Rey de la noche, de la elegancia, de la opulencia, del lujo, del poder y del prestigio, el terciopelo sale a la luz del día y se democratiza. Este es el mandato que los grandes diseñadores y marcas lanzaron desde las pasarelas cuando propusieron qué usar en esta época del año.
Esta suave y brillante tela, que llegó del lejano Oriente a Europa en la Edad Media y se convirtió en el tejido predilecto de reyes y aristócratas por su aspecto lujoso y opulento. Y también porque lo podían pagar.
El terciopelo es una tela costosa porque se fabrica en un telar especial que teje dos telas al mismo tiempo que luego se cortan para crear el efecto de los hilos ‘parados’ o de piel de durazno. Esto era un proceso complicado que se ha ido simplificando gracias a los telares industriales. Sin embargo, aún puede ser costosa dependiendo de la fibra con la que se haga. El de seda es el más elegante, aunque ahora se consiguen terciopelos sintéticos de poliéster, nylon, acetato, viscosa o mezclas de fibras naturales y sintéticas.
“Hay una tendencia muy fuerte para esta temporada que busca revivir un tema de opulencia y maximalismo y el terciopelo hace parte de esa sensación, por su connotación directa con la realeza de otras épocas, frente a otra simple y natural”, comenta Caty Villota, directora del porta Fashion Radicals.
Estos puntos han permitido que hoy vuelva al primer plano en la moda, para cualquier hora del día y ocasión de uso.
“Este es un tejido que va y vuelve. Históricamente ha sido una textura para la noche y del otoño-invierno porque es más abrigada y por su brillo”, comenta Pilar Luna, directora de contenidos de Código Malva. “Ahora se puede llevar de distintas formas: de día, unos jeans con blusa o top de terciopelo. Para un almuerzo, con pantalones de terciopelo y una blusa de seda o algodón. De noche, un vestido de terciopelo en A o talego siempre será elegante... Hay muchas formas de ‘bajarle’ la formalidad, pues no hay que olvidar que se hizo famoso en la época barroca”, agrega.

Para un día de trabajo. Chaqueta azul rey de terciopelo, ‘top’ azul de seda, jeans arena y botines de Rapsodia.
La ventaja ahora es que hay todo tipo de prendas en terciopelo de distintas calidades, incluyendo el velvetín: desde abrigos, chaquetas, vestidos, pantalones, faldas largas, tops, hasta botas, mocacines, sandalias, carteras y accesorios.
“Hay texturas que eran exclusivas de la gala que están pasando al mundo casual y deportivo, que está rompiendo eso límites. Lo casual está mirando hacia los materiales de lujo, las lentejuelas y el brillo como una forma transformarse”, agrega Villota.
Aunque los tonos azul medianoche, verde esmeralda y los tonos vinotinto son los que predominan, el mercado ofrece variedad de tonalidades que van desde el amarillo mostaza y el rosa cuarzo, hasta el gris ballena, el verde musgo y el azul bebé.
RecomendacionesLa consultora de imagen Tata Soto, hace estas recomendaciones para usar el terciopelo:
No se debe usar en la parte más ancha del cuerpo (la cadera o el busto) porque se vería más gruesa por el brillo y peso de la tela.
Si tiene manchas o cicatrices en la piel del rostro es mejor no usarlo cerca a la cara porque, como es una tela brillante, resalta las imperfecciones por una ilusión óptica.
Si está reviviendo una prenda de la abuela, póngale un toque moderno combinándola con telas distintas, un ‘jean’ roto, driles o algo estampado. Que se note que le puso su estilo personal. A menos que sea un vestido, no use un ‘total look’.
Twitter: @ndiazbrochet
EL TIEMPO
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