¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Gente

‘Compartir pareja no es ser un depravado mental’

La escritora española Megan Maxwell es autora de la saga ‘best seller’ ‘Pídeme lo que quieras’.

La escritora española Megan Maxwell es autora de la saga ‘best seller’ ‘Pídeme lo que quieras’.

Foto:Nines Minguez

La escritora de novela erótica Megan Maxwell presentó en Bogotá su libro 'Yo soy Eric Zimmerman'.

Diana Rincón
Es rubio, de ojos color aguamarina; lleva corbatín y, con una lentitud que podría ser torturadora para quien lo ve, se quita el saco frente a una mujer que baila sobre la cama. Está listo para la acción. Es un empresario alemán, dice en el video, y tiene deseos puntuales; ‘juegos’ que no todos comparten.
Así se muestra Eric Zimmerman en el booktrailer del más reciente libro de Megan Maxwell (seudónimo de la escritora española María del Carmen Rodríguez), Yo soy Eric Zimmerman, precuela de dos volúmenes de la serie de libros eróticos Pídeme lo que quieras, cuyo primer libro se publicó en el 2013.
Esta serie literaria es descendiente directa de 50 sombras de Grey, el fenómeno mundial de E. L. James que generó tanta polémica como agradecimientos por parte de sus lectores que, mayormente, son mujeres.
En Pídeme lo que quieras, una mujer española llamada Judith Flores experimenta en el amor y la sexualidad con Zimmerman. La experiencia swinger —en la que varias personas intercambian parejas sexuales entre ellas—, grabar sus propios encuentros en la cama y el bondage son algunas de las aventuras que vive Judith durante la saga, y en Yo soy Eric Zimmerman todo esto se cuentan desde el punto de vista del empresario.
¿Considera su trabajo como pornografía o erotismo?
Erotismo. Hay una línea muy fina que lo separa de la pornografía, desde mi punto de vista, y es la forma como se cuenta. En mi caso, cuando escribo novela erótica, mido mucho las palabras que utilizo porque creo que el erotismo trata de ser elegante a la hora de narrar algo.
¿Qué tan diferente manejan o reaccionan los hombres y las mujeres frente a lo erótico?
Desde mi punto de vista, los hombres son más ‘visuales’: le prestan más atención a la penetración, al sexo oral, al ‘acto sexual en sí’. Las mujeres no ignoramos eso, por supuesto, pero también somos propensas a los actos preliminares: a las miradas, al juego, a los rituales, a lo que engloba el acto sexual.
Cuando se publicó ‘50 sombras de Grey’ se armó una explosión del género erótico que desembocó en que muchos lo calificaran de mala literatura. Aun así, muchas mujeres encontraron en esa saga una manera de explorar su interés por el erotismo porque la pornografía visual está dirigida a los hombres, usualmente. ¿Usted cómo enfrentó ese fenómeno literario?
Cuando salió aprecié que surgiera algo nuevo en el género. No me gusta la sumisión ni la dominación (temas que se tratan en la experimentación sexual de 50 sombras de Grey), pero me gustaba que un libro reflejara una historia de amor que se manifestaba y problematizaba con un tipo de sexo particular en vez del sexo convencional. Era como empezar a decir que enamorarte no implica excluir una experimentación sexual.
Tengo una hija y mi exmarido que se enoja cuando lo quiera con su sexualidad, como lo hace un niño. Lamentablemente, en nuestras culturas, en general, el hombre sigue dominando y la mujer, respondiendo a sus deseos.
Y cuando saqué Pídeme lo que quieras, muchos lectores me decían gracias por mostrar una historia de amor que visibiliza que no por practicar algo como ser swinger se es un depravado mental, porque compartir parejas o cambiarlas por otras momentáneamente no es ser un depravado. El sexo puede ser de muchas maneras, siempre y cuando sea consensuado. No tiene ningún límite.
Después de épocas de exigirles a las mujeres que fueran ‘modestas’ en todo lo que hacen, ¿cree que el pudor hoy tiene alguna utilidad?
Para lo único que sirve el pudor hoy es para privar a las mujeres de sus deseos. Solo espero que esas mujeres sepan lo que quieren y se olviden del pudor, que es un sentimiento que se acaba cuando la imaginación comienza.
¿Qué es lo que genera un tabú en prácticas como la ‘swinger’ o el sadomasoquismo?
Sin duda le tememos a lo desconocido, pero también tememos más cuando hay tanta desinformación al respecto.
Muchas personas siguen sin encontrar compatibilidad entre la definición de amor y la idea de una sexualidad libre y experimental. ¿Qué es amar a otro y cómo se expresa desde la sexualidad?
El amor y el sexo son dos cosas muy diferentes. Puede haber amor con sexo y sexo sin amor; eso lo elige la o las personas que de mutuo acuerdo lo disfruten. Me gusta escribir sobre el amor y me encanta crear historias en las que ese sentimiento loco te hacer mover el mundo por estar con la persona amada.
Eso sí: para mí, amar a otro es un sentimiento precioso siempre y cuando sea correspondido, porque si no es así, ¡lo mal que se pasa! Y en cuanto a cómo se expresa desde la sexualidad, yo diría que se expresa disfrutando a tope y sin pudor de la otra persona.

Si le pica la curiosidad...

Conozca estas definiciones de prácticas sexuales que pueden añadirle picante y nuevos descubrimientos a su relación:
‘Swinger’: persona que se involucra en el intercambio de parejas sexuales sin que eso comprometa necesariamente su propia relación.
Sadomasoquismo: práctica de dar o sentir placer de actos que incluyen recibir o infligir dolor, en especial dolor físico.
‘Bondage’: práctica erótica basada en la inmovilización del cuerpo de una persona, en especial con cuerdas o elementos similares.
Voyeurismo: término que viene de la palabra francesa voyeur (mirón) y que se refiere a recibir placer de mirar a otras personas involucradas en actos sexuales.
Poligamia: régimen familiar o de pareja en el que se permite a una persona tener pluralidad de parejas sexuales y/afectivas o cónyugues.
MARU LOMBARDO
VIDA MODERNA
Diana Rincón
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO