Así, como Fígaro, son los típicos restaurantes de barrio de Buenos Aires. Fue muy emocionante encontrarlo, de repente, mientras caminaba por la calle 90.
Leí desde lejos el aviso que aludía a un café al estilo argentino, y no dudé en entrar, alborotado por la nostalgia de mis tiempos porteños.
Es común que en Buenos Aires los cafés sean más que un lugar para tomar café: por lo general, allí se puede desayunar, tomar medias nueves, almorzar, tomar onces e incluso comer.
Hay buena repostería –eso que allí llaman ‘facturas’– y una carta que suele ofrecer esos pequeños platos que forman parte del capítulo de lo emblemático de la gastronomía casera argentina, antes de entrar al capítulo de la parrilla.
Es decir que en un café como Fígaro se encuentran, entre otros platos populares de los porteños, los célebres sándwiches de miga –que no son sándwiches comunes y corrientes, sino que vienen elaborados en un pan delgado y esponjoso, y pueden tener varios pisos–, las milanesas de res o de pollo con las que inician a los niños en el fantástico mundo de las carnes argentinas, los infaltables choripanes y las empanadas que también han hecho famosa la cocina de ese país.
A pesar de que en apariencia no tienen mayor misterio, las empanadas argentinas parecen tener en su receta secretos de esos que no figuran en los libros sino que pasan de generación en generación, y que forman parte del ADN de quienes las han comido desde niños.
En Fígaro las hay en varias presentaciones, entre ellas las de carne picada a mano.
Me bastó con dar el primer mordisco para viajar hasta el sur del continente, y comprobar que eran las mismas que comía a la vuelta de mi casa en Buenos Aires. Celebro que en este lugar que acaba de abrir las puertas las preparen con una gran fidelidad.
No puede faltar en un restaurante de barrio porteño el capítulo de pastas, y Fígaro lo tiene, por supuesto.
Aparecen entre las preparaciones los ñoquis caseros, la lasaña de carne y los ravioli de zapallo, entre otros.
Y aunque la parrilla no es la protagonista del lugar, la carta de Fígaro ofrece un matambre memorable y un lomo de res con chimichurri que hace honor a la tradición gaucha.
Fígaro. Calle 90 n.° 18-25, Bogotá. Teléfono 751-0336.elcalderodesancho@yahoo.com.co
SANCHO
Crítico gastronómico
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