Cada mañana, antes del comienzo de las charlas del Hay Festival en Cartagena, juiciosamente se va armando una mesa llena de libros. La del Hotel Santa Clara, una de las sedes del encuentro, es la más voluminosa selección de ejemplares de los autores invitados cada año a Cartagena.
Al final, estas ventas de libros, a cargo de la Librería Nacional, terminan por dar un buen termómetro de qué autor vendió más o cautivó más. Para nadie es un secreto que después de una buena conversación con un autor -como Leonardo Padura o Hisham Matar por ejemplo-, el público corre a buscar su libro y, con suerte, si el escritor todavía no ha dejado el escenario, conseguir su autógrafo.
Y la página del Hay iba diciendo qué libros estaban vendiéndose más. Las preferencias iban cambiando. Al final, el top cinco del Hay Festival en el 2017 fue: ‘Los Románov’, del inglés Simón Sebag Montefiore, en el primer lugar; seguido por 'El hombre que amaba los perros', una novela en torno al asesinato de Trostky que va enlazando las vidas del dirigente y su asesino escrita por el autor cubano Leonardo Padura.
El tercer lugar fue para 'El regreso', una combinación entre autobiografía y ensayo del libio-inglés Hisham Matar, sobre su regreso a Libia, décadas después de la salida de su familia de ese país y la desaparición sin esclarecer de su padre. La cuarta posición fue para ‘Ante todo no hagas daño’, del neurocirujano inglés Henry Marsh, que encabezó la delegación de pensadores relacionados con la neurociencia, una de las temáticas que marcaron el Hay Festival Cartagena 2017.
El quinto fue el libro del suizo Joël Dicker, 'La verdad sobre el caso Harry Quebert'. Y hubo un sexto: 'Instrumental', del pianista James Rodhes.
La lista es coherente con el pulso dado por el público: Leonardo Padura pasó casi una hora firmando libros a fanáticos suyos que llegaron cargados de sus volúmenes, después de la charla en el Teatro Adolfo Mejía en la que fue entrevistado por Héctor Abad Faciolince y de paso se proyectó un documental sobre su obra.
“Las charlas sobre neurociencia gustaron muchísimo -afirmó la directora del Hay Festival en Latinoamérica, Cristina Fuentes, durante la jornada de cierre del encuentro-. Invitamos a varios especialistas y la idea era que cada uno tuviera un espacio por separado y que el público pudiera verlos juntos”.
Agregó que Hisham Matar había sido una de las grandes estrellas de esta edición, junto con Padura y César Aira.
A lo largo de todo el Festival siempre hubo filas de gente esperando ver a un autor, pese a que el nobel Mario Vargas Llosa, canceló su asistencia con semanas de antelación. “Habría sido su tercera participación -añadió Fuentes-. Pero había una programación potente en sí misma, así que Vargas Llosa, es bienvenido cuando pueda volver”.
Fuentes recordó que este encuentro nació con un festival muy literario y que aunque se ha “mantenido ese corazón literario, se han añadido espacios enriquecedores como el de la neurociencia, la caricatura política y las temáticas geopolíticas”. De hecho, el año pasado los temas económicos y el proceso de paz eran recurrentes, mientras que en este año muchas charlas, por más que se centraran en la literatura tocaron de una u otra manera las noticias recientes relacionadas con las decisiones del presidente estadounidense, Donald Trump, con tanta o más pasión como el año pasado se abordó el tema del proceso de paz colombiano.
A manera de balance, Fuentes subrayó que el Hay Festival en su capítulo de Medellín tuvo una asistencia de 6.500 personas en tres días. Por su parte, en Cartagena la programación misma se presentó de otra manera, una que no dividiera las charlas de la ciudad antigua con las actividades en otros barrios, e incluso poblaciones cercanas a la ciudad.
“Ampliamos la programación a zonas más allá de las murallas, la parte infantil y juvenil sobre todo -dijo Fuentes-. Además esta dura todo el año, porque hacemos grupos de lectura y capacitamos profesores. Este año fuimos a localidades como Arjona, el Parque El Manglar, Getsemaní, Carmen de Bolívar y Magangué, entre otras, con autores, abiertas para el público en general".
LILIANA MARTÍNEZ POLO
Enviada Especial de EL TIEMPO