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Cuando mi perro se pone como loco
Perro mirando a cámara

Hay perros que se botan a saludar; no a todos les gusta esto.

Foto:

Felipe Caicedo

Cuando mi perro se pone como loco

Hay comportamientos que pueden parecer simpáticos, pero podrían convertirse en un problema.


No falta el día que, con visita en la casa, Juan Pablo y Ximena quieran mostrales a sus invitados el show que hace su perro cuando se abrazan. Todos se ríen, empezando por ellos. Sí, es chistoso, aunque a Ximena a veces le molesta, sobretodo cuando se arrunchan a ver televisión y Lucas se pone inquieto y hay que sacarlo del cuarto.

A otros les parece divertido que su peludo se persiga la cola, por lo que da vueltas y vueltas en redondo, o que quede como loco buscando una luz roja de un láser que no sabe de dónde viene.

Todo esto puede ser entretenido y curioso, pero son comportamientos que, según la médica veterinaria y etóloga Carolina Alaguna, no se deben estimular. “Muchas veces son muestras de ansiedad por separación, por hiperapego o de aburrimiento, como cuando se lamen y se lamen una patica y terminan lastimándose, o te tumban cuando saludan”, comenta.

Desde cachorros, hay que evitar hacerles pensar que estas conductas son adecuadas y la forma de hacerlo es no festejarlas. Si se detecta que la conducta tiene que ver con estrés puede ser que esté necesitando hacer más ejercicio para sacar todo esa energía acumulada.

“Si se permiten esos comportamientos, el perro piensa que es está bien hacerlo, que a su dueño le gusta que lo haga, y lo repite y repite, y esto puede reforzar su ansiedad o terminar en un trastorno compulsivo obsesivo, e incluso volverse agresivos. Muchas veces lo hacen para llamar la atención o cuando están aburridos, según el caso de la conducta”, agrega la experta.

Es ‘celoso’ con mi pareja

Cada vez que Juan Pablo abraza a Ximena, Lucas reacciona. Este cruce de labrador se pone a ladrar y revolotea a su alrededor. “Qué tal lo celoso”, dicen ellos.

La etóloga Carolina Alaguna explica que no se trata de celos, “sino que hay animales, especial- mente los perros, que reaccionan por protección de recursos (comida, crías, persona favorita) o por territorialidad. Hay dos cosas muy importantes para un perro: la comida y sus personas favoritas. Por eso se ponen ansiosas o nerviosas y no quieren que nadie se acerque a sus preferidos. Puede haber un hiperapego y no dejan ni que la otra persona se suba a la cama o se siente al lado”.

Esos comportamientos no son deseables ni deben ser festejados, pues pueden volverse violentos.

No le gusta cuando cantan

No hay nada que alborote más a Kongo, un labrador negro, que oír cantar el ‘Happy Birthday’. Pareciera como si se quisiera unir al coro con sus ladridos y revoloteo. “En serio, se pone como loquito cuando lo oye”, dice Andrés, su dueño.

“Sí, hay perros que son sensibles a ciertos sonidos y reaccionan de manera diferente. A algunos no les gusta que toquen el piano, por ejemplo. El punto es no premiarlos con atención, ni reírse, ni hablarles, ni festejarles porque es reforzarle como positiva esa conducta”, explica la médica veterinaria. Esto puede ser una manera de llamar la atención, una especie de pataleta como la que hacen los niños, y al igual que con ellos, no hay que ponerles atención. De lo contrario se puede volver una reacción compulsiva, dice la etóloga, quien insiste que todas estas reacciones hay que evitar premiarlas y promoverlas.

Demasiado expresivo cuando saluda

Más de una persona dice jocosamente que el que más feliz se pone cuando llega a su casa es el perro.

Pero los hay demasiado expresivos al saludar y van más allá de solo batir la cola: se botan encima del recién llegado, lo tumban, ladran, lamen, rasguñan...

“Hay muchos dueños a quienes les gusta que su perro los reciba así y no hay problema. Ellos le festejan esa manifestación y por eso el animal la repite, pero hay personas a quienes puede que sí les moleste o fastidie”, comenta la doctora Alaguna.
Ella aclara que este comportamiento no es ni bueno ni malo y se da porque su persona favorita lo ha permitido siempre, lo celebra y lo estimula acariciándolo y festejándole esa manifestación. Esta se puede volver cada vez más frecuente y más intensa.

Si detecta que su perro es ansioso, es mejor no reforzarle esta conducta y para evitarla hay que enseñarle desde cachorro que para saludar tiene que estar calmado
.
“Cuando es cachorro, les puede parecer divertido a sus dueños que sean efusivos, pero ya más grandes no”, dice la doctora.

REDACCIÓN VIDA

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