Día a día, David Hock llega a trabajar en historias sobre los deportistas que participan en las competencias de los Juegos Paralímpicos de Río y se sienta en su escritorio a redactarlas.
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Sin embargo, el teclado y el mouse de su computador portátil no están sobre la mesa sino debajo de esta. Al momento de trabajar, Hock pone sus herramientas en el suelo, se retira sus zapatos y empieza su labor de escribir con sus propios pies.
David, de 19 años, nació con una malformación y carece de su brazo izquierdo. El derecho no se alcanzó a formar y tiene solo una parte de la que se desprenden tres dedos. Por ello, tiene que hacer uso de sus pies para poder contar las historias.
Este ejemplo de superación hace parte de un proyecto de periodismo inclusivo que comparten varios medios de comunicación. David junto con otros nueve jóvenes alemanes, dos brasileños y diez ingleses, publican sus historias en el ‘Paralympic Zeitung’.
El joven ha compartido su experiencia desde Instagram y en su perfil se pueden ver fotos de su credencial de periodista en los Juegos. Otras imágenes muestran al alemán ejercer su labor como reportero deportivo, específicamente cubriendo la disciplina de natación.
"Al principio algunos se sorprendieron al verme. Pero siempre dije que mis pies son como mis manos. Y apenas me quito los zapatos, puedo hacer lo mismo que hace el resto (de periodistas)", explicó.
Uno de los primeros trabajos que Hock realizó fue comunicar la noticia de la medalla de oro que ganó el brasileño Daniel Dias en natación. “Fue muy emocionante porque tuve la oportunidad de hablar con él, de tomarme una foto y de escribir un artículo sobre este deportista y sus posibilidades de convertirse en el mejor atleta paralímpico de todos los tiempos”, contó al canal oficial de Río 2016.
Hock aseguró que la experiencia ha sido única e indica que le ayuda no ser el único que tiene una discapacidad. “Siento que la discapacidad hace parte de este evento que reúne a tantas personas con varias limitaciones”, concluye.
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