“Ahora que la guerra terminó conmigo, me levanto y no veo que quede mucho de mí; nada es real, solo el dolor (...). No puedo recordar nada, decir si esto es real o un sueño, muy en lo profundo siento que quiero gritar. Este silencio terrible me detiene”.
Semejante retrato del momento justo del despertar después del apocalipsis, de la guerra absoluta, marcó a una generación en 1988, a través de la canción ‘One’, de Metallica. Durante los primeros acordes, aparece una voz infantil que le pregunta a su padre: “¿Qué es la democracia?”, a lo que este le responde: “Algo que tiene que ver con jóvenes matándose entre sí”.
Era un llamado de conciencia social en un momento en que aún se sentían las secuelas de la Guerra Fría, la amenaza nuclear, las políticas del gobierno republicano de Ronald Reagan basadas en la moral y el orgullo americano... Y el miedo a quién puede oprimir el gran botón rojo del fin. De esa guerra absoluta.
Ese es el Metallica que aman sus fanáticos, que son muchos en Colombia, a donde vuelve este primero de noviembre.
Lo hará en un momento muy particular: 17 días antes del lanzamiento de su nuevo álbum, ‘Hardwired: To Self Destruct’, que promete un regreso a esas raíces sonoras, según lo que ha dejado ver a través de algunos sencillos que ha liberado previamente.
Si bien el sonido y las energías de Metallica se han transformado con cada década, apuntando más a ser una banda de rock que de ‘thrash’, su esencia permanece; y aún más, el culto a ella.
El grupo de fanáticos colombianos MetallicolombiA, con más de 32.000 miembros, le levantó una petición a la banda: que incluya en su listado de canciones para interpretar en Bogotá, además de sus grandes inolvidables, otros temas que llegan a lo profundo de su corazón melómano, como ‘Frantic’, ‘Whiplash’, ‘The Call of Ktulu’, ‘Disposable Heroes’, ‘My Friend of Misery’ y la potente bomba ‘thrash’ ‘Metal Militia’. Aún no tienen respuesta, pero guardan la ilusión.
No todo es alegría
Las aventuras de Metallica en los últimos 20 años han dado para todo. Desde el extraño documental ‘Some Kind of Monster’ (2004), en el que ventilaron todo un proceso de terapia sicológica con el doctor Phil Towle, que desnudaba sus sensibilidades emocionales, hasta su mentada batalla legal y mediática contra la plataforma Napster (para compartir archivos de computador a computador en la red), que en 1999 los puso a pelear con sus fanáticos. El baterista Lars Ulrich lideraba el pandemonio, del que la banda no salió bien librada. Eso tuvo un costo muy alto para su ánimo.
En el 2008 publicaron el álbum ‘Death Magnetic’, al que no le fue mal: tuvo buena recepción, pero alguien se dio cuenta de que las canciones parecían mejor mezcladas para el videojuego Guitar Hero que para el CD. Otra tormenta. Y con ‘Lulu’, álbum experimental con Lou Reed, les llovieron críticas.
Hasta tuvieron un proyecto de videojuego para Xbox, PlayStation y PC que fue cancelado en el 2011 y del que, gracias a una filtración reciente de imágenes, se supo que se trataba de una simulación de conducción de vehículos, estilo Grand Theft Auto, pero caracterizado en un mundo postapocalíptico al estilo ‘Mad Max’, y con James Hetfield como protagonista, armado de una potente ametralladora.
Esa relación de Metallica y sus fanáticos es de subes y bajas, de reenamoramientos y perdones. Recientemente, en entrevista con el portal especializado Blabbermouth, Ulrich dijo acerca de la industria musical: “Tenemos que aceptar que nadie realmente sabe a dónde va a ir esto”. El secreto parece estar en ese amor de sus fanáticos.
Una guía de cancionesEn diferentes listados en internet, los fanáticos aseguran que estas son las mejores letras de Metallica (probablemente no son para todos los gustos): ‘One’, ‘The Unforgiven’, ‘Master of Puppets’, ‘Fade to Black’, ‘Welcome Home (Sanitarium)’, ‘Wherever I May Roam’, ‘Nothing Else Matters’, ‘Until It Sleeps’, ‘Bleeding Me’ y ‘For Whom The Bell Tolls’. Según las calificaciones en la guía Allmusic.com, los mejores álbumes son: ‘Kill ‘Em All’, ‘Ride the Lightning’, ‘Master of Puppets’, ‘...And Justice for All’ y el llamado álbum negro. Usuarios le dan a ‘Hardwired’ una calificación similar.
¿Cuándo y dónde?Primero de noviembre, en el Hipódromo de los Andes (autopista Norte, retorno Chía). Edad mínima para ingresar: 14 años. Precios de las boletas: 150.000, 270.000 y 380.000 pesos, se pueden adquirir en Primerafila.com.co.
CARLOS SOLANO
Cultura y Entretenimiento
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