“Toda nota debe finalizar muriendo”, aconseja, visiblemente agotado, el maestro Marin Marais a sus pupilos. Su rostro maquillado blanquecino y la estrambótica peluca gris, ambos enmarcados por las paredes estilo Luis XIV, hablan del glamur versallesco del llamado Gran Siglo francés, pero la expresión que el actor Gérard Depardieu imprime en el personaje da cuenta de la decadencia de una era brillante. O será, tal vez, el peso de una culpa profunda.
Así fue la primera escena de la película Tous les matins du monde (Todas las mañanas del mundo), de 1991, antes de embarcarse hacia el pasado en el supuesto conflicto entre los compositores y violagambistas franceses Marin Marais, entonces como alumno, y Monsieur de Sainte-Colombe, como el maestro que sería condenado al olvido.
Una cinta que ganó varios premios César (los Óscar franceses) y que fue musicalizada por Jordi Savall, el más destacado intérprete de música barroca y viola da gamba de las últimas décadas.
El reconocido artista español interpretará esta noche, en el Teatro Mayor, en Bogotá, en formato cuarteto, gran parte de la música que integró esa banda sonora, especialmente piezas de Marais y Sainte-Colombe –un repertorio más difícil de encontrar–, así como de Jean-Baptiste Lully y de Francois Couperin, los dos más destacados en esa transición entre el barroco y el clasicismo francés, es decir, entre los siglos XVI y XVII.
Savall volvió a este repertorio cuando el álbum cumplió 25 años: “Fue un encuentro maravilloso y una forma de compartir un momento único, en el que se unieron todas las artes en torno a la viola da gamba, algo que antes no había sucedido, eso fue histórico... Por eso es muy emotivo”, explica el artista. Como gran parte de sus grabaciones, en esta el músico estuvo acompañado por la soprano Montserrat Figueras, su esposa, quien falleció en 2011.
“Me acuerdo de aquel día que estábamos grabando este disco, y fue el primer bombardeo a Irak, fue muy dramático, tuvimos que grabar tarde en la noche y fue muy tensionante (...) La música es siempre un recuerdo lleno de emociones, y volver a ellas es vivir experiencias únicas”, rememora Savall.
Como gran parte de sus grabaciones, en esta el músico estuvo acompañado por la soprano Montserrat Figueras, su esposa, quien falleció en 2011
Sostiene que en esta representación de la tensión maestro-alumno que retrata la novela de Pascal Quignard y la película de Alain Corneau hubo un poco de exageración literaria, pero que en su juventud se sentía identificado con la actitud de Marais, más atrevido y autodidacta, y posteriormente fue girando a la visión de Sainte-Colombe, es decir, al proceso del maestro.
“En la vida real se tenían gran aprecio”, explica Savall.
Sobre el diálogo con el que comenzó este artículo, el español añade: “También lo decían los italianos, que ‘no se escuche cuando termina el sonido y empieza el silencio’, algo muy característico de su sutilidad... Yo lo aplico hoy a Beethoven, pensando en el Andante, que hay que empezar en el silencio y que se escuche cómo llega el sonido”.
Ya son más de 200 producciones de Jordi Savall, principalmente con los ensambles Hespèrion XXI, La Capella Reial de Catalunya y Le Concert des Nations, que reconstruyen una memoria sonora a veces omitida por la historia.
Hoy sábado 09 de noviembre.
Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo (av. calle 170 n.º 67-51, en Bogotá).
Boletas desde $ 20.000
hasta $ 190.000, disponibles en el sitio primerafila.com.co.
CARLOS SOLANO
EL TIEMPO@laresonancia