(Esté atento: hasta el 24 de diciembre podrá leer cada uno de los días de la Novena de Aguinaldos en EL TIEMPO).
La Arquidiócesis de Bogotá comparte el orden de las oraciones para el día tercero:
1. Villancico
2. Oración para todos los días
3. Villancico
4. Consideración del día
5. Gozos
6. Oración a la Virgen María
7. Oración a San José
8. Oración al Niño Jesús
9. VillancicoNovena de aguinaldos: primer día, 16 de diciembre
Primer día de la novena de aguinaldos: oraciones, gozos y villancicos
Era Rodolfo un reno que tenía la nariz
Roja como la grana y de un brillo singular
Todos sus compañeros se reían sin parar
Y nuestro buen amigo solo y triste se quedó
Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó
Y a Rodolfo lo eligió por su singular nariz
Tirando del trineo, fue Rodolfo sensación
Y desde aquel momento, toda burla se acabó
Era Rodolfo un reno que tenía la nariz
Roja como la grana y de un brillo singular
Todos sus compañeros se reían sin parar
Y nuestro buen amigo solo y triste se quedó
Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó
Y a Rodolfo lo eligió por su singular nariz
Tirando del trineo, fue Rodolfo sensación
Y desde aquel momento, toda burla se acabó
Toda burla se acabó
Toda burla se acabó
(Siga leyendo: Trucos para una Navidad saludable, el mejor regalo por estos días).
Bondadoso Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen, naciera en un pesebre para nuestra salud y remedio.
Nosotros, en nombre de todos los mortales, te damos infinitas gracias por
tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrecemos la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre,
que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
(Se reza tres veces el Gloria al Padre).
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por lo siglos de los siglos. Amén
(Le puede interesar: Diez episodios navideños que han hecho historia en 'Los Simpson').

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Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
El lucerito mañanero ilumina mi sendero
El lucerito mañanero ilumina mi sendero
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Con mi cuatrico, voy cantando, mi burrito va trotando
Con mi cuatrico voy cantando, mi burrito va trotando
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki ta
Apurate, mi burrito, que ya vamos a llegar
Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki tu
Apurate, mi burrito, vamos a ver a Jesús
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
El lucerito mañanero ilumina mi sendero
El lucerito mañanero ilumina mi sendero
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Con mi cuatrico, voy cantando, mi burrito va trotando
Con mi cuatrico voy cantando, mi burrito va trotando
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki ta
Apurate, mi burrito, que ya vamos a llegar
Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki tu
Apurate, mi burrito, vamos a ver a Jesús
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven, voy camino de Belén
(También: Cómo vivir la Navidad después de una pérdida en este 2020).
Proclamar humildemente la misericordia de Dios
Leamos la Palabra de Dios
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia – como lo había prometido a nuestros padres – en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. (Lc 1, 54 – 55)
Luego de ser testigo de varios hechos y signos de la presencia de Dios, María proclamó y confesó que Dios auxilia a Israel su siervo, conforme a la memoria de una promesa que señalaba un pacto y una ruta para salvar al pueblo.
Dios hace promesas que tienen feliz cumplimiento, gracias a que no olvida lo pactado, haciendo que la esperanza dé su fruto para los hombres. Sin duda, la condición para que la esperanza brote y florezca es la memoria de la historia, de lo que Dios ha ido realizando en nuestras vidas como expresión de su fidelidad y de su misericordia. La memoria agradecida de lo que Dios ha obrado ya en la vida de cada uno y en la historia de la humanidad, fundamenta la esperanza de que Dios se mantendrá siempre fiel a sus designios de salvación para nosotros. Él no nos abandonará.
Esta memoria se encuentra en el Magníficat, convertida en un canto de alabanza a Dios. Nos hace mucho bien, en medio de los días difíciles que estamos viviendo, hacer memoria de la fidelidad de Dios y dejar que la alabanza brote sencilla en nuestros corazones ante el pesebre de Belén con el cántico de los villancicos.
Hagamos también memoria agradecida de la fidelidad y la constancia de las personas que nos aman, y seamos a imagen de Dios, fieles a nuestras promesas.
Demos un paso en dirección hacia la Palabra
“Dios nos concederá lo que anhelan nuestros corazones”

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Dulce Jesús mío, mi Niño adorado,
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
(1) ¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a infantil alcance te rebajas sacro!
¡Oh Divino Niño, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!
(2) ¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Ah! ven prontamente para rescatarnos,
y que un Niño débil muestre fuerte brazo!
(3) ¡Oh raíz sagrada de Jesé, que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!
(4) ¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas de regio palacio!
¡Sácanos, Oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!
5) ¡Oh lumbre de Oriente, sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!
(6) ¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios Soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y, en forma de Niño, da al mísero amparo!
(7) ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo, Pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas con suave cayado
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

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(8) ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto
bienhechor rocío, como riego santo!
¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado!
¡Luce hermosa estrella, brota, flor del campo!
(9) ¡Ven, que ya María previene sus brazos,
do su Niño vean, en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
(10) ¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!
(11) ¡Ve ante mis ojos de ti enamorados!
¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases te dice mi llanto!
¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos,
ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
(Además: Aprenda a hacer, fácil y rápido, natilla y buñuelos para las novenas).
Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por madre suya, te suplicamos que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hicieran esta
novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunícanos algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le aguardaste, para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
(Se reza tres veces el Avemaría).
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(Puede ver: Navidad: Bocados para dejar de pecar, rezar y empatar).

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Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias damos a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te rogamos, por el amor que tuviste al Divino Niño, nos abrases en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina Esencia le veamos y le gocemos en el cielo. Amén.
(Se reza tres veces el Padrenuestro).
Padre Nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
(Le puede interesar: No se pierda los pesebres más creativos y mágicos del mundo).

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Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".
Llenos de confianza en tí, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a presentarte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.
Concédenos por los méritos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de tu divina promesa,
acogerás y responderás favorablemente nuestra súplica. Amén.
(Se reza una Gloria al Padre).
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por lo siglos de los siglos. Amén
(También: Cinco opciones para celebrar las cenas de Navidad y Año Nuevo).
Noche de paz, noche de amor
Todo duerme derredor
Entre los astros que esparcen su luz
Bella, anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de amor
Noche de paz, noche de luz
Ha nacido Jesús
Pastorcillos que oíd, anunciad
No temáis cuando entréis a adorar
Que ha nacido el amor
Que ha nacido el amor
Desde el pesebre del niño Jesús
La Tierra entera se llena de luz
Porque ha nacido Jesús
Entre canciones de amor
Día sexto de la Novena de Aguinaldos 2020.Día quinto de la Novena de Aguinaldos 2020.Día cuarto de la Novena de Aguinaldos 2020.Día tercero de la Novena de Aguinaldos 2020.
Día segundo de la Novena de Aguinaldos 2020.Día primero de la Novena de Aguinaldos 2020.