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Palomo Linares: el corazón lo traicionó en su última faena
El torero Palomo Linares

Palomo, en la Santamaría, escenario de sus tardes inolvidables. Allí, el matador español formalizó su retiro de los ruedos, el 31 de enero de 1982.

Foto:

Archivo histórico EL TIEMPO

Palomo Linares: el corazón lo traicionó en su última faena

Había sufrido tres infartos. El viernes se sometió a un ‘bypass’. El 27 de abril cumpliría 70 años. 


El famoso torero español Sebastián Palomo Martínez, conocido como Sebastián Palomo Linares, falleció ayer en Madrid, a la edad de 69 años, tras una complicada cirugía del corazón, prevista desde hacía varias semanas.

El diestro, separado de la exreina de belleza barranquillera Marina Danko, tuvo lazos especiales con Colombia. Fue precisamente la plaza de toros de Bogotá el lugar escogido por el matador para retirarse de los ruedos en 1982, en la tarde del 31 de enero, cuando compartió cartel con Pepe Cáceres y Curro Romero. Aunque luego reapareció en algunas plazas, hasta su retiro definitivo en 1995, Palomo Linares siempre estuvo vinculado a Colombia.

“Tuvo una relación muy estrecha con Colombia y, sobre todo, con Bogotá”, dijo a este diario Carlos Illán, experto taurino. “Su gran valedor era (el fallecido director de EL TIEMPO) Hernando Santos, quien una vez incluso se lanzó al ruedo a sacarlo en hombros”, agregó. También toreó en otras ciudades colombianas, como Cali y Manizales. Fue, además, amigo del expresidente Andrés Pastrana.

Su lazo más fuerte con Colombia fue Marina Danko, con quien se casó en 1977. Tuvieron tres hijos: Sebastián, Miguel y Andrés. Se separaron en 2011, hecho que tuvo importante repercusión en los medios españoles. Rehizo su vida con la jueza Concha Azuara, con la que convivía desde hacía cuatro años.

Carrera entre los toros

El lanzamiento como novillero de Palomo Linares fue fuerte y obtuvo el respaldo del periódico Pueblo. Su carrera taurina se inició de la mano de los Dominguín, una de las sagas familiares con mayor prestigio en los ruedos. Y siempre estuvo amparado por la sombra de los hermanos Lozano, conocidos en el mundillo torero: Eduardo, José y Pablo, su maestro. Ellos constituyeron su verdadera familia durante su carrera.
Tomó la alternativa el 19 de mayo de 1966 en Valladolid y la confirmó también un 19 de mayo, pero de 1970 (con Curro Romero de padrino).

Pronto formó un equipo con Manuel Benítez ‘el Cordobés’, al que llamaron ‘Guerrilla’, para luchar contra las grandes plazas.

Se dedicaron a sitios más pequeños (algunos incluso portátiles) y Benítez volvió al año siguiente. “A Linares le costó trabajo arrancar después de eso, hasta que cogió impulso en mayo de 1972, cuando cortó un rabo en la plaza de toros de Las Ventas”, explica Illán. Fue el rabo de ‘Cigarrón’, el quinto toro de la tarde. Es el último que se ha cortado en Las Ventas, la plaza más exigente del mundo. Su faena despertó el alboroto del público, que, extasiado, lo aplaudió y vitoreó.


Aunque fue uno de los días más importantes de su vida, conllevó un significado doble y encontrado. “Por un lado fue positivo porque es un triunfo significativo para cualquier matador, pero produjo una fuerte polémica que llevó a la destitución al día siguiente de José Antonio Pangua, presidente de la plaza”, explica Illán.

Aunque fue muy castigado por la crítica, obtuvo importantes éxitos en los años 60, 70 y en la primera mitad de los 80. Compartió carteles con sonados matadores de entonces, como el Cordobés, el Viti y Paquirri.

En 1982 se retiró por primera vez y volvió al año siguiente. Lo hizo luego definitivamente en 1995 en Benidorm. Como detalle curioso, fue la única vez que vistió de color oro (y vinotinto); siempre lo hacía de plata, como los banderilleros.

“Palomo Linares nunca estuvo en el Olimpo de las personas más exigentes de los toros, pero siempre lo respetaban por su casta personal, su valor y su pundonor”, explica Illán. Y agrega que “sin ser técnicamente un grandioso torero, fue un buen muletero”.

Tras dejar los ruedos se dedicó a la ganadería de toros de lidia.

Otras facetas

Linares también era pintor. Se entregaba a esta afición en su finca El Palomar. De hecho, su fallecimiento ocurre días después de la apertura de una exposición en Boadilla del Monte, un municipio cercano a Madrid, donde exhibía algunas de sus obras trabajadas durante cincuenta años. Un cuadro suyo cuesta entre un millón y diez millones de pesos.

Fue, además, actor. Un par de las películas en las que apareció son Nuevo en esta plaza y Solos los dos (en la que también participó la famosa actriz y cantante española Marisol).

Su matrimonio con la exmodelo colombiana Marina Danko, una de las mujeres más glamurosas según la crónica social, lo llevó a estar permanentemente bajo los focos de la prensa. Aparecieron en varias oportunidades en revistas de sociedad. También lo hacen sus hijos, como Sebastián, quien fue novio de Olivia de Borbón, cuyo padre es primo segundo del rey Juan Carlos. Él, precisamente, siguió los pasos de su padre en los ruedos, con poco éxito.

Palomo Linares

El torero Palomo Linares en la plaza de La Santamaría de Bogotá

Foto:

Archivo histórico EL TIEMPO

Despedida

Palomo Linares había sufrido tres infartos. El viernes se sometió a una operación en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid para implantarle un bypass. No se pudo recuperar. Sus hijos, con quienes se habían creado tensiones tras la separación de Marina Danko, lo acompañaron en los últimos días. El 27 de abril iba a cumplir 70 años.

Se vela en la funeraria de Tres Cantos, en Madrid, donde se celebran hoy las honras fúnebres. España despide a un icono del toreo.

Años de una vida en la arena

Palomo Linares recibió la alternativa de manos del español Curro Romero, el 19 de mayo de 1966 en Valladolid.

En 1969, Sebastián Palomo Linares y Manuel Benítez ‘el Cordobés’ hicieron un pacto de honor contra las grandes plazas.

En 1977 se casó con la exreina de belleza Marina Danko. Tuvieron tres hijos: Sebastián, Miguel y Andrés. Se separaron en 2011.

Pocos meses antes de su muerte, Palomo inauguró una muestra de sus pinturas cerca de Madrid. Un cuadro puede valer hasta 10 millones de pesos.

Murió este lunes a las 17:15, hora de España, en el Hospital Gregorio Marañón, luego de que el pasado viernes fue operado a corazón abierto.


JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO

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