Tras dos días de reunión excepcional, la iglesia católica se pronunció sobre la actual situación política del país, después de que ganara el No en el plebiscito, que buscaba darle fin al conflicto armado con la guerrilla de las Farc.
En comunicado, a nombre de Luis Augusto Castro Quiroga, presidente de la Conferencia Episcopal, esta comunidad religiosa pidió se mantenga indefinidamente el cese de hostilidades entre la guerrilla y el Gobierno.
Con la meta de construir una "auténtica paz", la iglesia también pide se acojan los aportes que están surgiendo de diferentes sectores.
"Para tal fin es imprescindible centrarse prioritariamente en estas situaciones que preocupan hondamente a la nación: la unidad de los colombianos, la defensa de la vida y de la familia, la educación, la participación política, la solidez de la democracia y de las instituciones, las víctimas de la violencia, el narcotráfico, la corrupción, la crisis de la salud, la crisis de la justicia, la inequidad social y la ideología de género", registró el comunicado.
La iglesia católica no tomó partido antes del plebiscito y solo le pidió a sus fieles participar activamente en la jornada de elecciones. De otro lado, algunos sectores evangélicos y cristianos optaron por el No. Según análisis posteriores, se estima que estos grupos religiosos aportaron dos millones de votantes.
Cerca de 90 obispos se reunieron "para analizar el momento que vive nuestra patria, para discernir lo que Dios quiere de nosotros y para establecer los caminos pastorales que debemos recorrer".
VIDA
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