El escenario principal de Rock al Parque pasó del oscuro al rojo profundo cuando la voz de Draco Rosa rompió el silencio y le dio una despedida cargada de una alegre melancolía. Con una camiseta que rompía el negro de su atuendo con una frase que decía: ‘Original Portorro’.
“Voy hablando del amor mientras camino por el valle de flores de la muerte”, fue la frase con la que comenzó el recital que le dio fin a Rock al parque. Eran las palabras de su albúm Vagabundo, que el boricua vino a recordar frente a un Parque Simón Bolivar abarrotado y con ganas de ese sabor a nostalgia, dolor y locura que se reveló en la noche del 3 de julio.
Los gritos de la audiencia Rosa los respondió con una sonrisa antes de dejarse llevar por la descarga brutal de Madre Tierra. En unos pocos minutos la euforía fue total mientras el músico parecía exorcizar sus recuerdos en una danza tribal en el escenario.
“Cada vez que llegó a Colombia me siento mejor (…) Hace años llegue a Bogotá en una crisis y pido perdón porque en ese tiempo me escondía en una máscara. Hoy me presentó ante ustedes con cariño y gratitud”, dijo emocionado, quizá recordando momentos pasados de confusión, los mismos en los que le dio vida a Vagabundo.

Draco Rosa cerró el festival de Rock al Parque en Bogotá.
MAURICIO MORENO/ EL TIEMPO
Siguiendo los parámetros de su recital, luego le dio paso a Llanto subterráneo. “Es un mal sueño largo, una tonta película de espanto, un túnel que no acaba lleno de piedras y de charcos.¡Qué tiempo éste, maldito, que revuelve las horas y los años”, cantó con fuerza a pesar de que ahora codifica la vida en otra frecuencia.
Luego vino 'Vagabundo', la canción y el himno con el que miles de voces se levantaron al cielo. Unos lo miraban quietos, casi hipnotizados. Un joven con una vieja camisa de la banda de metal Slayer, parecía revelar otra sensibilidad al recitar las letras. Con los ojos cerrados cantaba siguiendo los momentos más sicodélicos de la canción.
“Bonito momento, ¿qué tal la semana?, pregunto Draco Rosa para bajar un momento a la Tierra en ese viaje musical. Penélope, Delirios y Para no olvidar, las interpretó desde las entrañas, pero el sentimiento se reveló cuando volvió a dirigirse a su público.
“Hay una canción que quiero hacer (…) La mayoría de nosotros no estamos claros”, reflexionó antes de dar paso a Blanca mujer. De nuevo el coro de invitados lo siguió de principio a fin.

Draco Rosa cerró el festival de Rock al Parque en Bogotá.
MAURICIO MORENO/ EL TIEMPO
‘Vertigo, ‘Vivir’, ‘Brujería’, ‘La flor del frío’ (en la que el propio Draco Rosa se arropó) sonaron sombrías y a la vez perfectas para una noche musical que estaba a punto de extinguirse. Draco miraba las hojas de un atril, corría entre los músicos y los micrófonos para no perder la efervescencia.
“Quiero agradecer su paciencia (…) Ustedes viven en un país de una magia espectacular”, dijo antes de despedirse con ‘Amantes hasta el fin’ y ‘Mientras camino’, para después desaparecer de nuevo entre la oscuridad, pero con la misma sonrisa de quien se siente seguro, se siente en casa.
ANDRÉS HOYOS
Redactor Cultura y Entretenimiento
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