¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Gente

Bonsái el arte de cuidar una escultura viviente

Desde los 14 años, Luis Vallejo, que estuvo en Bogotá y Cartagena, es un enamorado de los bonsáis.

Desde los 14 años, Luis Vallejo, que estuvo en Bogotá y Cartagena, es un enamorado de los bonsáis.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

El paisajista español Luis Vallejo es un experto cultivador de estos árboles en miniatura.

Cuando tenía 14 años, Luis Vallejo se dejó flechar por el arte del bonsái. Vio por primera vez estos árboles en miniatura en unos libros que su padre había comprado en EE. UU., a finales de 1960, y descubrió en ellos una forma de “jugar y hacer magia” al mismo tiempo.
Este español equipara a los bonsáis con los haikus, versos japoneses cortos y precisos, pues para él los primeros son la representación poética de la naturaleza.
Vallejo es un reconocido paisajista, director del Museo Bonsáis de Alcobendas, que tiene cerca de 300 ejemplares, y fundador de Luis Vallejo Estudio de Paisajismo en Madrid. Se hace llamar un ‘dinosaurio’ del tema.
Su amor hacia este arte oriental fue galardonado por el Gobierno de Japón en 2008 con la Orden de Sol Naciente, la mayor distinción que tiene ese país para quienes contribuyen a la difusión de la cultura japonesa.
Y continúa con esa labor. En una gira por Latinoamérica se detuvo en Cartagena y Bogotá para dictar la conferencia ‘La naturaleza y el tiempo’, en la cual hizo una demostración de las técnicas que utiliza en la creación de los bonsáis. Habló con EL TIEMPO sobre este arte.
¿Cómo define el arte del bonsái?
Es un arte plástico, un arte de representar y evocar a la naturaleza que se esculpe en el espacio y tiempo. Pero, a diferencia de la escultura, en este caso no para de crecer, no se queda quieta y hay que estar interviniéndola porque está viva.
¿Cómo se hizo paisajista?
Mi padre tenía un vivero de árboles en las afueras de Madrid. Todos mis juegos de niño, adolescente y joven fueron con árboles. Es algo que yo no elegí, me eligió a mí. Trabajé durante muchos años en la empresa familiar, luego me independicé y formé el estudio en el que trabajo proyectos de jardín, urbanismo y arquitectura.
Usted es europeo, pero promueve otra cultura.
A mí siempre me habían interesado los jardines y dentro de esa afición me empezó a atraer mucho el paisajismo japonés. Decidí que esa era la estética que a mí me seducía porque tenía mucho que ver con la naturaleza.
¿Qué es lo que le atrae de esa cultura?
El conocimiento, el respeto, el amor por la naturaleza y su forma de representarlos. Un jardín renacentista o barroco es más una forma de mostrar poder; en el caso de Japón, es mucho más íntimo, tienen una veneración por las piedras y las rocas.
¿Hay que entender esa cultura para entender el arte de los bonsáis?
El arte del bonsai nace en China y se perfecciona en Japón. A mí me interesa más la parte de Japón. Indudablemente, uno también tiene que interesarse por la vida en todos sus componentes. No se trata de hacer una copia del arte japonés, sino de hacer una interpretación, que es distinto.
¿Cualquier árbol puede convertirse en un bonsái?
Tiene que tener ciertas características, como que el tamaño de la hoja no sea muy grande porque se pierde la escala. Imagínate una hoja de 20 metros cuadrados con un tronco pequeño.
¿Y no hay forma de reducir las hojas?
Sí, se pueden ampliar o reducir. Hay técnicas para eso que requieren tiempo. Lo que hay que hacer es cortar la hoja, hacer que brote y aumentar la cantidad de brotes para tener más hojas con menor tamaño. Es una técnica, no una manipulación genética. No se puede reducir la flor ni el fruto, eso sí sería una manipulación genética.
Pero hay árboles que tienen flores y frutos pequeños.
Hay especies que son de tamaño genéticamente pequeño. Pero el bonsái es hacer algo plástico, aunque sea pequeño de origen, sin manipularlo genéticamente.
¿Para aplicar esas técnicas de reducción deben tener un tamaño mínimo?
Sí, pero no se puede generalizar; eso depende. Aunque no es recomendable hacerlo, es mejor empezar con plantas de vivero porque para sacar un árbol hay que tener mucha experiencia y conocerlo muy bien.
¿Las flores y los frutos de los árboles se conservan al aplicar técnicas de bonsai?
Claro, las flores y frutos siguen creciendo del tamaño que tienen. Si coges un naranjo que dé naranjas pequeñas, así van a salir; lo mismo pasa con una grande, eso no va a cambiar.
¿Qué recomendaciones le daría usted a alguien que quiere tener un bonsái en la casa?
Lo primero es que los árboles viven al aire libre; meterlos dentro de la casa es maltratarlos. Los pueden entrar un rato para disfrutarlos, pero si tienen una terraza o un jardín, deben sacarlos. Los árboles viven de luz y agua; estos hay que protegerlos un poco más, pero igual son árboles.
¿Qué ventajas tiene tener un bonsái?
Que te hace intervenir con la naturaleza, tienes que podarlo y regarlo. Eso hace que te ocupes de un ser vivo.
¿Cuánto pueden vivir?
Si está bien cuidado pueden superar la edad del hombre. Hay bonsáis que tienen 300 años.
Algunas personas dicen que el arte del bonsái es atentar contra la naturaleza de un árbol, ¿usted qué dice al respecto?
Es absurdo. Si aplicaramos eso a todo, no se podrían hacer esculturas de madera porque hay que matar a un árbol. Tampoco se podrían hacer jardines porque hay que podarlos, ni tener frutales porque también hay que cortarlos para producir la fruta.
Es un pensamiento muy simplista que lo que hace es dotar a los vegetales de sentimientos humanos. Como yo eso lo entiendo, entonces no tengo nada que decir. Pero hay gente que piensa que sufren, no sé cómo saben eso.
ALEJANDRA MACHADO
Escuela de periodismo multimedia EL TIEMPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO