'Cómo hacer que te pasen cosas buenas' es un título cargado de energía positiva. Ideal para un libro que engancha de inmediato con el lector de una mesa de novedades o de la vitrina de una librería. De hecho, esa parece ser la energía que irradia, pues en el 2019 fue el libro más vendido en España, por encima de plumas como Mario Vargas Llosa, Santiago Posteguillo, o Isabel Allende.
En Colombia, como le ha ocurrido en toda América Latina, esta novedad editorial lleva “pegada” en el listado de los más vendidos desde hace casi dos años. Su única competidora cercana es la novela 'Violeta', de Allende, que le pisa los talones.
Todo esto para entender las paradojas que trae la vida. 'Cómo hacer que te pasen cosas' buenas se le ocurrió a su autora, la escritora y psiquiatra española Marian Rojas Estapé, mientras vivía una verdadera tragedia familiar, como se lo contó a EL TIEMPO, hace pocos días, a su paso por Bogotá.
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En esos días, en que estaba escribiendo el libro, el segundo hijo, de un año, de Rojas sufrió un accidente que le quemó el cuerpo. Esto obligó a la autora a pasar todo el día en la unidad de cuidado de quemados de un hospital, al frente de las curaciones de su hijo, mientras que en las noches, cuando regresaba a su casa rendida, se sentaba a escribir.

'Cómo hacer que te pasen cosas buenas' lo publica Editorial Espasa.
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“Es un momento muy duro para mí, porque estoy escribiendo un libro sobre la superación, la resiliencia, las cosas buenas, pero en un momento en el que yo salía llorando todos los días del hospital”, comenta.
De allí -como anota- que el libro haya nacido con una “magia” singular. Pues el momento para escribirlo no fue el más indicado. Sin embargo, cuando se reunió con los editores de Planeta, y ellos le preguntaron de qué se trataba el libro, Rojas les dijo: ‘yo quiero hablar sobre gente que les pasan cosas buenas’. De inmediato ellos le dijeron: ‘ese es el título’.
El libro se publica en 2018 mientras Rojas encara el proceso de recuperación de su hijo, al que se suma otra coyuntura: había dado a luz su tercer hijo tres semanas atrás, lo que le imposibilita atender cualquier estrategia de promoción.
“Hice solo una entrevista en una radio española. Esa entrevista de 20 minutos alguien la descarga y se hace viral. Y de repente, en dos semanas, el libro se agota en España, y empieza la primera parte este fenómeno editorial, que miro desde mi casa asombrada”, cuenta la autora.
Luego vino su segundo libro 'Encuentra tu persona vitamina', que ha tenido la misma suerte de su “hermano mayor".
Aunque a primera vista podrían considerarse dos libros más de superación personal, su trasfondo es ante todo neurocientífico, un tema en el que se ha especializado y apasiona a su atora. Mientras que el primer libro le permite al lector entender mejor cómo funciona el cerebro humano, el segundo abre las puertas del conocimiento a por qué el ser humano es social por naturaleza.

'Encuentra tu persona vitamina' es publicado por Editorial Espasa.
archivo particular
Usted anota que ‘la oportunidades están cerca y solo hay que salir a buscarlas’. Pero en la realidad, eso no parece ocurrir. ¿Cómo encontrarlas?
Ahí confluyen dos situaciones: por un lado, las oportunidades están afuera y hay que salir a buscarlas, pero por el otro debes tener capacidades para poder salir a buscarlas. Si tus necesidades básicas no las tienes cubiertas (por ejemplo, vives en el umbral de la pobreza, enfrentas un padre alcohólico o maltratador, o tienes una pareja infiel) este es un mensaje que debe tomarse ‘con pinzas’. Para poder salir a buscar las oportunidades tienes que primero tener sanadas tus heridas y las necesidades emocionales y físicas cubiertas. Si eso no está cubierto, este mensaje todavía no es para ti, porque en esta vida, todos tenemos batallas qué resolver primero.
Anota también que “estamos viviendo un momento de sobreestimulación sin precedentes, que puede afectar la toma de decisiones”. En especial los jóvenes. ¿Cómo encararlo?
Partimos de un error que nos han mandado desde hace unos años y es que los jóvenes son ‘nativos digitales’. Qué como nacieron en esta época tiene un ‘chip’ en el cerebro y que la parte digital la sabían manejar sin problema. Pero desde hace muchos años, vengo observando que tanta pantalla, tantas redes y tanta sobreestimulación está generando fallas y traumas en las personas.
¿Por qué?
Porque hay una zona en el cerebro, que se denomina la corteza prefrontal que es la que tarda más en desarrollarse. Es la zona que se encarga de prestar atención, de tomar decisiones, de planificar, de gestionar mis impulsos y emociones. Esta corteza prefrontal es básica, es la que nos hace seres superiores. Cuando un bebé nace, esa corteza es profundamente inmadura y se estimula con tres cosas: luz, sonido y movimiento. Pero tú también necesitas que ese niño también active su corteza prefrontral en un objeto inmóvil, lo que enseña la profesora del colegio, etc. Es decir no solo a cosas que se muevan.
¿Y entonces qué pasa con los niños y jóvenes de hoy?
Pues que si tú a ese niño, desde pequeño le hiperestimulas (dibujos, pantallas, celulares) el cerebro funciona con mecanismo que se denomina 'use it or lose it' (lo usas o lo pierdes). Cuanto más estímulo desde fuera peor funciona mi corteza prefrontal. Y lo que se acaba de descubrir es que cuanta más estimulación menos capacidad de resolver tareas complejas. Por lo tanto, la gente hoy en día ve una noticia y necesita que sea rápida. Y si tú necesitas que ese joven escuche un discurso político o médico, no puede.
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¿Y qué hacer ante esta situación?
Lo primero que hay que hacer es divulgar esto. Es un error que los niños tengan pantallas en los colegios. O que a un niño de dos años que está llorando en un restaurante le plantes el celular, porque tú lo que necesitas es que ese bebé cuando está frustrado, triste o aburrido sea capaz de regularse.
Otro término que propone en el libro lo ha bautizado TMV (Tú Mejor Versión). ¿Cuál es la propuesta?
Bueno, cuando escribí el libro me di cuenta de que mucha gente quiere soluciones: “sea feliz en tres pasos”, “aprenda deporte en tres días”, “baje peso en cuatro semanas”. Y con el TMV, una de las cosas que busco es que la gente entienda que en la vida tú puedes proyectar cómo es tu forma de ser hacia su mejor versión. Vivimos en modo hiperestimulación, en modo miedo, en modo alerta. Somos incapaces de sacar lo mejor que llevamos dentro porque vamos automatizados por la vida.
Y entonces ¿qué hacer?
Si nosotros en cambio decimos: ‘Un momento. ¿Yo qué quiero?, ¿cuál es mi proyecto de vida?’. En ese momento hay que intentar hacer ‘la mejor versión’ de ti mismo. Y esto es una ecuación matemática sencilla. Primero: conocimiento (estudiar), segundo tener un proyecto de vida ('quiero encontrar trabajo', 'quiero encontrar pareja', 'quiero ser un buen padre de familia', 'quiero perder 20 kilos de peso') y lo tercero es la voluntad. Estas son las herramientas que utilizamos para poder conseguir nuestros propósito. ¿Tengo orden, constancia y perseverancia? Todo esto suma. Y entra un multiplicador a esa ecuación: la pasión. La pasión es poner el corazón en lo que uno ama. Y puede que no sea fácil, pero cuando uno hace el esfuerzo de poner esas ‘chispas’ de pasión el cerebro se transforma y eso transforma el corazón.

Marian Rojas fue la autora más vendida en el 2019 en España.
Milton Díaz/ EL TIEMPO
Usted es una apasionada del funcionamiento del cerebro y en sus dos libros menciona dos hormonas claves: el cortisol y la oxitocina. ¿Qué genera la primera?
El cortisol es la hormona del estrés y se activa en los momentos de supervivencia (cuando tenemos miedo, nos sentimos solos, amenazados, juzgado, humillados). El descubrimiento importante que explico en el libro es que no solo se activa cuando viene un león detrás a comerte sino cuando yo estoy de repente en el trabajo y siento que mi jefe me está mirando mal y me va a echar del trabajo. Es decir, el 80 por ciento de las cosas que son amenazas son imaginarias. Nos pasamos el día creyendo que hay amenazas a nuestro alrededor y esas amenazas tiene un impacto directo en mi organismo y son las que hacen que suba el cortisol.
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¿Y esto qué genera?
Cuando el cortisol sube en un momento puntual, me ayuda a salir corriendo, a huir o a luchar; y es bueno que sea así. Lo malo es cuando yo vivo constantemente en estado de alerta porque es el que te inflama, hace que se caiga el pelo, aparecen las taquicardias, se modifica el sistema inmune, tengo enfermedades autoinmunes. De allí tantas enfermedades hoy en día. Cuando mi sistema inmune se ha deteriorado por estados de estrés mantenidos, reales o imaginarios, lo que sucede es que en ese momento puede enfermar.
¿Cuál sería el consejo entonces?
El primero es entender esto. Lo segundo es preguntarnos ‘¿cómo soy yo en mi forma de ser?’. Si yo soy tímido, por ejemplo, ¿qué me sube a mí el cortisol? Los sitios con mucha gente, cuando me hacen hablar en público en mi trabajo, conocer gente nueva. Entonces yo sé que esos escenarios me van a subir el cortisol y me voy a bloquear, voy a tener un ataque de ansiedad o una dermatitis. Tener consciencia de eso nos genera sensación de alivio.

Marian Rojas trabaja en el Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas en Madrid.
Milton Díaz/ EL TIEMPO
Y por el otro lado ¿qué hace la oxitocina?
En 'Cómo hacer que te pasen cosas buenas' profundiza sobre cómo soy y qué activa el cortisol. En 'Encuentra tu persona vitamina' explico la oxitocina, que es la hormona de los vínculos, que aparece en el parto. Ese momento del bebé con su madre se genera un chorro de oxitocina y es la que se encarga de vínculo madre-hijo. La oxitocina está presente también en las relaciones sexuales, en los abrazos, en los amigos, en las relaciones de pareja, en los masajes, en la relación con las mascotas.
¿Qué descubrió con esta hormona?
Lo que descubrí, que me parece maravilloso, es que cuando tú eres capaz de activar la oxitocina disminuyes los niveles de cortisol. Cuando estás angustiado y de repente viene tu pareja y te abraza y te dice: ‘no te preocupes que todo va a salir bien’, ese miedo, ese cortisol que tienes, va disminuyendo. Tú de repente estás muy solo y te compras una mascota, ese encuentro te va a ayudar a sentirte mejor. Y en el libro voy explicando el apego desde la infancia y le lanzo una pregunta al lector: ‘¿amamos como nos amaron?’. Pues cuando elegimos pareja, amigos o nos relacionamos con los del trabajo, ese tipo de vínculo que se genera ¿tiene que ver en cómo a mí me enseñaron a querer en la infancia? Y me di cuenta que sí. Y esto nos permite sanar heridas y entender por qué a veces tenemos relaciones complicadas.
¿Qué es la felicidad?
Lo primero que diría es que es una palabra muy manida. Es como cuando dices autoestima. Son palabras que se han utilizado tanto que al final no sabes lo que significan. Para mí la felicidad es un equilibrio adecuado entre lo que yo quiero lograr y lo que voy logrando, teniendo expectativas razonables. Es un estado de bienestar relativo, porque noto que cuando algo bueno me llega soy capaz de disfrutarlo y cuando me llega algo malo soy capaz de gestinarlo y no me hundo. Porque al final querer ser feliz las 24 horas del día, los siete días de la semana es imposible. Nos obsesionamos con eso y eso nos hace infelices.
Anota que la emoción de la tristeza nos abre canales de autoconocimiento. A propósito usted también habla del llanto. ¿Qué pasa cuando lloramos?
Ha varios tipos de llanto: de emoción, de alegría, de tristeza profunda, de desahogo, de rabia. Pero por ejemplo, el doctor William Frey descubrió que en ese llanto de rabia y de tristeza profunda, casi todas las gotas de lágrimas son cortisol. Es una gran descarga de cortisol. Yo considero que las emociones reprimidas, luego salen por otro lado de nuestro organismo en forma de enfermedad o de trastorno psicológico. Entonces a veces hay que soltarlos. Por eso: ‘¡Llora!’, les dijo a mis pacientes. ‘Es que no puedo’, me dicen. ‘¡Inténtalo!’, les repito. Porque el organismo se siente muy liberado cuando las emociones tiene un lugar de salida y les permites tener un lugar en tu vida.
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Bueno, ¿y el amor cómo queda en todo este panorama?
Yo creo que el mayor antídoto que existe al dolor y el sufrimiento es el amor. Es decir, los grandes dramas de la vida se alivian con amor. El amor puede ser a los demás, el solidario. El amor a una persona (de pareja), que como decía Platón “nos hace ser valientes”. Aquel que cuando te toca, todo cambia en tu vida bioquímicamente, conductualmente. Para mí el amor es la capacidad que tienes de dar cariño a los demás y dejar que te quieran. El ser humano es un animal social y sin amor se muere. El amor es lo que saca lo mejor de lo que llevamos dentro.
CARLOS RESTREPO
REDACCIÓN CULTURA
EL TIEMPO