Agnes Gonxha Bojaxhiu, reconocida como la madre Teresa de Calcuta, falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta. En esa ciudad india, la hermana católica fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, que se extendió por varios países.
Tras seis años de su fallecimiento, Agnes fue beatificada por Juan Pablo II, y canonizada en el 2016 por el papa Francisco. Este sábado, EL TIEMPO le rinde un homenaje recordando momentos claves de su vida y reviviendo su mensaje.
La madre Teresa de Calcuta nació el 26 de agosto de 1910 en la ahora Skopie, la capital de la República de Macedonia –un país ubicado en el sureste de Europa–. Creció en una familia católica y fue la menor de tres hijos, según lo documentó Kathryn Spink en su libro ‘Madre Teresa: la biografía autorizada’.
En su niñez escuchó historias sobre misioneros, que despertaron en ella el deseo de servir al otro. Así como la solidaridad, la música también le interesó y participó en el coro de su parroquia. Ambas experiencias la llevaron a decidir, con tan solo 12 años, que quería servir a Dios. Así lo registra Joan Graff Clucas en otra de las biografías dedicadas a la legendaria mujer.
La madre Teresa decidió dedicar su vida a todos los rechazados: los leprosos, los huérfanos, los pobres y otros necesitados. Estas son algunas de las frases célebres que recopiló el diario internacional ‘ABC’.
“La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz”.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
“Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos”.
“Nuestra misión es cuidar a los hambrientos, los desnudos, los indigentes, los discapacitados, los ciegos, los leprosos, todas esas personas que se sienten indeseadas, no amadas, abandonadas por toda la sociedad”.
En el acto oficial de canonización, el 4 de septiembre del 2016, el papa Francisco se refirió al legado de la madre Teresa. El sumo pontífice recordó que la madre Teresa "se inclinó sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado. Fue una misionera que se hizo oír ante los poderosos culpables de crear la pobreza”.
Y agregó: "Que esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo, y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión".
"La madre Teresa fue una mujer de gran fe, que vivió amando a los pobres", dijo la hermana Nirmala Joshi, superiora general de las Misioneras de la Caridad.
Por su parte, May Ann Glendon, docente de la Universidad de Harvard, recordó un lado desconocido de la personalidad de la misionera: “Sabía divertirse. Cuando había 28 monjas en el piso, jugaban cada tarde en el techo de la casa, tirando de los extremos de una gruesa cuerda".
Son varios los galardones otorgados a la madre Teresa, pero son más las sonrisas que provocó en las miles de personas que ayudó. Estos fueron algunos de los reconocimientos:
ANDREA HERNÁNDEZ BACCA
MARÍA DANIELA VARGAS NIETO
ELTIEMPO.COM
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