“Dicen que no van a volver hasta que no haya carga de madera, pero no hay permisos para aprovechar el bosque, igual ya tampoco quedan árboles, no hay de dónde sacar”. Así describe Alberto Achito Lubiasa, alcalde de Juradó en Chocó, la crisis por la que atraviesa este municipio, ubicado en zona fronteriza con Panamá y en donde hace siete meses las embarcaciones que se dedicaban a la carga de madera perdieron sus permisos por no contar con los salvoconductos necesarios.
Estos barcos llegaban hasta esta población y llevaban los víveres, luego retomaban su viaje con los cargamentos de madera hacia Barrancabermeja, pero desde que Codechocó prohibió el aprovechamiento forestal de esta zona no llegan hasta el municipio.
“Dicen que no es rentable entregarle alimentos a la gente”, asegura Leonela Lemos, asesora de la Alcaldía, quien explica que el único acceso a Juradó es por vía marítima y que la mayoría de víveres provienen de Panamá y Buenaventura.

crisis en jurado pueblo de choco
“La situación es grave porque no llegan los barcos. En las tiendas no hay arroz ni aceite ni nada. Ahora la gente está desesperada”, señala Achito.
Según cuentan las autoridades, en Juradó desde 1968 empezó “el aprovechamiento irracional” de la madera lo que hoy tiene en crisis a los ecosistemas boscosos. Por la bonanza de la extracción de este material, hacia los años ochenta, se dejó de invertir en productos agrícolas, razón por la que hoy el municipio depende en su totalidad de lo que provenga de otras ciudades.
“Ahora tenemos la emergencia humanitaria por lo que necesitamos soluciones inmediatas, pero a futuro no podemos depender de la explotación de la madera. Los barcos tienen que cambiar de mentalidad. Nosotros apoyamos a la corporación con la prohibición”, explica.

crisis en jurado pueblo de choco
Juradó tienen 4.800 habitantes, que en su mayoría son comunidades indígenas y afrodescendientes.
Para el aprovechamiento de madera tanto los resguardos como los títulos colectivos deben solicitar permiso a la autoridad ambiental regional.
LAURA BETANCUR ALARCÓN
Redactora de VIDA