Pasarla bien con la familia y los amigos, escapando de la rutina, es una razón más que suficiente para disfrutar del 31 de octubre. Pero ¿sabía que celebrar Halloween puede ayudarle a vivir nuevas experiencias, sentirse diferente, relacionarse más, desarrollar su creatividad, afrontar sus miedos y celebrar la vida?
Estos son algunos de los efectos positivos que tiene esta celebración sobre la mente y las emociones. Halloween invita a ‘morirse de risa’ y ‘pasarla de muerte’ y decirle al aburrimiento: “¡Tendrás que pasar por encima de mi cadáver!”.
La psicopedagoga española Paula Saénz, de la Isep Clínic Barcelona, explica a Efe como nos beneficia psicológicamente esta ‘terrorífica’ celebración del día de brujas.
1. Salir de la rutina y socializar. Organizar, participar de las fiestas y vivir el ambiente de la calle, aparte de la diversión, nos permite desarrollar habilidades sociales básicas para relacionarnos con otros, ayuda a salir de la rutina diaria y conocer distintas formas de enfocar las tradiciones, y nos da la posibilidad de descubrir nuevos sitios y personas con quienes disfrutar.
Salir a pedir dulces es muy beneficioso para que los niños se relacionen con los demás niños del barrio y conozcan a otros adultos que viven en el vecindario.
2. Desarrollar la creatividad. Preparar un disfraz, decorar la casa u oficina y crear platos alusivos a la festividad implican recurrir a la imaginación y la creatividad. Estos son momentos que se pueden vivir en familia o con amigos de forma divertida y fomentando el trabajo en equipo. Son espacios para relajarse y desconectarse de los problemas.
3. Ser otro. Con los disfraces nos sentimos diferentes, sentimos que estamos en el cuerpo de otra persona o personaje y podemos desinhibirnos, y ello nos sirve para fomentar la fantasía, expresar nuestras emociones y descubrirnos a nosotros mismos. Además, es una actividad divertida, creativa y muy sana tanto para adultos como para niños.
4. Un poco de ejercicio. Las fiestas son para bailar, y esta es una actividad muy buena porque nos ayuda a mantenernos en forma, además de tener múltiples beneficios psicológicos: relaja, permite relacionarnos con otras personas, olvidar las preocupaciones, mejora la autoestima e incluso la confianza en uno mismo.
5. Encuentro con los hijos. Estas celebraciones permiten hablar con los hijos de temas como la muerte, los miedos, los fantasmas, etc., para conocer sus dudas, fantasías y temores, y así desmitificarlos o aclararlos. Así mismo, puede ser un momento de aprendizaje de otras culturas y tradiciones, amplía nuestros puntos de vista, nos hace más empáticos y respetuosos con los otros y nos permite adaptarnos a diferentes situaciones.
6. Superar miedos. Ver una película de terror, contar historias paranormales o leyendas de espantos ayudan a enfrentar y compartir los miedos propios. Permite conocernos a nosotros mismos y darnos cuentas de que los demás también tienen sus miedos.
EFE
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