¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Música y Libros

Todo empezó tocando un tambor de juguete: director Orquesta Sinfónica

El maestro Andrés Orozco-Estrada nació en Medellín el 14 de diciembre de 1977.

El maestro Andrés Orozco-Estrada nació en Medellín el 14 de diciembre de 1977.

Foto:Foto: Werner Kmetitsch

Andrés Orozco-Estrada dirige el 9 de julio la Orquesta Sinfónica Nacional en el Teatro Mayor.

cultura 
Fue futbolista en su adolescencia. “Arquero, para ser exactos”, dice el colombiano Andrés Orozco-Estrada, director titular de la Orquesta Sinfónica de Viena. “Me atrajo esa responsabilidad final de un portero, que tiene que cuidar el arco, ver el equipo en su totalidad, revisar la cancha siempre y lo disfrutaba mucho. Todavía me acuerdo de los saltos que daba para evitar los goles”.
Era el estandarte que cuidaba el arco de su equipo de amigos del conjunto en el que vivía en Medellín. Años después es director de orquesta, un ‘portero’ al que no le hacen goles, pero que tiene la visión de todo un grupo que debe sonar siempre perfecto.
Así estará mañana cuando dirija la Orquesta Sinfónica Nacional, en el concierto del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, de Bogotá, con el pianista Matthew Garvin Díaz, de 14 años, como solista. Una promesa nacional que fue uno de los ganadores de la convocatoria Jóvenes Solistas de la Orquesta Sinfónica y es finalista en la categoría Solo del Carmel Klavier International Piano Competition for Young Artists. También, ha incursionado en la composición y la dirección sinfónica.
Hasta la semana pasada, cuando Orozco-Estrada habló con EL TIEMPO, todavía no se conocían en persona y tenía todas las expectativas con él.
Vamos a tener mucho de qué hablar. Primero, la base, la parte artística, pero también la humana. Y especialmente apoyarlo, porque las primeras oportunidades son fundamentales. Ojalá sienta que le damos una oportunidad maravillosa”, dice.
El joven pianista interpretará fragmentos del Concierto para piano n.° 2 en si bemol mayor, de Ludwig van Beethoven, obra en la que el compositor alemán se inspiró en la instrumentación y estructura musical de los últimos conciertos de Mozart.
El repertorio lo complementa la Sinfonía n.° 1 en do menor, de Johannes Brahms, una pieza que representa la declaración musical más emocional y personal del músico alemán y es conocida como una de las obras más distintivas de la literatura sinfónica.
Además de apoyar a los jóvenes talentos (una de sus grandes cualidades), este concierto es muy importante para Orozco-Estrada porque volverá a dirigir la Sinfónica y regresa a Bogotá. La emergencia por la pandemia desajustó su gira de conciertos y sus compromisos, despejó su agenda y, sin dudarlo, decidió venir cinco días.
“Me da mucha alegría estar una vez más en el teatro y con el público. Los recuerdos que tengo del Julio Mario y del León de Greiff (teatro de la Universidad Nacional), y de los asistentes, muy concentrados y calurosos, ruidosos, en el mejor sentido de la palabra, son importantes. Es un orgullo, un honor”.
En Medellín ha estado con más frecuencia. Es la ciudad donde nació el 14 de diciembre de 1977 y que dejó cuando tenía 19 años para ir a conquistar el mundo que soñaba.
Ha sido director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, de la Filarmónica Joven de Colombia y de la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, así como director musical de la Orquesta Sinfónica de Houston, entre muchos cargos importantes, e invitado a dirigir las más importantes orquestas de Europa.
Su hoja de vida es muy extensa y llena de logros. Es, sin dudarlo, uno de los colombianos más reconocidos en la música clásica. En 1982 inició sus estudios en el Instituto Musical Diego Echavarría (IMDE) de Medellín, donde estudió violín. También hizo parte de la Red de Escuelas de Música de la capital antioqueña.
En la Universidad Javeriana de Bogotá continuó sus estudios de violín y dirección. En 1997 se fue a Viena, a estudiar dirección de orquesta en la Universidad de Música y Arte Dramático. Culminó su carrera con calificación aclamada y dirigiendo un concierto con la Radio-Symphonieorchester de la capital austriaca.
En Viena están su casa, su esposa y su hija, Laura, a quien también le gusta la música y ya está estudiando. Esa ciudad lo acogió y de ahí ha salido a mostrar su capacidad.
Sus primeros recuerdos en la música están, dice, determinados por muchas personas e historias. “No me acuerdo mi primera vez oyendo música, pero sí hay una foto tocando un pequeño tambor de juguete con mi primo Juan, en la sala de mi casa. Hay unas primeras experiencias, en la Diego Echavarría, a los 7 u 8 años, con el coro y el violín. Lo cierto es que esas bases, por sencillas y simples, fueron fundamentales”.
Por el mundo, este colombiano, que afirma cuidar con esmero lo que es, más allá de una nacionalidad o unas características de ser de una ciudad o departamento, va con un estuche en el que guarda dos batutas.
“La batuta es un símbolo y hay un director ruso que usa un palito. Mi estuche, con mis iniciales, fue un regalo de mi esposa cuando cumplí 40 años. Se van cambiando porque pasan cosas como que durante un concierto se me soltó y una persona del público la recogió y me la entregó, y al final le pregunté si la quería. Y en otro concierto, con la Novena de Beethoven, se la regalé a un niño de unos 12 años. Así que las voy renovando, pero siempre voy con dos”.
De su mamá, Nora Estrada, que es una de las figuras más importantes de su vida, aprendió a escuchar y seguir los instintos. Y el suyo no fue el fútbol, sino la música. El arco le enseñó a ver al grupo, a saber dónde estaba cada quién.
¿Dónde y cuándo?
de julio, 8 p. m. Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Calle 170 n.° 67-51. Boletas: 20.000, 40.000, 60.000, 65.000, 70.000, 85.000, 105.000 y 120.000. Informes: teatromayor.org.
CULTURA

Más noticias:

cultura 
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO