Carteras artesanales con dibujos de vanguardia; sombreros caribeños, tapetes tejidos con fique y metal; zapatos elegantes e informales; y joyas modernas o de diseños precolombinos fueron algunos de los objetos colombianos que llenaron esta semana la Casa Cultural Gabriel García Márquez de la embajada de Colombia en Madrid.
Fue una exposición de piezas únicas fabricadas en el país de manera artesanal, con diseños originales. “La idea es fomentar las exportaciones y establecer nexos con empresarios españoles interesados en comercializar este tipo de productos”, explicó Marcela Astudillo, directora de ProColombia en España. “Esta vez nos centramos, sobre todo, en complementos”.
Fueron diez marcas colombianas las que viajaron con su especial equipaje: L. A. Cano, Liza Echeverry, Martín Pescador, María Paula Castillo, Michú, Mola Sasa, OQ shoes, Sonia Heilbron, Verdi Design y Turmalina y Durando.
Martín Pescador aspira a entrar a España con sus sombreros, que se venden en Francia y EE. UU., y ahora busca introducirlos en el mercado ibérico. “Trajimos propuestas diversas, de diferentes presupuestos”, señaló el director de la empresa, Nicolás Vásquez, que habló de un rango de precio entre 60 y 180 euros.
Mostró sombreros hechos por artesanos de Putumayo, La Guajira y Nariño. Estaba, por ejemplo, uno en tejido botoniaska, de las etnias kamentzá e inga, del Valle del Sibundoy, con chumbe (pequeña faja o cinta) que representaba el amor verdadero.
Por su parte, Cristina Vera, de Verdi, extendió la alfombra sobre el piso y cargó con varias muestras del tejido de fique y cobre o estaño. Los particulares tapetes de esta empresa se caracterizan por el cambio de tonalidades que se produce por la presencia del metal. Trabaja con familias campesinas que tratan el fique en Santander; luego se mezcla con el cobre o estaño en un telar de Bogotá. También expuso carteras tejidas en croché con hilos de cobre. “Elaborar cada una toma entre una semana y diez días”, explicó, y agregó que este producto, nuevo en la empresa, ya se comercializa en Colombia.
Michú y Mola Sasa también exhibieron carteras artesanales, con diseños basados en diferentes culturas indígenas del país. La última, por ejemplo, se inspira en la comunidad kuna. Se fabrican en Colombia y muestran un atractivo colorido y diversos tamaños.
Las joyas brillaron por su presencia. Las de L. A. Cano se venden desde hace 25 años en El Corte Inglés y algunos museos, pero ahora quiere abrir nuevos canales. “Trajimos una colección seleccionada con brazaletes, aretes grandes y otros diseños basados en precolombinos, pero también algunas piezas contemporáneas con nuestro ADN”, dijo en Madrid Eduardo Cano, gerente comercial.
María Paula del Castillo viajó con dos colecciones de sus joyas. Una está inspirada en acacias y palmeras, la otra en la enorme diversidad de aves que hay en el país. La piedra central –aunque no se trata de la única– de estas piezas de vanguardia es la esmeralda. “Las fabricamos en Bucaramanga, donde hay una importante tradición orfebre”, explicó la diseñadora.
La exposición tuvo lugar el 14 y 15 de septiembre en los tres pisos de la construcción aledaña a la embajada de Colombia en España.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal EL TIEMPO
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