejarse de los complejos.
“Nos ponemos a un nivel muy igual con ellos, no estamos trayendo a un dios para rezarle a su ‘supermúsica’. Quise tomar el camino opuesto a ese complejo de inferioridad colombiano y reivindicar lo que se hace acá”, cuenta Calais.
El administrador sueña también con un Matik-Matik en donde los artistas puedan componer con total libertad: “Me encantaría tener una casa musical donde todos los cuartos estén llenos de instrumentos. Que los artistas se reúnan, se inventen algo y ¡a grabar!”.

Quiénes se presentarán

Algunos de los artistas que forman parte de la celebración son Las Viudas, Meridian Brothers, DJ Sergio Iglesias, MULA, Child Abuse, Als Eco, Ricardo Arias, Lorenzo Márquez Septeto, Ensamble CGAlejandro Zuluaga, Vien Tóxicos, DJ Garnika, Tony Malaby & Los Toscos, Los Pirañas, Asdrúbal, Las Malas Amistades, Dick my Fuck You, Pinche DJ, N. Hardem y Edson Velandia con sus Sinfonías municipales, entre otros. La programación se extenderá hasta el 24 de marzo en Matik-Matik (carrera 11 n.° 67- 20). Toda la programación está disponible en la página www.matik-matik.com.
VALERIA MURCIA VALDÉS
EL TIEMPO
En Twitter: @ValMurcia
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO