La candidata de Sudáfrica, Demi-Leigh Nel-Peters, se convirtió el domingo en la nueva Miss Universo, durante un certamen celebrado en la ciudad estadounidense de Las Vegas.

La joven de 22 años se impuso sobre las aspirantes de Colombia y Jamaica, Laura González y Davinia Bennett.

La nueva reina de la belleza, licenciada en administración de empresas, explicó durante la gala que su hermanastra, quien sufre una discapacidad, es una de las personas que más le inspiran.

En el tramo final de la competición, Nel-Peters describió a una Miss Universo "como una mujer que supera muchos miedos y por eso es capaz de ayudar a otros a superar sus miedos también". 

"Es una mujer para la que nunca nada es demasiado", dijo. "Y creo que es exactamente lo que yo soy".

Nel-Peters lleva a su país este título por segunda vez en la historia del certamen, tras Margaret Gardiner en 1978. Tras la coronación, dedicará su reinado a promover actividades y causas que, de acuerdo con la organización, deben estar orientadas a empoderar a otras mujeres, a ayudar a sus comunidades y a iniciar conversaciones en torno a temas que ayuden a la sociedad.

El nombre de esta joven figuró desde el principio entre las favoritas, no solo entre el público, sino también en los sitios de apuestas por internet, que la situaron entre las tres finalistas.

La nueva reina vivirá a partir de ahora en un lujoso apartamento de Nueva York con todos los gastos pagados.

De la mano de la colombiana, segunda clasificada, Nel-Peters reflejó con una gran sonrisa la sorpresa por este triunfo. La victoriosa sudafricana tuvo palabras para González, de quien destacó en conferencia de prensa que "realmente compitió muy bien y fue una rival fuerte".

La sudafricana explicó a la prensa que espera trabajar en campañas de prevención del virus del VIH, un problema muy presente en su país, y confía en poder fortalecer su proyecto de proveer a las mujeres de Sudáfrica de las "herramientas y el conocimiento que les permita enfrentar situaciones difíciles como secuestros o robos".