Podría decirse que Kevin Spacey y Harvey Weinstein pasan por momentos parecidos, pues fueron acusados de abuso, el mundo fue testigo de cómo sus carreras se fueron a pique al punto de perder sus trabajos y ambos se encuentran recluidos en el mismo lugar para empezar su tratamiento.
The Meadows es la clínica especializada en adicciones en la que el productor y el actor ingresaron a inicios de noviembre.
Según la página web del sitio, la institución de Wickenburg, Arizona, lleva más de 40 años ayudando a sus pacientes a enfrentarse a trastornos relacionados con traumas infantiles o relacionales.
Adicción al alcohol y las drogas, al sexo, trastornos de ansiedad y pánico o estrés postraumático, codependencia, depresión, trastorno bipolar y de alimentación son algunos de los diagnósticos de quienes acuden a este lugar.
Información revelada por ABC señala que el tratamiento tiene un costo aproximado de 36.000 dólares y entre la lista de famosos que han ingresado a tratamientos en este lugar se encuentran Tiger Woods, Russell Brand, Ozzy Osbourne y Michael Douglas.
El modelo del tratamiento parte del historial de la persona como una forma de rastrear su desarrollo emocional. Luego, el terapeuta evalúa el estado del paciente e identifica las acciones que han creado los problemas para poder combatirlos.
"La meta es que los individuos ganen confianza para hacer frente a su enfermedad, incluido el dolor y la pérdida", aseguran.
En el caso de las adicciones sexuales, el centro define esta condición como la “fascinación o fijación inusual”. Añade que esta clase de adictos “se encuentran teniendo pensamientos compulsivos sobre el sexo y comportamientos excesivos como relaciones telefónicas, el cibersexo o pornografía”.
El portal Us Weekly publicó imágenes del actor, que interpretó a Frank Underwood en 'House of Cards', en sudadera con gafas oscuras y una gorra. Según el medio, la rutina del actor incluye clases de yoga y paseos con caballos.
Exclusive: #KevinSpacey spotted for the first time in rehab https://t.co/fu1n5AWIzP
— Us Weekly (@usweekly) 13 de noviembre de 2017
El programa, conocido como ‘El dulce camino’, dura un aproximado de 45 días y contempla curiosas actividades como salidas en horas de la mañana en un “círculo de serenidad” o portando un animal de peluche.
Allí se separa a hombres y mujeres y estos se someten a todo tipo de restricciones, entre estas el uso limitado del celular e internet.
ELTIEMPO.COM y Agencias