El rasgo principal de la carta de Smoky Monkey, en Chía, es el ahumado, esa sensación impregnada en las costillitas BBQ, en ciertas carnes como el pecho de res o la bondiola, el salmón e incluso, en su inolvidable entrada de mac & cheese.
Por eso dice su fundador, Alan Zambrano, que su sitio es un smokey house; pero su inspiración inicial no vino de las famosas barbacoas estadounidenses, sino de su propia historia en el Amazonas, donde sus padres viven y tienen, incluso, un restaurante; por tal razón, su logo es un miquito de esa región.
“El ahumado es el método amazónico de cocción –dice Zambrano–. Por eso comenzamos con este tema, y el chef Daniel González tenía experiencia con el BBQ y repotenció las ideas”.
En el lugar, enfatiza Zambrano, se ahúma solo con leña, no se usan ni viruta ni humo líquido. Se diseñaron 20 entradas, pensando en el gusto por compartir numerosos sabores entre varios comensales.
Salvo por el ahumado, la carta de Smoky Monkey no se casa con la comida de un solo lugar: aunque se reconocen también algunos guiños mediterráneos, fácilmente conviven allí unos mejillones en salsa de bloody mary con el pirarucú amazónico y el arroz caldoso con el gravlax de salmón ahumado y unos huesitos de puerco.
Todo lo anterior se sirve en un acogedor local del centro comercial Bazaar, en la vía Cajicá-Chía, abierto todos los días, que va pasando del ambiente de familias con niños el fin de semana al de lugar para disfrutar unas copas en los jueves de catas o en las noches de blues en vivo de los viernes.
“En Bogotá, los precios por plato están altos –dice Zambrano–. Nuestro objetivo es replicar este proyecto en ciudades intermedias, y así podemos ofrecer precios interesantes”.
El ejemplo es la costilla de cerdo barbecue de 500 gramos. La pieza se marina por 24 horas, luego se lleva a cocción por 14 horas y cuesta 34.000 pesos.
“Las preparaciones se pensaron para respetar el producto –subraya Gloria Sánchez, quien es la pastelera del lugar–. Se hacen salmueras, marinadas y cocciones largas. No tenemos olla exprés ni usamos microondas. Sí empleamos métodos de vanguardia como el sous vide, de cocción al vacío”.

Mejillones en salsa de Bloody Mary, receta del restaurante Smoky Monkey, en Chía.
Claudia Rubio / EL TIEMPO
Además de las entradas, cada plato fuerte incluye dos acompañamientos que el comensal puede elegir de una lista que va desde el arroz de alcachofas hasta el plátano de la casa, pasando por la pasta corta al burro y la ensalada. Estos también se pueden pedir por antojo.
Cabe destacar que el bar de Smoky Monkey tiene dos especialidades: los whiskies de una sola malta y la champaña, bases de las catas que se hacen los jueves.
El menú de niños también pasa por porciones pequeñas de los fuertes. Los fines de semana, el lugar les propone juegos de mesa.
Km 2,5 vía Cajicá-Chía. Centro comercial Bazaar. Lunes a jueves, de 12 m. a 10 p. m. Viernes, hasta las 3 a. m.; sábado, de 8 a. m. a 3 a. m., y domingos, de 8 a. m. a 8 p. m. Reservas: 8706682
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