Aunque el famoso oso, símbolo de la marca española Tous nació en los años 80, creación de Rosa Oriol, esposa de Salvador Tous Ponsa, el origen de la marca está unos 60 años más atrás, cuando Salvador Tous Blaví abre un pequeño taller de reparación de relojes que, poco a poco, y gracias a la gestión de su hijo y nuera, fue creciendo hasta convertirse en esta gran marca global.
“Mi madre fue quien tuvo la visión del diseño y mi padre del negocio a partir de una buena base de joyería que había”, cuenta Rosa Tous, vicepresidenta corporativa de la marca en su paso por Bogotá. “El oso es nuestro icono, forma parte de nuestro ADN y muestra que somos una marca tierna, divertida y de espíritu joven”, agrega.
¿Cómo permanece en el mercado una marca de lujo?
Hemos sido muy consistentes con lo que somos: unos joyeros dentro del lujo asequible. Es muy importante saber quién eres y cómo te estás comportando para ser coherente, y eso lo aprecian los clientes.
China, Rusia y Asia son mercados grandes para ustedes, ¿cómo va América Latina?
América Latina sigue siendo un mercado foco porque para nosotros es un mercado muy cercano, tal vez no en kilómetros pero sí en cultura y en idioma, lo que nos facilita muchas cosas. Rusia, China y Arabia Saudí están más cerca geográficamente, pero culturalmente más lejanos.
¿Usted estudió gemología pensando en el negocio o por gusto?
Me encantan las piedras. De niña jugaba con ellas, recogía piedras en los ríos, en los caminos. Entonces fue natural estudiar gemología. Una vez terminé mis estudios básicos, me fui a Estados Unidos a estudiar al Gemological Institute of America y fui superfeliz. Aunque no me haya dedicado a las gemas, estoy directamente relacionada con su identificación y la información para que en las tiendas sepan de qué se trata cada una de las piedras y los clientes sepan qué están comprando.
El oso es nuestro icono, forma parte de nuestro ADN y muestra que somos una marca tierna, divertida y de espíritu joven
¿Qué piedra le gusta más?
Me gustan todas, pero si tengo que escoger solo una, soy muy clásica, y elegiría el diamante.
De hecho, es especialista en ellos, ¿cuáles son los puntos claves de esta piedra?
Debe tener cuatro: su color, aunque parezca que son incoloros, tienen algún toque de amarillo o de gris. La pureza, que son la cantidad de inclusiones que tiene dentro, que no queremos que sean muchas. Y hay dos que tienen que ver más con el hombre: la talla, que esté bien facetada, y el peso, los quilates. Cuanto más grande, mejor tallado,menos inclusiones y color tenga, es más raro y más valor tiene. Si se dan la cuatro, tienes una superjoya.
También en perlas.
La perla es la única gema que no hace falta pulir ni tallar para ver su belleza. Cuando la sacas de un molusco, ya es como es; ese nácar tan brillante.
¿Para qué momentos usar perlas y para cuáles los diamantes?
Las perlas son más de temporada en la vida de una persona. Las llevas a tus 20 años, porque ya te sientes como una adulta. Y a veces a los 60 ya no las quieres usar porque te hacen ver muy adulta. En cambio, con los diamantes siempre hay una buena excusa para usarlos, tanto a diario como en una ocasión especial.
En Tous utilizan muchas piedras de colores...
¡Todas! Mezcladas, combinadas con distintos materiales. En eso mi madre es especialista y hace combinaciones increíbles, que nos vienen muy bien para hacer pequeñas colecciones de piezas muy especiales, únicas, exclusivas o para clientes más exigentes.
¿Qué piedra usaría para un ‘brunch’?
Una aguamarina, grande y no una transparente, sino un poco lechosa.
¿Para un almuerzo?
Las perlas.
¿Para una cena?
Unos superpendientes, que podrían ser de diamante o diamante negro.
¿Una fiesta de boda?
Jugaría con amatistas, citrinos, una mezcla de colores.
¿Para una entrevista de trabajo?
Ese día hay que causar buena impresión y ser discreta, llevaría solo pendientes de diamantes.
Y si no tengo diamantes...
El topacio incoloro. De hecho, estamos lanzando una colección en este momento.
¿Para un día de trabajo?
Lo que te plazca cuando te levantes.
¿Cuál es el encanto de las joyas?
Que cuentan historias.
¿Su accesorio ideal?
Los pendientes.
No sale de su casa sin ponerse...
Un anillo. Puede ser que olvide el pendiente y no tengo problema, pero siento cuando no tengo un anillo.
Si España fuera una joya o una piedra, ¿cuál sería?
Un rubí, porque el rojo es pasión y en España hay mucha.
¿Y Colombia?
Colombia es esmeralda; las más maravillosas del mundo salen de acá.
Hay que tener un fondo de armario, ¿hay uno para joyas?
Claro. Hay que tener unos pendientes pequeños de diamantes; un collar de perlas, alguna cadena larga de oro con medalla con sentido para uno, algo muy íntimo; una sortija, que no tiene que ser la de compromiso, sino un coctel ring con gemas grandes, y un buen reloj.
NATALIA DÍAZ BROCHET
Editora de EL TIEMPO
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