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El lujo responsable dice adiós a las pieles

A la izquierda, abrigo de piel artificial creado por Stella McCartney. A la derecha, diseño de Clare Waight Keller para Givenchy, con el mismo material.

A la izquierda, abrigo de piel artificial creado por Stella McCartney. A la derecha, diseño de Clare Waight Keller para Givenchy, con el mismo material.

Foto:AFP

Grandes diseñadores se han sumado a la no utilización de pieles de animales en sus creaciones.

GDA El Mercurio
Faltaban pocos días para la Navidad del 2014 y Naomi Campbell ‘posteaba’ en su Instagram, a sus casi cinco millones de seguidores, una foto con el regalo de Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy. En la imagen aparecía un bolso de piel y cuero de serpiente que era descrito por la modelo como “maravilloso”. La respuesta de sus seguidores la dejó impactada: la fotografía era “repugnante” y “cruel”.
La reacción de los ‘fans’ no fue casual; la modelo había sido pionera en apoyar las campañas contra el maltrato animal de la organización de Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta) en 1994, cuando protagonizó, junto con otras modelos desnudas, un aviso en el que se leía el eslogan ‘Preferiría ir desnuda a usar pieles’. Veinte años después, Campbell cayó dentro de lo que la industria de la moda conoció como la ‘burbuja china’ del mercado de las pieles; un sector valorado en más de 40.000 millones de dólares al año y que emplea a más de un millón de personas, según el primer estudio de la Federación Internacional de Comercio de Pieles (IFTF), lanzado en el 2014 por PricewaterhouseCoopers (PwC) Italia.
En dos décadas, la demanda creada por los consumidores de lujo del gigante asiático ha hecho cambiar de parecer no solo a los íconos de la moda, como Campbell, sino también a toda la industria. La ‘burbuja china’ dividió a diseñadores, pasarelas y publicaciones, que estaban en contra o a favor de participar del comercio mundial de pieles. Mientras Alexander Wang decía que no, Karl Lagerfeld daba el sí; mientras Saks Fifth Avenue se oponía, Selfridges apoyaba, y mientras ‘Vogue’ Estados Unidos se restaba, ‘Vogue’ británica se sumaba.
El equilibro era precario hasta que hace dos años, el péndulo comenzó a moverse otra vez hacia la llamada ‘no crueldad’. Versace, Armani, Gucci, Michael Kors y John Galliano –actual creativo de Maison Margiela– son los últimos creadores y casas de moda que han adherido a la exclusión de pieles de animales de sus prendas.
“Ser socialmente responsable es uno de los valores fundamentales de Gucci, y continuaremos esforzándonos para mejorar el medioambiente”, dijo Marco Bizzarri, presidente de la marca de lujo italiana, que se comprometió a dejar de producir con todo tipo de piel natural a fines de este año. La casa de moda de lujo también anunció que venderá sus artículos de piel restantes en una subasta, y que los ingresos serán donados a organizaciones de derechos de los animales.

Reuniones y presiones

El anuncio de Gucci, un fuerte remezón en el mundo de la moda, fue hecho durante una charla en el London College of Fashion, en octubre pasado. Allí se dijo que para dejar de utilizar cualquier pelaje animal –como visón, zorro o conejo– fue clave la intervención del director creativo, Alessandro Michele (46 años), quien se unió a la firma en el 2015.
El mismo Michele, quien puso mocasines con forro de piel en su primer show al frente de Gucci, en enero del 2015, ahora daba la pelea dentro de la casa de moda para acabar con esa línea de creación. El punto de inflexión para Michele fueron años de conversaciones con otros integrantes del grupo Kering, que reúne marcas como Ralph Lauren y Stella McCartney, y otras tantas reuniones con movimientos animalistas como Humane Society Internacional y Peta.
“Gucci sin pieles es un gran cambio de juego –dijo Kitty Block, presidenta de Humane Society International, organización que reconoció nueve años de reuniones con la firma–. Terminar el uso de pieles debido a la crueldad involucrada tendrá un gran efecto de onda en todo el mundo de la moda. Un asombroso número de 100 millones de animales aún sufre cada año en la industria peletera, pero eso solo se mantendrá mientras los diseñadores continúen usando pieles y los consumidores las compren. Por lo tanto, encomiamos la decisión compasiva de Gucci por ayudar a garantizar que el futuro de la moda esté libre de pieles”.
Desde Peta, su presidenta, Ingrid Newkirk, remarcó: “Después de más de 20 años de protestas de Peta contra los mocasines de piel de cangrejo de Gucci o sus botas de piel de foca, la marca finalmente se ha comprometido a unirse a Armani, Ralph Lauren y Stella McCartney en las casas de moda que no usan piel (...) Hasta que las pieles y abrigos de animales finalmente no estén en los estantes de las tiendas de ropa de todo el mundo, Peta seguirá presionando a la industria de la moda”.

Telas ‘millennials’

A fines del año pasado, Peta lideró una iniciativa en la que un grupo de ocho diseñadores emergentes de Gran Bretaña se dirigió a un importante laboratorio de la moda mundial, la prestigiosa universidad de diseño Central Saint Martins.
Hannah Weiland, de Shrimps; Marta Jakubowski, Renli Su y Faustine Steinmetz, entre otros, firmaron una carta abierta que instaba a los futuros diseñadores a no aceptar sobornos de la industria peletera, que a menudo ofrece a los estudiantes incentivos financieros para exhibir pieles de animales en sus colecciones.
“Como futuros diseñadores de moda, los estudiantes de Central Saint Martins tienen una oportunidad única de influir en la próxima generación de consumidores, adoptando la tendencia hacia la moda libre de crueldad”, dice la declaración. El desafío está en total sintonía con la generación ‘millennial’, definida por su relación con la tecnología.
“Al elegir las versátiles y sofisticadas telas veganas disponibles hoy, muchas de las cuales están fabricadas con fibras naturales biodegradables, es fácil producir un 'look' matador sin que nadie muera por ello”, reza la misiva.
Este llamado se confirmó en la pasada Semana de la Moda de Londres, en la que Peta realizó una encuesta a cada diseñador que tendría un espectáculo en el evento, y los resultados fueron categóricos: 95 por ciento –incluidos Burberry, Roland Mouret y Mulberry– no usarían piel en sus colecciones otoño/invierno 2018.
Tampoco lo hizo Givenchy, que ahora, gracias su nueva creativa, Clare Waight Keller, presentó sobre la pasarela pieles falsas como sinónimo de la “sordidez” de los cabarets de la antigua Alemania.
El adiós de las pieles ya es una realidad. Por eso, de la mano de diseños de pelaje con tecnología en 3D, o de cueros de origen vegetal –con fibras de bambú, piña o champiñones–, las firmas que han renunciado sucesivamente al uso de pieles animales han entrado en otro debate: si la extendida práctica de reemplazar las pieles animales por pieles sintéticas está bien o, por el contrario, la industria debe dar incluso un paso más allá.
Esa vocación por la innovación también estaba en la declaración de Marco Bizzarri, de Gucci: “La nueva tecnología presenta posibilidades ilimitadas en términos de textiles, y sería un error no estar a la vanguardia de esto. Necesitamos invertir en estas nuevas empresas porque pueden perturbar el sector en términos de sustentabilidad, logrando la misma calidad de producción de cuero, por ejemplo, sin agua ni desechos químicos”.
Stella McCartney, quien desde su irrupción en las pasarelas del 2001 ha hecho del compromiso con la no crueldad un sello de su marca, es otra que quiere liderar la inversión en nuevas tecnologías textiles. “Para mí es la única forma de acercarme a la modernidad de esta industria –afirma–. No podemos responder solo a qué es ‘cool’ en un momento. Necesitamos responder a qué es lo correcto para el planeta”.
Mientras tanto, las tradicionales Dolce & Gabbana, Alexander McQueen, Prada, Louis Vuitton, Fendi y Tom Ford siguen en la lista de los que no se han sumado a un cambio de piel que parece ya incontenible.
CLAUDIA GUZMÁN
EL MERCURIO (Chile) - GDA
En Twitter: @ElMercurio_cl
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