Con una tarde soleada y el sonido de los primeros acordes de las bandas distritales comenzó la edición 23 del Festival Rock al Parque, que al igual que en años pasados en su primera fecha, se fue llenando tímidamente con el pasar de las horas.
La famosa mancha negra de camisetas y las largas cabelleras comenzó a decorar lo que sería una velada cargada de nostalgia, donde retumbó el thrash metal y en la que también las mujeres fueron protagonistas.
Aunque las puertas se abrieron a las 11: 00 a.m., la primera banda que rompió el silencio fue la distrital Umzac, que se presentó a la 1:30 a.m, seguida por la legendaria agrupación paisa Ekhymosis, que recordó algunas canciones de su álbum ‘Niño gigante’. Luego vino el trio femenino Poker, que con su metal se ganó rápidamente el cariño de los que ‘madrugaron’ a la cita con el rock en el Parque Simón Bolívar.
En ciertas zonas, el escenario principal mostraba algunos vacíos y con esa situación tuvo que lidiar la banda alemana Heaven Shall Burn, que sacó toda su casta para levantar el ánimo. No fue fácil para ellos al principio, pero a poco la potencia de su música y el profesionalismo de su vocalista, Markus Bischoff, hizo que el público amplificara su atención.
Entre tanto, el escenario Bio retumbó con el concierto del trío brasilero Nervosa, que ofreció una de las presentaciones más aplaudidas de la jornada con un thrash metal al estilo clásico y la voz desgarradora de Fernanda Lira. La cantante fue capaz de pasar de mensajes guturales de crítica social-como en la canción ‘Guerras santas’- a una tierna voz que agradecía ante la reacción del público.

El trío brasilero Nervosa.
Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
“Volvemos a Colombia porque energía como la de ustedes no la hay en ninguna parte del mundo”, aseguró Lira antes de lanzar los primeros gritos de la canción ‘Hostages’. Luego vino ‘Victims of Yourself’, que tiene el mismo nombre de su primer álbum.
Alrededor de las 5 de la tarde el público comenzó a multiplicarse rápidamente en el parque. Muchos corrieron a otra cita con la nostalgia: el último concierto de la banda bogotana Darkness, considerada por muchos años como una de las más emblemáticas de la escena metalera nacional.
Tras interpretar ‘Guerrofobia’ y ‘Este no es el paraíso’, el vocalista Rodrigo Vargas escapó del escenario por unos segundos para despedirse de sus compañeros de batalla.
“Darkness se acaba después de 31 años, pero seguimos siendo hermanos (…) Putos, apoyen la escena, sino apoyan a sus bandas y a esta industria, nos va a ganar el reggaetón”, grito emocionado Vargas, antes de cumplirle el último deseo a sus fanáticos: tocar sus clásicos ‘Neurotica’ y ‘Metalero, esta última con la que dijeron adiós.

La banda alemana Heaven Shall Burn.
Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
También se presentó Reencarnación, otra leyenda del género en Colombia, quien fue la encargada de cerrar el escenario Eco, pasadas las 7 de la noche “Aquí no se mata”, gritó el cantante Víctor Raúl Jaramillo, quien aprovechó para lanzar varios mensajes de repudio a la guerra, que se hicieron comunes en la jornada. “Somos hermanos, somos una hermandad. Hay que cuidarnos los unos a los otros”, recalcó Jaramillo.
Uno de los momentos más emotivos del festival fue cuando se proyectó el video del cantante Elkin Ramírez, de Kraken, como parte de un homenaje que le rindió este evento tras su fallecimiento el pasado 29 de enero. La gente cantó ‘Lenguaje de tu piel’ al unísono, siguiendo la imagen del ‘Titán’ en uno de sus conciertos sinfónicos.
A las 8:10 p.m. subió a la tarima la banda de San Francisco Death Angel, que tras una presentación impecable, llevó a sus fanáticos por una travesía musical que resumió sus 35 años de trayectoria. Canciones como ‘Kill as One’, ‘Bored’, ‘Father of Lies’ y ‘The Moth’, se ganaron a un público frenético.

Death Angel.
Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
Por la emoción, ni siquiera se sintieron las primeras gotas de una amenaza de lluvia que al final se conjuró gracias a los intrincados solos de guitarra y la aceitada maquinaria de metal que dejó oír este grupo.
“Estamos orgullosos de estar en Bogotá”, gritó su vocalista Mark Osegueda. Al final la banda lanzó pics de guitarra y hasta la correa de taches de su guitarrista Rob Cavestany.
Finalmente, el escenario Plaza, ya abarrotado con casi 50 mil personas, le dio la bienvenida a Lamb of God, la banda de Groove Metal que cerró el primer día del Festival. “Hemos estado un par de veces en Bogotá, en clubes pequeños, y ahora en Rock al Parque frente al que es, posiblemente, el público más grande que hemos tenido en toda nuestra historia”, dijo Randy Blythe.

Una gran cantidad de mujeres disfrutó de la tarde de rock.
Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
Los gritos de agradecimiento no se hicieron esperar de una audiencia que comenzó a saltar con canciones como ‘Walk with me in Hell’, ‘Now you Have Something to Die For’ y ‘Set to Fail.
“¿Quién vino de otras partes de Colombia?, pregunto Blythe. Cientos de manos se levantaron, pero llamó la atención la de un hombre de gorra que gritó: “¡Toluca! (México)”.
Lamb of God cerró con broche de oro al despedirse con ‘Redneck’, considerada como una de las canciones más famosas del grupo. El suelo tembló con más fuerza y la noche de metal en Rock al Parque concluyó dejando la energía en un punto muy alto.
Hoy, en su segundo día, el Festival tendrá, entre otros, a los estadounidenses H20 y Obituary; a Los Caligaris, de Argentina, y a Titán, que llega de México.
DANIEL TORRES y ANDRÉS HOYOS VARGAS
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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