La crisis que la pandemia le ha causado a diferentes sectores económicos en el mundo ha puesto a las empresas, negocios o lugares comerciales a plantear nuevas estrategias para que las personas vuelvan a comprar sus productos durante la cuarentena.
Esto, a veces, suele dejar anécdotas llamativas y ¿por qué no? graciosas.
Tal como lo sucedido en una pizzería mexicana el pasado fin de semana durante el Día de las madres.
'Little Ceasar' es una pizzería ubicada en la ciudad Reynosa, en Tamaulipas, México.
Este establecimiento ofreció una promoción para la compra de sus pizzas, sin embargo, a esta oferta solo podían acceder las personas que fueran a comprarla en carro, ya que una de las medidas para contrarrestar el coronavirus es evitar aglomeraciones en sitios públicos.
Un joven mexicano se acercó al lugar para adquirir la promoción, pero los empleados le negaron la venta debido a que el hombre no llegaba en vehículo.
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Lejos de resignarse, y en un más que llamativo segundo intento, el hombre se acercó nuevamente al establecimiento, solo que esta vez lo hizo en un carro de juguete.
El auto era de color rosado y morado.
El hombre, al ver que no lo atendieron por no llegar en un vehículo, fue y 'consiguió' un auto de juguete
El momento quedó registrado en un video que, al parecer, grabó una de las acompañantes del joven. El metraje se difundió en YouTube y en Facebook. El ingenio de este hombre mexicano se hizo viral en redes sociales.
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En las imágenes se ve el recorrido del joven por el parqueadero mientras lidia con la incomodidad del vehículo. Sus piernas parecen a punto de salirse del carro de juguete.
Después de acercarse a la taquilla, el joven es atendido y puede volver a casa con su pizza.
La gente observa con sorpresa, incluso con gracia, la 'hazaña' del joven. Algunos se ríen de ver a alguien tan alto en un carro tan pequeño.
El nuevo coronavirus ha afectado a México de manera contundente (hay más de 38 mil contagios y poco más de 3900 fallecimientos), por lo tanto, en ese país se establecieron rigurosas condiciones sanitarias para la reactivación de ciertos sectores económicos.
Una de estas condiciones, casi universal, es el uso del tapabocas. El hombre, más allá de su ingenio para adquirir la pizza, aparece utilizando este esencial implemento en los espacios públicos.
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