Este santo popular no es reconocido por la Iglesia católica, pero sí por los corazones de sus peregrinos.
Eitan Abramovich /AFP
Gauchito Gil se encumbra como el más importante de su tipo en Suramérica, con fieles que llegan desde toda Argentina y también de varios países limítrofes.
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Para muchos argentinos el santo es la esperanza de los que no tienen y por eso prometen devoción eterna a quien les conceda al menos algo: se hacen llamar "promeseros".
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Los "promeseros" conviven todos detrás de la bandera roja del gauchito, el color que lo identifica.
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Los peregrinos llegan de todas las provincias del país, pero también de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile.
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En la actualidad, el santuario es un millonario negocio que recibe a cientos de miles de personas año tras año.
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Los camioneros de Argentina son los principales devotos del santo y los encargados de difundir su leyenda por todos los rincones del país.
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La devoción es extrema, todos intentan tocar la imagen y dejar su ofrenda. Billetes, llaves de autos, flores, velas, botellas, fotos y placas de bronce que recuerdan algún familiar fallecido.
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La peregrinación congrega a cerca de 250.000 personas en Mercedes (a 680 kilómetros de Buenos Aires).
Conozca a Gauchito Gil, el santo más popular de Argentina
El Gauchito Gil fue Antonio Mamerto Gil, un hombre nacido en la década del 30 en Corrientes y que se convirtió en objeto de culto popular luego de ser asesinado el 8 de enero de 1878, acusado de desertar del Ejército. La leyenda nació durante su propia ejecución, cuando el gauchito vaticinó a su verdugo la enfermedad de uno de los hijos de este y le avisó que debería invocar su nombre para interceder ante Dios y curarlo. Así ocurrió y ese fue su primer milagro. Sus creyentes se reúnen cada 8 de enero para pedir favores. AFP