El chef colombiano Juan Manuel Barrientos y su restaurante El Cielo ubicado en
Washington D. C. acaban de hacer historia al ser incluidos dentro de la Guía Michelin 2021, convirtiéndose en el primer chef con un restaurante colombiano en obtener una estrella.
“Mi equipo y yo estamos muy honrados y recibimos con mucha humildad este
reconocimiento de convertirnos en el primer restaurante colombiano en aparecer en la Guía Michelin. Esto es un gran logro para la cocina colombiana. Me enorgullece que la gastronomía de mi país sea reconocida como una cocina mundial y espero que esto sea solo el comienzo para mostrar el gran impacto que nuestra gastronomía y productos pueden tener al trascender fronteras", comentó Barrientos al conocerse el reconocimiento.
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Y es que el cielo de la comida colombiana queda en Washington D. C. Literalmente. Está en la esquina de la calle cuarta con Neal Place, en el noreste de la capital estadounidense, en un viejo edificio que hace años fue plaza de mercado, carnicería y hasta sede del circo cuando pasaba por la ciudad.
Allí queda El Cielo, la sede del nuevo restaurante del chef Juan Manuel Barrientos, que en la mañana de este jueves acaba de recibir una estrella de la Guía Michelin, la prestigiosa agencia que anualmente evalúa comederos en el mundo entero y cuyas recomendaciones son consideradas la panacea en esta industria y un sello de garantía.
Se trata, nada más y nada menos, de la primera vez en la historia que en esta publicación se premia a un establecimiento orientado a la comida de nuestro país. Algo que representa, desde ya, un hito para la gastronomía nacional.
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Comedor del restaurante El Cielo en Washington.
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Barrientos, uno de los chefs más reconocidos del país, se mudó a Washington en el 2019 con el sueño de replicar el éxito del restaurante que fundó con este mismo nombre en Medellín hace 13 años y que ya cuenta con otros locales en Bogotá y Miami.
Era un sueño porque la competencia en la capital americana de restaurantes de alto nivel era brutal y desconocía el mercado casi por completo. Para el proyecto se trajo a siete de sus colaboradores más cercanos y se instaló, con familia y todo, en un apartamento a medio construir que quedaba en el piso superior del edificio que por esta época aún estaba en obra.
Un año antes, Barrientos entró en contacto con Edens, una empresa de constructores del área que viene adelantando proyectos de remodelación y renovación en una área que en Washington se conoce como NoMa y que de unos 20 años para acá se ha convertido en una zona emergente de la ciudad en la que se vienen construyendo apartamentos, de alta gama, al igual que locales comerciales y restaurantes para una nueva generación de washingtonianos.

Equipo de trabajo del restaurante El Cielo en Washington D. C.
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La expansión de Edens comenzó en Union Market, un edificio contiguo que a comienzos de siglo pasado era una especie de 'despensa' de Washington, donde llegaban los productos de agricultores locales y se surtían los restaurantes y residentes del área.
En los ochenta, sin embargo, la zona había pasado al olvido por el desplazamiento del comercio a otros lugares de la ciudad y terminó convertida casi en una zona fantasma.
Con el paso de las décadas y en la medida que la demanda por vivir en la capital fue creciendo, volvió el interés por NoMa.
El primer proyecto Edens, Union Market, es hoy un galpón muy popular que mezcla bares, restaurantes, pastelerías y charcuterías que se han convertido en uno de los destinos preferidos para los washingtonianos.

Cherry Picks, uno de los postres de El Cielo en Washington.
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Sin embargo, hace tres años surgió la idea de hacerle un 'hijo' a Union Market, pero con enfoque latinoamericano.
Así nació La Cosecha, que hoy tiene locales que ofrecen comida mexicana, peruana, venezolana y colombiana.
Pero sin duda El Cielo, de Barrientos, fue la apuesta más arriesgada. La idea era montar un restaurante de alta gama que ofreciera una experiencia gastronómica basada en neurociencia y que ataca todos los sentidos.
En septiembre de 2019 se puso la primera piedra y el plan era abrir las puertas del restaurante en abril del 2020. Pero se presentaron varios problemas. Primero, la obra tardó más tiempo del esperado.
Y cuando ya todo parecía estar listo para la inauguración apareció la pandemia del coronavirus, que forzó el cierre de todos los establecimientos comerciales. La inauguración de El Cielo se pospuso hasta septiembre del año pasado.
Pero incluso desde entonces ha venido trabajando a media marcha. Primero porque las restricciones del coronavirus solo les permitía una ocupación del 25 por ciento. Y segundo porque en noviembre, cuando apenas estaba despegando, todo el equipo se contagió con el virus y les tocó cerrar por un mes más.
En total, dice Pedro Mendoza, relacionista público y jefe de prensa de Barrientos, el restaurante solo lleva seis meses operando y aún con dificultad, pues las restricciones de la pandemia no se han levantado del todo.
Lo cual hace aún más meritorio que Michelin haya reconocido como una estrella a un restaurante muy nuevo en la escena washingtoniana y al que tampoco ha podido ir mucha gente.

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"Esto –dice Mendoza– se sacó adelante con las uñas. Acá todos trabajamos de meseros, organizadores, relacionistas públicos y cocineros".
Como en sus restaurantes de Medellín, Bogotá y Miami, Barrientos ofrece dos tipos de menú.
El primero es una experiencia gastronómica de 15 o 20 platos pequeños que se hace en un salón reservado y que incluye hasta un baño de manos con chocolate. El segundo es a la carta en el salón principal.
Por su puesto, el eje de la comida es colombiana y por eso hay ofertas de empanadas, pandeyucas, salsas criollas y hasta obleas, pero en presentaciones muy sofisticadas. Sin embargo, la apuesta de Barrientos es fusionar estas delicias del país con productos locales. En el caso de Washington ha incorporado, por ejemplo, los cangrejos de Maryland y otros frutos del mar, por su cercanía con la bahía de Chesapeake y el océano Atlántico.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En Twitter: @segom68