Sus raíces están en Palmira, Cartago y hasta en Cauca o Antioquia, pero a todos los cobija una casa en Cali, ese espacio para concretar el sueño de alcanzar la gloria en el deporte de Colombia.
Jhonatan Rivas Mosquera es cartagüeño y a sus 18 años, con sesiones de entrenamiento, se prepara para levantar el peso que sea necesario para regalarles a su familia y al país un podio en Tokio 2020.
A sus 7 años comenzó a practicar fútbol y, por obra del destino, mientras recorría el coliseo La Isleta de Cartago descubrió su verdadera pasión al ver cómo los pesistas entrenaban. Sin embargo, no era sencillo capacitarse porque los viajes a Cali, para elevar su nivel, eran desgastantes y se tropezaba con la falta de recursos.
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Fue gracias a su dedicación que se ganó un espacio en esa casa que es la Villa Deportiva, donde otros 30 deportistas de alto nivel tienen vivienda, alimentación, entrenamiento y educación gratuita. Es una selección, porque a la hora de pedir cupos llegaron más de 100 candidatos. El complejo deportivo, que cuenta con el respaldo de la Gobernación del Valle y el Instituto del Deporte y la Recreación del Valle (Indervalle), es un escenario para desarrollar habilidades en cada una de las disciplinas que practican.
Por ello, la gobernadora Dilian Francisca Toro lo considera clave en el programa Oro Puro.
De esta forma, el centro dispone de todas las condiciones de alimentación, formación y estadía para que los atletas tengan un desempeño adecuado en sus competiciones.
“La Villa es una oportunidad que la Gobernación nos entrega a quienes no somos de Cali pero que representamos al Valle”, dice el pesista Rivas, quien ha sido campeón y subcampeón en la categoría Sub-17 en el 2015, y este año fue triple campeón Panamericano Sub-17 y campeón Sub-20 con un bronce.
Las instalacionesEl edificio, ubicado en las Canchas Panamericanas, detrás del Coliseo Mundialista de la Escuela Nacional del Deporte, en Cali, tiene cuatro plantas cuyo costo de construcción asciende a los $ 3.000 millones. El primer nivel dispone de una zona de descanso con muebles y televisor, cafetería y zona de alimentación, donde se da una dieta acorde a los requerimientos de energía y nutrientes de cada deporte.
En el segundo nivel están las habitaciones de los hombres, cada una cuenta con dos camas, baño y clóset. En el tercero se llega a las habitaciones de las mujeres, que cuentan con la misma distribución del piso anterior, y la cuarta fue dispuesta para los deportistas en condición de discapacidad, quienes pronto las ocuparán. En total, son 30 habitaciones.
Carlos Felipe López López, gerente de Indervalle, asegura que el propósito es brindarles las mejores condiciones para que solo tengan que preocuparse por ocupar los primeros lugares.
A su vez, los deportistas dicen que no es fácil estar alejados de sus familias, pero en casa entienden que ese es el futuro de sus vidas. Es el caso de los hermanos Yeimar y Miyareth Mendoza Carabaly, oriundos de Palmira, que se benefician de esta oportunidad.
El primero, que comparte habitación con otro deportista y es uno de los 10 pesistas en la Villa, es campeón nacional Sub-20 y nacional de mayores en levantamiento de pesas. Su hermana Miyareth confiesa que estuvo detrás de esta oportunidad durante mucho tiempo, porque viajaba todos los días desde Palmira a su entrenamiento y sus estudios en la Universidad del Deporte, “me implicaba madrugar más para asistir a mis clases. Luego esperar a la tarde para poder entrenar en el gimnasio y volver a Palmira, pero el viaje lo desgasta a uno. Estar aquí me ayuda a mejorar mi trabajo en el levantamiento de pesas, pues necesitaba entrenar más fuerte para lograr una participación en los Juegos Nacionales que están a la vuelta de la esquina. Estoy muy feliz”, asegura Miyareth. Ella, junto a Camila Lobón y Jackeline Heredia, oriundas de Antioquia, son deportistas opcionadas para los próximos Juegos Nacionales.
La judoca Briggitte Carabalí; los atletas Jhon Freddy Zea, Juan Carlos Moreno y Walter Viáfara; los boxeadores Javier Caicedo Obregón, Alexánder Castro y José Viáfara, y María Alejandra Rueda, de vela, están entre esos deportistas que en la Villa encontraron una casa para alcanzar el brillo de las medallas.
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Desde la madrugadaEn la Villa Deportiva se concentran 10 pesistas, 7 en atletismo, 3 boxeadores, 3 judocas, 2 de triatlón, 2 de natación con aletas, 1 en vela, 1 en taekwondo y 1 natación. La rutina de entrenamientos empieza a las 4 a. m. con Beatriz Acentales y Juan José Cano, los triatlonistas. Poco después salen, uno por uno, según la exigencia de las disciplinas. Los horarios, registros de entradas y salidas son reglamentarios. Quien salga debe notificar las horas de salida y de entrada, con el fin de tener un control sobre la salud y la seguridad de los deportistas.
ANA JULIETH SAAVEDRA Y KATHERINE MAYOR
Especial para Huella Social.
Cali.
